Al escribir esta nota, la conducción de la UOM, el gobierno y las cámaras patronales estaban reunidos para homologar la paritaria 2018. Aunque desde el viernes ya se sabían públicamente los detalles del «aumento» salarial para los trabajadores metalúrgicos. En definitiva, fue otra entregada más de Caló y sus pichones, porque en las condiciones de hoy  lo que firmaron es un ajuste al salario real.

Los números

Lo que se deduce del acta, es que el aumento negociado sería en dos cuotas, de abril a julio un 9% y un 6% restante acumulativo. Al famoso 15% que quería el gobierno, la UOM le negoció que se considere en la base del cálculo los 4000 pesos de suma fija del año pasado, esto significa que al número inicial (antes de sumarle el 9%), se le agregaría un 2,5% de entrada, lo que elevaría el acuerdo, al finalizar las cuotas, al 18,5%. A todo esto, que no alcanza ni para los chicles, hay que tener en cuenta que el aumento promedio en el año sería de menos del 17% (dado que los primeros meses sólo se cobra el 2,5% más el 9%). Lo único que se puede decir que consiguieron, fue aumentar el salario inicial a $16.800 (un aumento de un 25% aproximadamente), pero que tampoco alcanza para nada.
Esto no es romper el techo salarial como quisieron presentarlo todos los medios de comunicación, y menos que menos en el contexto de crisis económica y global que pasa la Argentina de Macri.

Un aumento miserable en un país a la deriva

La agachada de la conducción de la UOM se da en un momento en que la economía del país cruje por todos lados. Con todas las idas y venidas de la economía, que están desarrolladas como tema central en estas páginas, el aumento salarial que firmaron es un ajuste al salario real. Solamente en lo que va del año, el dólar se devaluó un 35%, lo que va a hacer que todos los precios aumenten en función del dólar, menos el precio de nuestro salario. Todo se va a terminar encareciendo, y hasta “gerentes” del mismo gobierno (y sí, este es un gobierno de los mismos empresarios) ya admiten que la inflación del año va a estar alrededor del 25%. ¡Y el arrastrado de Caló firma el 15%! Conclusión: el sueldo va a rendir mucho menos. Con estos números, es un ajuste de más o menos el 10% a nuestro salario de bolsillo. Esto podría haber sido amortiguado parcialmente si en el acuerdo se firmaba, como decíamos nosotros, una cláusula gatillo que haga aumentar el salario al ritmo de la inflación oficial (que aunque no sea en definitiva la real, algo es algo). ¡Pero ni eso! Apenas una cláusula de “revisión”, dicen que acordaron con las patronales, que en caso que la inflación se dispare, dependerá de la buena predisposición de los capitalistas chupasangre sentarse a discutir la reapertura de la paritaria. Como viene la mano, parece que hay más chances poniendo los zapatitos para los Reyes Magos.

Organizarse desde abajo contra la reforma laboral, por el salario, nuevos delegados y conducciones clasistas y antiburocráticas

La paritaria que se cerró es una vergüenza. Y la única manera de “hacerlo pasar” era aprobándolo entre cuatro paredes, a espaldas y contra los trabajadores. Cuando se había anunciado el posible paro con movilización, había simpatía con la medida. Pero no se hizo ni paro, ni movilización, ni siquiera asamblea de fábrica para discutir la propuesta. Fueron, firmaron, nos ataron de pies y manos y nos entregaron.
Mientras las conducciones sigan en manos de burócratas que siempre terminan como felpudos de los gobiernos de turno, que no dan solución a los problemas de los trabajadores  y sólo cuidan sus privilegios, la situación de los que laburan día a día se va a ir deteriorando. Porque ahora que pasó la paritaria vienen por más, el gobierno nos quiere aplicar una reforma laboral que viene a liquidar conquistas históricas y a explotarnos cada vez más.
Desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre planteamos que necesitamos otro tipo de conducción, en la que todo se resuelva en asamblea, de manera abierta y con la participación de los trabajadores. Bueno hubiese sido para meter presión, por ejemplo, hacer una gran asamblea de todos los trabajadores de la UOM para decidir por qué luchar y cómo. A ningún trabajador metalúrgico le va a alcanzar este aumento miserable, y ninguno votó si aceptarlo o rechazarlo. Y ahora hay que organizarse para enfrentar el ajuste, la reforma laboral ¡y salir a luchar por la reapertura de esta paritaria miserable! ¡Por cláusula gatillo ya! Porque este acuerdo ya nos hace perder salario antes de aplicarse!
Sumate a la 18 de Diciembre, así unimos fuerzas todos los trabajadores que queremos enfrentar al gobierno de Macri y sacarnos de encima la traba de la burocracia sindical. ¡Vamos por una gran campaña contra la reforma laboral de Macri y el FMI en todos los lugares de trabajo!

Héctor Raneli

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