Que la crisis la paguen los patrones

 

El gobierno de Cristina K está descargando un brutal ajuste sobre los trabajadores. La inflación no para, aumentó el colectivo, la nafta, el gas y el agua. La mayoría de las paritarias son a la baja, no alcanzan a recuperar lo que se comió la inflación y en encima muchas paritarias son cómodas cuotas. Las patronales y la oposición aplauden todos acuerdan que las crisis la paguemos los trabajadores.

Pero sobre llovido mojado, a la inflación se le suma ahora una recesión y otra vez son los trabajadores los que pagamos los platos rotos. Pero en el caso de la industria automotriz es más indignante. Las patronales vienen de “su década ganada”, año a año rompieron los récords de producción; el año pasado se produjeron más de un millón de unidades constituyendo no solo un récord de producción sino fabulosas ganancias.

En el primer trimestre de este año la producción y las ventas cayeron un 15%. Las patronales ni lerdas, ni perezosas no se aguantan dejar de ganar ni un día y empezaron con suspensiones, retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y despidos.

Ahora las suspensiones parecen una epidemia: FIAT; Renault, VW; Peugeot- Citroen y detrás de las terminales viene el tendal en las empresa que producen para ellas. Hubo despidos a principio de año en Kromberg, donde las trabajado- ras y trabajadores siguen peleando por su fuente de trabajo. Hubo despidos en Yazaki, en Johonson, en Faurecia. Ahora se habla de casi 700 despidos en VW.

Desde el mes pasado la patronal descargó su crisis sobre los trabajadores de Gestamp que viene resistiendo estas suspensiones. Por qué las suspensiones son despidos encubiertos porque son a los compañeros con legajo médico, son a los compañeros activistas y que no se callan ante los atropellos patronales quienes son suspendidos. Ahora se venció el primer mes de suspensiones y vuelve a poner a muchos compañeros que ya estuvieron suspendidos.

En vez de rotar a todos, mostrando claramente que se persigue y discrimina a los compañeros.

La política del Gobierno de Cristina y de Pignarelli, no es evitar las suspensiones y los despidos, abiertos o encubiertos, sino que estos no se noten, que no tengan prensa, que no hagan ola. Porque lo último del relato K que les queda es que hay trabajo pero eso ahora también está en entre dicho.

El 10 de abril los trabajadores ya mostramos la bronca haciendo un paro total y los piquetes que hizo la izquierda dieron en más de un caso la excusa per- fecta para adherirse, hay bronca y hay ganas de pelear pero en la mayoría de los casos los trabajadores están solos, pelean aislados, se intenta dividir cuando la mejor manera de enfrentar esta crisis es todos juntos.

Ante esta situación no hay salida individual, si la patronal avanza en su plan de despedir a los compañeros recalificados y a los activistas; ya nadie más se va poder enfermar, ya nadie más va a poder reclamar por sus justos derechos y los que quedan quedaran en perores condiciones para resistir los aumentos de los ritmos de producción, en resistir las malas condiciones de trabajo y ni hablemos de mejoras económicas.

Hoy lo más importante es que los compañeros de Gestamp ganen porque si ellos ganan todos estaremos en mejores condiciones para enfrentar las suspensiones y despidos.

Por eso hoy lo más importante es rodear de solidaridad a los compañeros de Gestamp.

Dese el nuevo MAS nos ponemos a sus disposición para que esta batalla se gane porque si ganan ustedes ganamos todos.

 

Viva la lucha de los trabajadores de Gestamp.

No a las suspensiones ni a los despidos encubiertos.

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