por Patricia López

La semana pasada el gobierno lanzó a través de los diarios una nueva campaña sucia para atacar a la familia de Santiago Maldonado.

Esta vez se trató de una “revelación” acerca de un supuesto subsidio que los Maldonado estarían recibiendo por parte del Estado.

Según Infobae y otras repetidoras del oficialismo, el hecho de que la Justicia haya ordenado al Estado pagar el costo de la causa originada en la desaparición y muerte de Santiago es la prueba de que la familia Maldonado, su abogada y los organismos de derechos humanos formaron un lobby para hacer plata a costa de Santiago.

En realidad, como explicó la familia en un comunicado, el Estado está obligado por ley a costear el acceso a la Justicia cuando las víctimas no pueden hacerlo. Quizás no todos lo saben, pero llevar adelante una causa penal está fuera de las posibilidades de cualquier persona de clase media para abajo. Y el “subsidio” en este caso no es más que eso, el pago por parte del Estado de los costos judiciales, cosa que debería hacer con todas las víctimas que no pueden pagar una querella, y que se vio obligado a hacer en esta causa que puso en crisis al gobierno y movilizó a medio país.

No olvidemos que Santiago desapareció a causa de un operativo de Gendarmería ordenado por el gobierno, y que si hay alguien responsable de que la causa se haya alargado y ensuciado es también el gobierno, que desde el minuto uno de la desaparición de Santiago se dedicó a sembrar falsas “pistas”, ocultar pruebas y hasta inventar “avistamientos” de Santiago por todos lados, además de premiar con ascensos a los gendarmes implicados en el operativo, favoreciendo el pacto de silencio para cubrir a los responsables. Así que mal pueden quejarse ahora de que la causa les sale cara.

Pero esta semana se destapó cuál es el verdadero objetivo para lanzar estas acusaciones bajas contra la familia Maldonado y los organismos de derechos humanos: quieren presionar al juez Lleral para que cambie la carátula de la causa, de “desaparición forzada” a “muerte dudosa”. Así lo explicó Bullrich, también en Infobae (25/4): “Hay una ley que se votó el año pasado en el Congreso que les brinda a las víctimas una determinada protección. Y ahora se está utilizando esa ley. (La actual carátula) es la que también obliga al Estado nacional a ayudar desde el Ministerio de Justicia a la familia de Santiago Maldonado”. Y aseguró que desde el Estado se contempla la posibilidad de retirarle el subsidio económico a la familia de Santiago Maldonado siempre y cuando se cambie la carátula de la causa.

Recordemos que Gendarmería ya había sido denunciada porque en los escritos que presentaba en el juzgado le había cambiado la carátula de facto a la causa, escribiendo “muerte dudosa” donde debía decir “desaparición forzada de persona”, cuando el juez sigue (por ahora) negándose a cambiarla a pesar de los reclamos de la fiscal. Gendarmería también fue denunciada por espionaje ilegal contra la familia de Santiago.

Para defender a sus asesinos a sueldo y al gobierno, desde el Ministerio de Justicia contraatacan lanzando esta burda acusación, e un intento más de enterrar la lucha por justicia para Santiago, frente a una familia que no se rinde y que ha movilizado a miles por esa causa.

Para eso ponen a cloquear al coro de idiotas: “Ay qué barbaridad, le estamos pagando al vago ese que quiere vivir del hermano muerto” y etcétera.

La carátula no debe cambiar porque Santiago estuvo desaparecido casi tres meses y las maniobras de ocultamiento del gobierno ocurrieron a la vista de todos. Y de todas maneras, aunque el juez cambiara la carátula, el Estado debería seguir financiando la causa, porque “muerte dudosa” no debería significar de por sí ninguna exculpación a priori del gobierno ni de los gendarmes. Pero sin duda, lo que preocupa a Bullrich y el macrismo no es la plata, sino que esta causa sigue siendo un grano en el culo y saben que mientras siga abierta puede darse vuelta, como ha pasado con otros asesinatos del Estado, como el de Rafa Nahuel y el de Francisco Ferreira por nombrar los más cercanos.

Vaya nuestro más cálido abrazo de solidaridad para la familia Maldonado, nuestro repudio total a las acusaciones de Bullrich, y nuestro compromiso de seguir movilizados por justicia para Santiago y cárcel a sus asesinos.

 

 

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