En el marco del paro nacional convocado por la CTERA, este 23 de mayo decenas de miles de docentes de todo el país nos movilizamos a Plaza de Mayo por un salario que iguale la canasta familiar, contra las políticas de ajuste y el acuerdo entreguista con el FMI de Macri. Es que sobraban las razones para que el conjunto de la docencia paralice el sistema educativo y se vuelque a las calles de forma contundente.

Porque la vida de los trabajadores no para de empeorar. El anunció del acuerdo de Macri con el FMI es la frutilla (amarga) que viene a coronar toda una política de ajuste que se hace insoportable de forma creciente. Todo un cocktail económico contra el pueblo: tarifazos en todos los servicios, alquileres en alza, la comida por las nubes, el dólar que no para de subir a la par que peso cae por el piso.

Mientras tanto los empresarios, beneficiarios exclusivos de este gobierno, aumentan sus ganancias con el dólar en alza y la bicicleta financiera. Y como producto de esta voracidad por aumentar sus ganancias se fue incubando una crisis económica, social y política. Estas semanas hemos visto el terrible espectáculo de la corrida cambiaria que no hace más que echarle leña al fuego de la inflación. Es que por más que el de Macri sea un gobierno de los empresarios, eso no implica que “estemos salvados” de las crisis. Todo lo contrario: mientras la sociedad siga regida por la ganancia capitalista las crisis económicas serán recurrentes. Ya lo vimos en el 89´, en el 2001 y ahora otra vez. Y siempre que estas crisis se desataron, los gobiernos y las patronales buscaron descargarlas sobre los trabajadores y el pueblo. Mientras que en el 89´ la crisis fue capitalizada por los vientos del neoliberalismo, la del 2001 fue un tanto distinto. Ahí los trabajadores salimos en masa a las calles e hicimos una rebelión popular donde conquistamos muchas cosas que hoy son las que Macri quiere sacarnos.

Y al mismo tiempo que los empresarios y el gobierno buscan descargar las crisis sobre nosotros, por abajo se van gestando las luchas sociales y de los trabajadores. Las jornadas de lucha de diciembre en la Plaza del Congreso fue eso: el estallido de la bronca contra el ajuste. Y desde entonces vemos que esa bronca no paró de crecer. Entre los docentes, los que llevan la delantera en esta lucha son los de Neuquén. Hace semanas vienen protagonizando un proceso de lucha con asambleas de hasta 2000 trabajadores, con huelgas de 5 días seguidos y masivas movilizaciones. En la movilización a Plaza de Mayo se destacó su participación con más de 500 compañeros.

Sin embargo esta no es la tónica de todo el país. Por entera responsabilidad de la conducción burocrática de Yasky y la CTERA y de gran parte de los sindicatos provinciales alineados a este sector, no se han desatado grandes procesos de lucha. Se han dado movilizaciones en algunas provincias y paros, como en Buenos Aires, pero en ningún caso se ha estado a la altura de hacer frente a semejante ataque al salario. Es que estas direcciones sindicales han optado por ser parte de una tregua sindical que promueve la CGT. ¡Cómo puede ser que ante semejante ajuste y ahora con el FMI, la CGT aún no haya llamado al Paro General!

Por todas estas razones que muestran el agravamiento constante de las condiciones de vida y de la gestación de una crisis económica que el gobierno y el FMI van a querer hacernos pagar es que los docentes debemos redoblar la lucha.  Por eso esta masiva marcha tiene que ser el inicio de un Plan de Lucha Nacional que ponga a la docencia en pie de guerra contra un gobierno que ha tomado una decisión que va en camino a destruir nuestras condiciones de vida: ir al FMI y aplicar un ajuste aún más duro ¡Este es el momento de salir a enfrentarlo! Llamamos a toda la docencia a profundizar la organización en todas las escuelas del país y a preparar asambleas, paros y movilizaciones que conviertan esta primera movilización nacional en el inicio de un movimiento de lucha nacional por todas nuestras demandas.

Corriente Nacional Carlos Fuentealba

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