Este martes 31 de octubre el gobierno del PRO lanzó en los profesorados el Operativo “Enseñar”, primo hermano del ya mencionado “Aprender”. El “Enseñar” no es más que otra prueba estandarizada que intenta, como parte de un “plan maestro” del gobierno, poner sobre la espalda de los docentes la culpa de todas las problemáticas de la educación, reducir gastos estatales (privatizando la educación y precarizando el trabajo docente) y construir un nuevo paradigma de escuela al total y absoluto servicio de los intereses empresariales.

Rechazamos el Operativo «Enseñar»

Este pasado martes el gobierno de Macri lanzó el Operativo «Enseñar», que no es otra cosa que una nueva evaluación estandarizada para los estudiantes de los últimos años de los ISFD. La misma, al igual que el Operativo Aprender, pretende examinar la «Calidad del producto terminado» como parte del plan mas general de culpabilización docente del gobierno.

Expliquemos mejor este concepto. Estos operativos de evaluación estandarizada son armados por el Banco Mundial a medida de los intereses empresariales, no persiguen ningún objetivo pedagógico, sino que lo que buscan es culpabilizar a los docentes por la crisis educacional que los sucesivos gobiernos generaron. Culpabilizando al único sector que sostiene el funcionamiento de la educación pública buscan en realidad precarizar y ajustar a toda la docencia por su supuesta «ineficacia».

El Operativo «Enseñar» junto al «Proyecto Aguilar», abren la puerta a la lógica de la meritocracia tan mentada por los empresarios y los medios de comunicación. Con este sistema se busca tener docentes a los cuales se les pagará más, menos o nada, según sus títulos, ¡sí sus títulos!, ya que no será suficiente para ejercer la docencia acreditar el título docente, sino que además deberá contar con maestrías y posgrados (ofrecidos por empresas «amigas» del gobierno) mientras se le exigirá a la par el ser bilingües, abriendo así la posibilidad de despidos para aquellos que no cumplan con estas expectativas gubernamentales o incluso impidiendo el ingreso a la docencia de nuevas generaciones.

Es así que achicando la planta docente y precarizando a los que queden, es como pretenden reducir el gasto del Estado en educación para poder transferir esos dividendos a sectores empresariales.

«Proyecto Aguilar»: Con las alas del kirchnerismo y las garras del macrismo, intentan cazar a todos los docentes

Está claro que este gobierno ve a la educación como un gasto por lo cual debe, no sólo impedir el ingreso y recortar el plantel existente, sino que también busca la manera de cerrar institutos de formación docente pasando de 1.500 existentes a 200. Para esto plantea falsas comparaciones con países desarrollados, como las tantas veces mencionadas Finlandia o Francia; por supuesto que no tiene en cuenta para estas comparaciones realidades socioeconómicas, ni mucho menos territoriales. Pero veamos brevemente qué es el «Proyecto Aguilar». Es un proyecto presentado por el senador chaqueño Eduardo Aguilar, político y economista kirchnerista que trabaja palmo a palmo con Jorge Capitanich. Por supuesto que Aguilar tiene toda su formación relacionada a la economía y no a la educación, lo que explica que su proyecto sea un manantial de agua fresca para el macrismo regalado con un hermoso moño por el kirchnerismo. Cabe mencionar que no resulta asombroso que este proyecto haya sido presentado por un kirchnerista si tenemos en cuenta que el modelo de educación de la supuesta “década ganada” promovía los Fines, que funcionaban con reglas similares a las del ideal macrista en cuanto a la precarización docente.

La Ley Aguilar intenta imprimir en la educación pública la lógica empresarial que impera en una fábrica. Promueve así la formación de los cuerpos de conducción de las escuelas como “líderes” (o jefes podríamos decir) que no necesitan haber pasado por la carrera docente con anterioridad, introduce la figura de “facilitador”, que es una especie de capataz de fábrica que juzgará y dará los lineamientos para nuestro trabajo en el área y por último quedara el docente como simple “aplicador” de las líneas político-ideológicas del gobierno de turno. Entiéndase esto como una clara pérdida de autonomía del docente en el aula. Le proponemos un breve ejercicio al respecto. Intente imaginarse con estas nuevas reglas el tratamiento en el aula de la desaparición y asesinato de Santiago Maldonado…

Otra cosa que llama particularmente la atención es la desmedida insistencia en sus artículos sobre las tareas a realizar por el Instituto Nacional de Formación Docente (INFoD) sobre el cual pesarán una gran variedad de decisiones, entre las que se encuentran la asignación de becas y la planificación de los contenidos y las áreas necesarias para “el país”, que traducido a la realidad debe leerse como contenidos y áreas necesarias para los empresarios. Todo esto se decidirá, por supuesto, teniendo en cuenta los resultados de las pruebas estandarizadas; es decir, a través de la meritocracia. No casualmente la directora ejecutiva del INFoD, Cecilia Veleda, dijo textualmente que “[hay que] relacionar meritocracia con educación, con la docencia, por ejemplo. La meritocracia debe regir la carrera docente”.

En definitiva, la Ley Aguilar, no es más que un potenciador para el “plan Maestro” del gobierno, promoviendo la precarización laboral y el adoctrinamiento ideológico.

Los primeros ataques ya están en marcha, hay que organizarse para no permitir dejar de aprender por culpa del “Aprender”, ni dejar de enseñar por culpa del “Enseñar”  

Al cierre de esta edición se empezaba a conocer la noticia de que la ministra de Educación jujeña, Isolda Calsina, disponía mediante la resolución Nº 7239 el cierre de 5 profesorados de la provincia del norte. Es por todo esto que debemos organizarnos para rechazar las reformas educativas en general y es por eso que nos organizamos el martes en los profesorados para rechazar el Operativo Enseñar en particular.

Gracias a esa organización y toma de conciencia por parte de los docentes y futuros docentes se ha logrado rechazar el Operativo en muchos profesorados de la Provincia y CABA. Esta debe ser una bocanada de aire que nos permita redoblar la apuesta y estar preparados para lo que viene.

Necesitamos una educación crítica, que nos ayude a pensar y transformar la sociedad. Para eso los planes deben ser discutidos por los verdaderos actores de la educación: Los docentes, estudiantes y la comunidad a quienes nos brindamos, no necesitamos un plan armado por los CEOs del gobierno.

Llamamos a todos los estudiantes e institutos a seguir organizados y a exigirles a los sindicatos docentes que pongan en pie un plan de lucha para defender la educación pública de los ataques del gobierno.

Corriente Nacional Carlos Fuentealba

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