por Alex Colman

El día de ayer, los representantes sindicales de la docencia universitaria nacional se reunieron para discutir paritarias con el Ministerio de Educación, el cual volvió a ofrecer un 15 % de aumento salarial en cuatro cuotas, sin cláusula gatillo.

En un contexto donde otros sectores –como aceiteros o metalúrgicos– han conseguido sobrepasar el techo del 15 % pretendido por el gobierno nacional, este continúa queriendo imponerles a los docentes un aumento de miseria. No es sorprendente: viene de la mano de la desinversión que en general se quiere hacer pasar en materia educativa, y que este año se profundizó con el recorte de 3 mil millones al presupuesto universitario nacional.

La oferta de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) es casi idéntica a la presentada a fines de abril, que ya había sido rechazada por insuficiente para paliar la inflación y los tarifazos. Sin embargo, en esta nueva coyuntura se suma la devaluación sufrida por los salarios a causa de la crisis cambiaria. El escenario es de incertidumbre a flor de piel, dado que el acuerdo que el gobierno quiere firmar con el FMI implica como condición un brutal ajuste que intentará recaer en las espaldas de todos los laburantes.

 

No al acuerdo con el FMI

 

En esta nueva coyuntura se despliega la crisis más grande del gobierno de Macri, producto de la fuerte devaluación que sufre el peso desde fines de abril. Después de regalar miles de millones de reservas del Banco Central al capital financiero, ahora el gobierno pretende firmar un acuerdo con el FMI por un préstamo stand by. Un acuerdo de estas características no sólo ensanchará la deuda con los entes financieros externos, sino que se intentará pasar un brutal ajuste como condición del préstamo.

En el ámbito educativo, lo que depara este acuerdo es una gigantesca reducción del financiamiento estatal. En este contexto, un aumento del 15 % significaría devaluar brutalmente los salarios y dejar el terreno preparado para las políticas que vendrán de la mano del acuerdo con el FMI. (Pero la pérdida no sería únicamente en materia presupuestaria. La última vez que el FMI estuvo en nuestro país, durante el Menemato, tenían oficinas directamente dentro del Ministerio de de Educación. De tal manera, no solo restringían la cantidad de dinero destinada a universidades, escuelas y profesorados, sino que controlaban su contenido. El resultado de esto sería una educación pública completamente subordinada a los intereses del empresariado y al imperialismo)

 

A Macri hay que ganarle, pero en las calles, y en 2018

 

Las dos Conadu han convocado a movilizarse a Plaza de Mayo este jueves 17, en una Marcha Federal Universitaria. Asimismo, se espera que haya movilizaciones el 23 y el 29 de mayo. También se han realizado medidas de paro con clases públicas, de dos días por semana. En este nuevo contexto que se abre, y ante la intransigencia del gobierno nacional, tenemos que profundizar las medidas de lucha y efectivizar un paro activo de toda la docencia universitaria, volcando nuestras más amplias fuerzas a las movilizaciones de este jueves y a las que surjan en las semanas siguientes. Es necesario salir del aislamiento: tenemos que coordinar acciones con el movimiento estudiantil, las organizaciones de científicos, y la sociedad en su conjunto para que se rodee de solidaridad este reclamo, y así romper el techo salarial que quiere imponer el gobierno, pararle la mano al ajuste en educación, y decirle que NO queremos un acuerdo con el Fondo Monetario.

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