Una vez más se demostró que el movimiento de mujeres en la Argentina está en pie de lucha, que es super masivo, que es muy joven y que a la vez está muy organizado.

La convocatoria a la  movilización se hizo desde las organizaciones que vienen trabajando los masivos 8 de marzo y los Ni Una Menos anteriores, un esfuerzo colectivo de un montón de organizaciones. Y con la masividad y la fuerza que viene desde abajo en la irrupción de las y los jóvenes que  se suman a la pelea por conquistar el aborto legal.

A pesar de la lluvia y el frío y de que la convocatoria fue silenciada completamente por los medios de comunicación masiva, la movilización y concentración en Congreso se nutrió de las miles y miles de pibas que venían en grupos en los subtes, trenes y que desbordaron el centro durante varias horas. La imagen aérea de la plaza teñida de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto que reclama, es impactante y no deja lugar a dudas.

La genuina iniciativa de las actrices, que se vienen manifestando y aportando con sus voces en las audiencias en el Congreso y con su lugar de llegada masiva a toda la población, se concretó también en un pañuelazo de actrices argentinas el domingo 3. Algunos sectores intentaron aprovechar esa convocatoria para alternativizar la movilización del lunes 4. Pero no les salió bien. Porque la intención de las actrices era claramente seguir visibilizando el apoyo al aborto legal y el reclamo al Congreso para que apruebe la ley y de hecho las mismas actrices también se movilizaron el lunes 4 junto al movimiento de mujeres. Las que intentaron alternativizar y claramente no estuvieron el lunes fueron algunas funcionarias como Fabiana Túñez y otras funcionarias y dirigentes políticas de espacios ligados al gobierno de Macri.

Y claro, es que la movilización del 4J además de recontra masiva y preparada,  tenía un contenido que los medios masivos de comunicación intentaron silenciar (y al día siguiente bastardear –para Clarín “hubo menos gente y más política”).

Porque el NiUnaMenos 2018 llevó como eje la legalización del aborto y también la denuncia del pacto del gobierno de Macri con el FMI, contra los despidos, los tarifazos y el ajuste, ejes luego desarrollados en un documento leído en el Congreso ante la multitud. Se expresó también en la cabecera y en el palco con la presencia de Mónica Berrutti (cuya imagen se viralizó cuando el gobierno reprimió a las y los trabadores del subte), con la presencia de Andrea Dopazo activista del Hospital Posadas, recientemente despedida como el conjunto de las y los luchadores opositores al burócrata entregador de ATE Darío Silva, y de otros sectores en lucha.

Lo que claramente les molesta a las funcionarias y dirigentes PRO, a los medios masivos y al gobierno de Macri es que las mujeres nos movilicemos para reclamar contra ese maldito pacto para sostener la gobernabilidad a costa de despidos y ajuste para el pueblo trabajador. Porque además el movimiento de mujeres denuncia y tiene claro que el ajuste se descarga con más violencia sobre las mujeres, porque no hay ni habrá presupuesto para combatir la violencia y los femicidios (como ya ocurre con el intento de vaciamiento de la Línea 144 en provincia de Buenos Aires). Y también tiene claro y denuncia que este plan del gobierno viene acompañado de más represión, como quedó evidenciado con los dichos de la ministra Patricia Bullrich llamando a que el Ejército pase a realizar tareas de represión contra la protesta social.

Otro sector que siempre queda en evidencia, por su ausencia, por su tenaz y persistente ayuda al gobierno, es la CGT, las CTA y toda la burocracia sindical, que no llaman a paro y que no organizan la lucha contra los masazos del gobierno. Mientras tanto, es el movimiento de mujeres el que se moviliza y sale a las calles contra todas las políticas antipopulares del gobierno que ya no tiene más globitos ni alegría para disimular sus verdaderas intenciones.

