Como ya comentábamos en el anterior número de esta prensa, el 1° de Mayo y con la presencia de más de 300 trabajadores de todo el país, se realizó el plenario fundacional de la Corriente Sindical 18 de Diciembre. Asistieron compañeros del neumático, metalúrgicos, del SMATA, astilleros, estatales, docentes, del vidrio, químicos, molineros, judiciales, camioneros, del plástico, de la UTA, ferroviarios, entre otros. Luego de un informe en el cual se caracterizó al gobierno de Macri, el rol de la burocracia sindical y la oposición patronal, pasamos a analizar la situación de los trabajadores, las tareas inmediatas y qué corriente sindical queremos construir. Un colorido abanico de intervenciones le dio vida a un plenario que deja sentado el primer mojón desde el cual desarrollar la corriente.

 

Una corriente que luche contra el gobierno de Macri

 

Al calor de la corrida financiera, que en esos días había tenido su inicio, sumado a un descontento general que crece, caracterizamos que la economía del gobierno de Macri estaba atada con alambre y que podía entrar todo en crisis en el corto plazo. Los saltos que pegó el precio del dólar empezaron a confirmar esta hipótesis. Junto a esto, se dijo que un escenario así abría la posibilidad de que un sector más amplio de trabajadores entrara en escena, siempre que se desbordara a la burocracia o se viera ésta obligada a actuar por las circunstancias. El 18 de diciembre fue en un sentido una combinación de elementos políticos y sindicales: la bronca genuina de la gente contra la reforma previsional, que le metía la mano en el bolsillo a los jubilados, y una burocracia que por presión tuvo que llamar al paro con movilización y abrió el dique de contención que permitió una acción independiente de los trabajadores. Ese camino es el que nos planteamos reivindicar, la lucha en las calles y de acción independiente contra el gobierno de Macri. Ahora que se viene un brutal ajuste en la economía, que quiere hacer avanzar la brutal reforma laboral, que los buitres del FMI vuelven a revolotear el país, que la inflación se dispara y las paritarias firmadas al 15% no van a alcanzar para nada, que el gobierno viene con más despidos y suspensiones, la pelea contra el gobierno se va a poner cada vez más dura. Y esta corriente se planteó el objetivo de  ser un canal de acción para todos los compañeros que quieran organizarse y luchar contra el gobierno, desde una perspectiva antipatronal, antiburocrática y clasista.

 

Sacarnos de encima la losa de la burocracia sindical

 

Luego del 18, cuando el gobierno se vio en aprietos, la burocracia sindical se puso del lado de la “gobernabilidad” de Macri. No le quiso hacer olas. Estaba planteado darle no sólo ese cachetazo, sino unos cuantos más. Pero la CGT, el moyanismo, las CTAs y toda la burocracia de distinto pelaje (hablando de las “no macristas”) se habían sumado al “hay 2019” y con eso dejaron pasar el ajuste: fueron negociando el mísero 15% en cada paritaria por separado y negando una acción de conjunto contra el ajuste del gobierno. Había que luchar por paritarias acorde a la inflación, y la burocracia nos ató de pies y manos y nos entregó. Ahora dice estar contra el mismo ajuste que ella misma dejó pasar y llama a movilizar contra el tarifazo: nosotros nunca dejamos de luchar por los reclamos de los trabajadores, por eso vamos a la pelea sea quien sea quién dirija, pero sabemos con qué bueyes aramos.

Una de las conclusiones fundamentales del plenario, y que se trazó como horizonte estratégico, es que hay que sacarse de encima a la burocracia sindical. La única manera de enfrentar de manera consecuente al gobierno es si logramos desbordarla, pelearle centímetro a centímetro, empujarla a que vaya al conflicto si es posible, porque su papel, como la historia lo muestra, no es ir hasta el final, es cuidar la gobernabilidad, es ser otro garante de los capitalistas. Son las conducciones actuales del movimiento obrero y por eso les exigimos, pero los trabajadores necesitamos otros sindicatos. Necesitamos organizaciones sindicales que respondan a los intereses de los trabajadores, en las cuales sean los organismos de base los que decidan qué hacer y por qué luchar. Nadie votó en asamblea general aceptar el 15% de las paritarias: necesitamos gremios que decidan todo en asamblea, con conducciones independientes y clasistas.

Y en esto la corriente sindical mostró potencialidades y desafíos: desde la militancia clandestina hasta la posibilidad de presentar listas para pelear sindicatos, pasando por candidatos a delegados en distintas estructuras o la consolidación de agrupaciones. “Todo compañero es importante, desde el que milita hasta el que te apoya votando, porque votando está apoyando”, dijo un compañero molinero en el plenario. Esa frase resume el objetivo de que hay que organizar a todo el que quiera luchar contra el gobierno, tarea fundamental si queremos transitar un camino para pelear en grande.

