RENATO ASSAD

En los últimos días, el debate sobre el pre candidato elegido para disputar las elecciones del gobierno del estado de Rio Grande do Norte ha tomado una gran proporción en el interior del PSOL. Mucho se discute en relación al hecho de que el elegido, Carlos Alberto Medeiros, sea un representante y activista del empresariado y de la patronal.

Carlos Alberto se presenta como docente universitario y tantea su plataforma con la idea económica de potenciar al pequeño empresario, a la agricultura familiar, a las pequeñas industrias y a las cooperativas periféricas de Rio Grande do Norte. Medidas exclusivamente dentro de la lógica capitalista que no defienden los intereses de la clase obrera o de los oprimidos. De esta forma, el perfil de este candidato nos obliga a la discusión en el interior del PSOL.

Las medidas presentadas por Carlos Alberto están por debajo del reformismo, pues no pasan de propuestas de desarrollo «progresivo» en el interior del capitalismo, que están a años luz de resolver los problemas a partir de su origen, a partir de las necesidades de los trabajadores, del enfrentamiento a la explotación, a la propiedad privada de los medios de producción y a la opresión.

Como todos saben, las contradicciones capitalistas y las salidas burguesas para sus crisis tienden cada vez más a atacar las condiciones de existencia de los trabajadores. Así, cualquier programa de «humanización de las relaciones capitalistas» no pasa de utopía pequeñoburguesa, o sea, además de no tener la menor viabilidad, no interesa al conjunto de los trabajadores.

Otro gran problema es que Carlos Alberto es una figura que no tiene vínculo alguno con cualquier movimiento social o trabajo de base en el campo de la lucha socialista, siendo él mismo un comerciante con el patrimonio estipulado en 3 millones de reales y que representa la institucionalización del Estado burgués. Es decir, un perfil que guarda una distancia astronómica con nuestro perfil de conjunto, como el de nuestros candidatos a presidente y vice y con la necesidad de presentar candidaturas ligadas a los intereses de los trabajadores y de los oprimidos.

 

Pasamos por un momento de crítica de todo lo que representó el petismo y el lulismo, del proceso de contención de masas, de la institucionalización de la política, de la traición de la burocracia petista a la clase trabajadora y de cómo organizar el PSOL como alternativa concreta y socialista al Partido de los Trabajadores. De esta forma, dentro de un proceso de reconstrucción de una alternativa a las masas, apostar en una figura como ésta para gobernar en el estado de Rio Grande do Norte puede costar muy caro al partido en un corto plazo.

El MES, corriente mayoritaria en Rio Grande Do Norte, que se coloca como corriente marxista revolucionaria y de la izquierda en el interior del partido, cometió un error craso al escoger el nombre de Carlos Alberto Medeiros como pre candidato a gobernador de ese estado, decisión que nada tiene que ver con la estrategia socialista. Por eso nosotros, desde Socialismo o Barbarie afirmamos nuestra posición contraria a la elección de Carlos Alberto como pre candidato a gobernador por todo lo que fue explicado anteriormente.

Es necesario presentar candidaturas que dialoguen cotidianamente con la clase trabajadora, que representen los intereses de los explotados, de los oprimidos, de las mujeres, de los afrodescendientes, del colectivo LGTBI y de la juventud. Y que, ante todo, presenten ante esta crisis económica y política en que vivimos un programa que solucione de hecho -desde la raíz- los problemas de los trabajadores. Sin ese criterio básico, en una situación de cada vez mayor polarización de la lucha de clases el resultado será el desarme político del partido y de su militancia.

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