Balance de las elecciones de la UBA

La semana del 11 al 15 de septiembre se llevó adelante la ronda de elecciones en la UBA en la que se renovaron las conducciones de los Centros de Estudiantes y los Consejeros Directivos en las 13 facultades. La semana de votación se desarrolló en un clima más bien frío, con menor intensidad respecto a otros años, lo que acompaña la actual situación del movimiento estudiantil universitario, que no se encuentra en un momento de gran movilización. De conjunto la elección tuvo un carácter conservador, acompañando la coyuntura política adversa en que nos encontramos, pero en la que sin embargo no hubo grandes movimientos (no se modificaron las conducciones de los Centros de Estudiantes) y sobre todo, la izquierda mantuvo sus posiciones (en particular, la conducción del CEFyL).

Este primer dato es de importancia, ya que el momento en el que transitamos, con una avanzada represiva de parte del gobierno, que viene fortalecido desde las PASO, no logró teñir directamente los resultados de la UBA con un importante crecimiento de su sector político (Franja Morada-PRO): en Medicina retrocedieron 12 puntos y no lograron hacerse con los centros de FADU ni Psico. Las votaciones de consejos directivos, donde la elección es obligatoria y más vinculada a lo institucional, fueron el espacio donde hubo algunos corrimientos y donde se expresó más este resultado conservador. La Franja llegó a la mayoría estudiantil en Psico, el kirchnerismo logró acceder a la minoría de Exactas (desplazando a la izquierda al poder captar muchos de los votos que anteriormente eran de La Mella) y el caso de Sociales, con la división de los dos sectores que conducían, la UES (PJ-ligada al rectorado) y el kirchnerismo, que se quedaron con mayoría y minoría (quedando la izquierda en tercer lugar, por poco margen).

Por fuera de estos casos, el resto se mantuvo. En términos generales, entonces, el mapa de la UBA aparece con una composición similar a la que quedó plasmada el último año de grandes modificaciones, 2015, donde hay 3 sectores: la izquierda, la Franja Morada y el bloque K-La Mella, en los que ninguno estaría en condiciones de hacerse con la FUBA.

Por otra parte, dentro del espacio del kirchnerismo es donde se dieron algunas de las modificaciones más salientes. En primer lugar, uno de los grandes datos de la elección era la disputa por el centro de Sociales luego de que se partiera el frente de conducción que desde hace dos años conformaban la UES y el kirchnerismo. Esta ruptura se dio al calor de la disputa por el decanato de la facultad, entre Carolina Mera (apoyada por la UES, más cercana al rectorado y que recibió también el apoyo de Filmus) y el actual decano Glenn Postolski (impulsado por las agrupaciones K). Esta ruptura polarizó la elección, en donde la UES se llevó la mayoría y en segundo lugar quedó el kirchnerismo, que sumó a La Mella a su frente.

Este último dato es importante, y viene a confirmar una trayectoria de integración de La Mella hacia el kirchnerismo, de la mano con su participación en la interna del PJ en la ciudad y que se replicó en varias facultades donde se presentaron en conjunto (las más salientes Filo -desde el año pasado- y Sociales). De esta manera, se consolida cada vez un bloque político entre estos dos sectores, lo que a su vez genera una mayor presión y crisis sobre los ya endebles acuerdos de la conducción de la FUBA (PO-La Mella).

La elección de la izquierda

En este marco, las elecciones de la UBA demostraron que la izquierda sigue siendo un espacio político muy importante en la Universidad, y mantiene su caudal de votos. Así lo confirma la revalidación de la conducción del centro y la mayoría estudiantil en Consejo en Filo (donde tenemos la vicepresidencia), al día de hoy la facultad en donde tiene mayor peso la vanguardia, que pudimos sostener frente a un nuevo intento de copamiento de parte de la gestión de la facultad a través del frente entre el kirchnerismo y La Mella, que aun así no logró desplazar a la izquierda. A su vez, se han dado importantes resultados, como en Medicina, conquistando un consejero por la minoría con la lista conformada entre Ciencias Médicas de Pie y el PO.

Dentro de la izquierda se evidenció un debate en toda la UBA alrededor de las dos orientaciones distintas que se plantean de cara a los estudiantes, que refleja el debate a nivel nacional: entre los partidos del FIT y el Nuevo MAS e Izquierda al Frente por el Socialismo. Este debate se procesó de distintas maneras en las facultades, pudiendo conformar listas en común en algunas, mientras que en otras se presentaron los dos frentes. Luego de esta elección quedaron plasmados estos dos sectores dentro de la izquierda, que desde el Nuevo MAS nos jugamos a instalar, con resultados salientes como por ejemplo Derecho (donde hubo un nuevo capítulo de las escandalosas impugnaciones del FIT, que en Centro de Estudiantes se logró imponer con el aval de la Nuevo Derecho, la Franja Morada, el PRO y el kirchnerismo), facultad en la que siendo la segunda vez que nos presentamos, y la primera vez encabezando un frente, hicimos una gran elección y consolidamos una relación de 3 a 1 frente a los 3 partidos del FIT que hace años están en la facultad.

Desde el Nuevo MAS nos presentamos en las 7 facultades más importantes (Filo, Sociales, Derecho, Medicina, Psico, Exactas y por primera vez en FADU) llevando adelante una campaña que ponía en primer lugar la pelea por organizar fuertes centros para parar la represión y el ajuste de Macri. Discutimos con miles de estudiantes la necesidad de poner en pie al movimiento estudiantil, en primer lugar para dar la pelea por la aparición con vida de Santiago Maldonado, la principal batalla del momento político para poder frenar al gobierno. A su vez, frente al plan de ajuste y el presupuesto de miseria del macrismo y las autoridades, opusimos un Plan B para toda la UBA, exigiendo la triplicación del presupuesto educativo, la pelea por los derechos de las mujeres en toda la Universidad, por el derecho a investigar bancando la lucha del CONICET y dando respuestas a los problemas de todas las facultades. Además, este año se renuevan las gestiones de las 13 facultades y el rectorado de la Universidad, y frente a las elecciones antidemocráticas de quienes vienen a aplicar el ajuste a la UBA seguimos plantándonos en la pelea por la Democratización. Y finalmente, entendiendo que todos estos problemas se resuelven en el marco de una pelea más general, planteamos la unidad con las luchas de los trabajadores y sobre todo, la necesidad de plantear una alternativa de fondo, y por eso planteamos que la salida es con la izquierda y en ese sentido compartimos la instalación de la nueva figura de la izquierda, nuestra compañera Manuela Castañeira, expresando la bronca de miles contra el macrismo para poder organizarla y derrotarlo en las calles.

Estas elecciones dejan planteados grandes desafíos para el Nuevo MAS. En primer lugar, seguir consolidándose como una de las principales fuerzas de la izquierda para poder salir con todo a organizar la pelea contra el ajuste en la educación y por un movimiento estudiantil que se vincule con las peleas de los trabajadores y el movimiento de mujeres, para poder frenar el ajuste y la represión de Macri; y por otro lado imponer una enorme movilización por la aparición con vida de Santiago Maldonado. ¡Sumáte a dar estas peleas con nosotros!

J.P.

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