MARTÍN PRIMO

 

Los últimos días, la izquierda y los organismos de derechos humanos estuvimos cruzados por fuertes debates alrededor de la organización de la marcha del 24 de Marzo. La discusión comenzó siendo extremadamente confusa debido a que lo que parecía ser una base común a todo el EMVyJ (es decir la independencia política de este espacio) a la postre fue cuestionada en el seno mismo del Encuentro.

Para que se entienda. Durante las primeras jornadas parecía haber un acuerdo en realizar un acto independiente del Encuentro con sus respectivas consignas, columna independiente y documento. Sobre esta base común, es que se centró el debate en cuál sería la consigna más adecuada que debería agrupar al EMVyJ. Efectivamente en el marco de esta discusión, desde el Nuevo MAS planteamos que lo que debería ordenar al Encuentro es la lucha contra el gobierno nacional, su política de impunidad para los represores y su ajuste. Frente a esto le criticamos duramente al FIT el perder de vista la lucha enconada contra el gobierno y proponer una orientación electoralista que miraba exclusivamente hacia 2019. De allí se desprendía su necesidad de diferenciarse de los gobernadores como si estos cogobernaran con Cambiemos.

Pero, con el correr de los días, el debate en el seno del EMVyJ cambió de eje. La independencia política del EMVyJ, que hasta ese momento era una base común, fue puesta en duda. En las reuniones surgió un sector importante que empezó a bregar por la realización de una marcha conjunta con los sectores dirigidos por el kirchnerismo. Claramente ante este giro en la discusión, el debate alrededor de la consigna pierde gran parte de su importancia en la medida que queda eclipsado por la necesidad de sostener la batalla por la defensa de la independencia política del Encuentro.

La diferencia es sustancial. Desde el Nuevo MAS hemos sostenido desde el advenimiento del gobierno de Macri la necesidad de dar todas las luchas contra el gobierno en unidad de acción con todos los sectores que estén dispuestos a luchar, incluido el kirchnerismo. Pero la unidad es en la acción, no es una unidad política. Y el kirchnerismo se ha bajado de la lucha contra el gobierno. Luego de las jornadas de diciembre, se ha sumado con entusiasmo a la defensa de la gobernabilidad y a apostar sus fichas al 2019.  Prueba de esto es la encarnada batalla que dieron los K en el Hospital Posadas contra la lucha de los despedidos, incluso mandando a su patota de ATE; el accionar de CTERA y Baradel planchando la lucha de los docentes, acciones que van de la mano con las movidas de Agustín Rossi en pos de un armado de cara a las elecciones del año que viene y el silencio de radio de Cristina Kirchner que parece se llamó a cuarteles de invierno. Está claro que no se puede confluir en la lucha con quienes no sólo no quieren luchar, sino que trabajan en favor de mantener la paz social y la gobernabilidad de cara a las presidenciales del año que viene.

En este marco hay que recordar que la marcha del 24 de Marzo no es una simple acción de lucha, no es una huelga, un corte de calle o una acción puntual contra el 2×1 o por la aparición de Santiago Maldonado: es un acto político. Desde hace décadas la marcha del 24 de Marzo, aunque parte centralmente de la lucha contra la impunidad de ayer y de hoy, es un momento en donde se sintetizan los reclamos y las luchas de los trabajadores y los sectores populares contra el gobierno.

Desde el Nuevo MAS, hasta la semana pasada, creímos tener una orientación compatible con los compañeros del MST. Esto parecía verse confirmado por el artículo que salió publicado el viernes pasado en la última edición de Alternativa Socialista en donde se dice: “este 24 vemos necesario y posible generar una masiva jornada nacional de movilización. Teniendo en cuenta las diferencias que tenemos con los sectores kirchneristas, por nuestras críticas a la política de sus gobiernos en materia de derechos humanos (Milani, etc.) y sus actuales posiciones contrarias a desarrollar una lucha consecuente contra este gobierno, no vemos condiciones para realizar un único acto entre el EMVyJ y la Mesa de Organismos de Derechos Humanos, en esta oportunidad. No obstante, creemos necesario mantener un relacionamiento de mutuo respeto con la Mesa en cuanto a la organización de la marcha y los actos del 24, incluso utilizando sucesivamente el mismo escenario en la Plaza de Mayo”.

Pero lamentablemente los compañeros han modificado sensiblemente su posición. En la reunión del EMVyJ de este último lunes se han inclinado (junto con una parte importante del Encuentro) por avanzar hacia un acto en común con el kirchnerismo. En un artículo publicado el 14 de marzo en la página oficial del MST, los dirigentes Gustavo Giménez y Pablo Vazco defienden la necesidad de una acción conjunta este 24 de Marzo bajo la bandera de “dos columnas, una plaza, dos documentos”.  En él plantean que esta “es la única salida concreta para asegurar una movilización masiva el 24 de Marzo centralmente contra Macri y, asimismo, expresar las diferencias y matices de ambos espacios con dos documentos leídos en el acto en la Plaza”.

Desde el Nuevo MAS consideramos que esta posición es confusionista y peligrosa.

Confusionista porque qué significa “dos columnas y una plaza”. El acordar una convocatoria común a un mismo lugar y a una misma hora es ni más ni menos que el llamado a un acto en conjunto en donde en un mismo palco confluyen quienes quieren derrotar la política y el ajuste del gobierno, con quienes quieren evitar toda lucha y garantizar la gobernabilidad a Cambiemos. Además, en pos de la confluencia se edulcoran las diferencias que existen entre ambos espacios. Lo que tenemos no son “diferencias y matices”, tenemos dos orientaciones contrarias y opuestas de cara al gobierno nacional: ellos están en tregua y nosotros planteamos la necesidad de impulsar la lucha. El camuflar esto es pretender que nadie vea lo evidente. Termina fungiendo como una lavada de cara al kirchnerismo, acción que sólo sirve para marearse y crear confusión en los luchadores.

Pero esto es, además, una orientación peligrosa en la medida que licúa el carácter independiente del EMVyJ. No olvidemos que este espacio, más allá de que se formó varias años antes, tiene el invalorable mérito de haber mantenido las banderas de independencia política de todo gobierno y de haber luchado contra la cooptación del kirchnerismo, que utilizó las banderas de los derechos humanos en contra de los trabajadores.

El Nuevo MAS, como integrantes del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, vamos a seguir dando la discusión política en el seno del mismo para evitar que se termine de consumar semejante error. En este sentido llamamos a los compañeros del MST a rever su orientación última, defender la independencia política del EMVyJ y dar la pelea este 24 de Marzo por un acto independiente contra Macri, la burocracia sindical y sus cómplices.

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