 

Qué corriente sindical queremos construir

 

El plenario dejó conclusiones riquísimas sobre las características de la corriente sindical que estamos poniendo en pie. La primera definición fue la de que debemos “siempre llevar las potencialidades de la lucha hasta un escalón superior, hasta sus últimas consecuencias”. No hay recetas que sirvan para todo momento y lugar, y dependerán de cada lugar de trabajo y sus potencialidades y desafíos, pero sí que sea una corriente que se plantee un avance permanente en el sentido de conquistas y organización de la clase trabajadora, y “yendo al frente” donde haya que ir. Hoy es la heroica lucha del Hospital Posadas, ayer fueron los bloqueos en FATE y el neumático o la toma del puente grúa en Gestamp. La conclusión fue que no siempre hay que tomar medidas radicalizadas de lucha, pero cuando hay que tomarlas, hay que hacerlo con templanza.

También la corriente que queremos construir, tiene que ser clasista, entendiendo esto como una síntesis de objetivos sindicales y políticos. Sindicales porque debemos recuperar sindicatos, y que sirvan para organizar la lucha, organizar a los compañeros de manera democrática; políticos porque no hay salida para los trabajadores de la mano de la burocracia sindical o alguna corriente política patronal, sea el peronismo o cualquier variante. Los sindicatos, o puestos gremiales, que recuperamos, deben ser revolucionados: apuntar siempre al protagonismo de los trabajadores, sea en la decisión cotidiana o en las acciones mismas. Deben ser herramientas para que los trabajadores pasen al frente, no para ver sólo cómo se cambia la conducción por una de “izquierda”: se hicieron ecos de varias experiencias en las que pasa esto. También se mencionaron ejemplos de corrientes que “coquetean” o “prácticamente son parte” de conducciones de la burocracia, o casos en que corrientes que se dicen “clasistas” terminan quitándole el protagonismo a los trabajadores con su propio aparato. Entendemos clasismo de una manera mucho más profunda, que si los trabajadores no construyen su propia herramienta política, nada puede construirla en nombre de ellos.

 

Apoyar todas las luchas: por el triunfo de los trabajadores del Hospital Posadas

 

Todos los compañeros y compañeras coincidimos en algo, la pelea se va a venir dura y se hace más necesario aún lo que también fue cantito el mismo 18: la unidad de los trabajadores (“y al que no le gusta, se jode, se jode!”), porque todos juntos va a ser la mejor manera de salir a luchar.  Y en el Posadas se está llevando adelante una pelea que es un caso testigo para hacer pasar el ajuste brutal en la salud. Las intervenciones de las compañeras y compañeros del Posadas fueron un ejemplo de lucha, valentía y se llevaron todos los aplausos. Hay un ataque feroz y de persecución al activismo, con despidos por parte del Estado que cuenta la traición del sindicato (ATE Morón), cuya patota está al servicio de Vidal. Pero así y todo, y en esas durísimas condiciones, la resistencia está al pie del cañón, bancando la parada. ¡Hay que rodear de solidaridad al Posadas para que triunfe! ¡Vamos por una campaña nacional de apoyo a los trabajadores y trabajadoras en lucha! En este sentido, es que muchos compañeros hicieron hincapié en la necesidad de impulsar junto a otras organizaciones gremiales y corrientes combativas una jornada nacional de lucha. ¡Hay que exigir el paro ya a la CGT!

 

Salir a enfrentar la reforma laboral

 

Junto con el apoyo a la lucha del Posadas y la jornada nacional de lucha, nos trazamos unas primeras tareas para poner en pie nuestra Corriente Sindical. En primer lugar, es que vamos a lanzar una campaña contra la reforma laboral macrista, que contra las mentiras de que había sido “modificada respecto la que se quería hacer votar en diciembre”, vino prácticamente con todo igual. Se discutió en el plenario la necesidad de salir a clarificar en qué consiste esta reforma, porque hay un elemento de confusión entre los trabajadores. Hay que salir a la ofensiva en todos los lugares de trabajo con un material impreso pero también con carteles, pintadas y charlas, con el objetivo de ponernos en pie de lucha contra la reforma. Quieren hacer picadillo todos nuestros derechos y tener una clase trabajadora flexibilizada, sacando la indemnización por el “fondo de cese laboral”, cambiar el cálculo para que puedan despedir por menos plata, entre otros más de 100 artículos. ¡No se puede permitir! ¡Hay que exigir un paro activo nacional contra la reforma! Junto a esto, se hizo hincapié en la pelea por la reincorporación del compañero Maxi a Firestone, y en el objetivo de ir a plenarios regionales de la corriente en un mediano plazo, con la idea de llegar cada vez a más compañeros y compañeras a lo largo y ancho del país.

La Corriente Sindical 18 de Diciembre dio un gran primer paso, ahora hay que construirla junto a lo mejor de los luchadores. ¡Manos a la obra!

 

Héctor Raneli

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