Hacia el 13J, para hacer historia

El movimiento de mujeres se prepara además para desbordar el Congreso en la vigilia convocada para el miércoles 13 de junio.

Semanas de audiencias demostraron que la posición a favor de la legalización del aborto es mayoritaria, es representativa de amplios sectores y es claramente la más lúcida, y en la que se destacó la intervención de nuestra compañera y dirigente de Las Rojas y del Nuevo MAS, Manuela Castañeira. A lo largo de estos meses se multiplicaron los pañuelazos, no solo todos los martes frente al Congreso sino en todos los rincones del país. La magra movilización de los que están contra la vida y la libertad de las mujeres, dejó una triste postal, que ya casi nadie recuerda.

Sin embargo, la pelea no está ganada. Y eso lo tiene claro toda la juventud, todas las pibas y pibes que se organizan en los colegios, que tienen toda la fuerza para salir a luchar y lo tiene claro el movimiento de mujeres.

Por eso vamos a una histórica concentración en el Congreso el miércoles 13 de Junio, el día que diputadas y diputados debatirán el proyecto de ley en el recinto.

La presión de los sectores reaccionarios,  que tienen todos los medios a su disposición, desde las editoriales de los diarios y la televisión, desde sus puestos y cargos en el Estado a nivel nacional y en todas las provincias, desde la jerarquía de la iglesia católica y hasta de los curas “villeros” que salen hipócrita y cínicamente a decir barbaridades contra el derecho a decidir de las mujeres, la están descargando con todo el peso del que son capaces.

Sectores que dicen estar a favor de la legalización están “negociando” cambios al proyecto de ley, con el argumento de que eso podría facilitar que la ley se apruebe. Así, está metiendo la cola el diablo. Los puntos de “negociación” son:

  1. Aceptar que se haga un registro de objetores de conciencia, es decir, médicos y médicas que no están dispuestos a realizar la práctica del aborto. Eso abre la puerta, aunque digan que no es así, a que hospitales y clínicas enteras, incluso provincias enteras, se declaren objetores de conciencia e impidan el acceso de las mujeres al aborto legal.
  2. Implementar, al estilo Uruguay, “consejerías” para que las mujeres reflexionen sobre otras “posibilidades”, que no son más que reuniones de tortura psicológica protagonizadas por algún cura o algún reaccionario con guardapolvo blanco.
  3. Que las niñas de entre 13 y 16 años no puedan acceder al aborto sin la autorización de alguno de sus progenitores. Esto último es una aberración, porque muchas veces las adolescentes son embarazadas producto de violación, y en la gran mayoría de los casos producto de violación dentro de la familia. Con lo cual se interpondría la intervención de un juez… que en este país ya tienen un largo prontuario de intentar obligar incluso a niñas de 10 y 11 años a continuar embarazos. Aunque esto caería dentro de las causales ya contenidas en el aborto no punible, está demostrado que no es suficiente. Hace pocas semanas el patriarcal Urtubey se vio obligado a implementar el protocolo en Salta, después del escándalo nacional por la imposición a una nena de 12 años a continuar con un embarazo.

Correctamente, la Campaña lanzó una declaración señalando que no está negociando ningún acuerdo que rebaje el proyecto que ha presentado.

La juventud  y el movimiento de mujeres que se expresó una y otra vez en las calles, tiene claro que para que se apruebe el proyecto tal cual lo presentó la Campaña, hay que estar presentes y haciendo presión frente al Congreso. Y ya se está organizando para quedarse desde el mediodía del 13 hasta cuando haga falta para que el Congreso de una vez haga lo que tiene que hacer: aprobar el proyecto de la Campaña. Desde Las Rojas también nos estamos preparando para hacer historia junto a las miles y miles y miles que estaremos ahí, porque es en las calles donde conquistamos nuestros derechos.

El 13J vamos al Congreso a partir del medio día: vigilia hasta que se apruebe el proyecto de Aborto Legal en el Hospital.

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