Este domingo pasado el voto castigo sorprendió a más de uno; con la participación del 85% del electorado se produjo una derrota histórica de los hermanos Rodríguez Saá, que con el 36% perdieron a manos del candidato de Macri en la provincia con el 59%, con una diferencia de más de 20 puntos de Claudio Poggi, en una situación de hartazgo de la población de 34 años de dominio político y económico y de que los únicos beneficiarios del modelo provincial fueron ellos, funcionarios y empresarios amigos, del cual el mismo Poggi fue el garante más importante que tenían, fue su ex empleado por más de 20 años… Recordamos una situación similar en la cual un sector de trabajadores terminaron votando a Macri y a la derecha castigando al gobierno de Cristina. También cabe recordar que en octubre de 2015 el mismo Adolfo Rodríguez Saá, durante el ballotage, llamaba a votar por Cambiemos, que ganó con el 70% y que sólo la pelea por la plata que le debe la Nación es que terminaron apoyando a Cristina y a los K, que terminaron haciéndole la campaña, incluido el PC… Y hasta algunos son funcionarios. Los millones de pesos y el aparato del Estado no le sirvieron de nada y Poggi, casi sin campaña, y en forma silenciosa, sólo con el carisma y su acercamiento a la población pudo ganar. Además no formuló críticas a los hermanos Saá y del gobierno nacional, nada. Tampoco dijo nada de los 7000 despidos desde 2016, del 40% de pobreza y de los salarios de hambre en la provincia, que el Estado sigue a través de decretazos y sin paritarias, no olvidemos que octubre de 2015 ordenó la represión a los obreros de Tubhier en Villa Mercedes y que fuera hábilmente traicionada por la burocracia sindical peronista de la UOM.
El triunfo del candidato a senador nacional abre la puerta a posicionarse a la gobernación de 2019 y confirma el giro del electorado a la derecha, fortaleciéndose el gobierno de Macri y su plan de AJUSTE con REPRESIÓN, que ya de hecho las patronales están aplicando contra los trabajadores, proceso que es parte de un proceso regional. Poggi no sólo levantó la mano para aprobar las leyes que quería el gobierno nacional, sino que va a aplicar todas las políticas neoliberales contra los trabajadores, como la REFORMA LABORAL, que nos condenará a situaciones de desprotección sindical, salarios de hambre, más flexibilidad para que las empresas hagan lo que quieran, junto a la complicidad de la dirigencia sindical de la CGT. Además de la reforma previsional que elevaría la edad jubilatoria y habilita a que vuelvan las empresas privadas a hacer sus negocios. Muchos trabajadores se quieren sacar a los SAÁ, pero POGGI es el MACRI DE SAN LUIS QUE GOBIERNA PARA LOS RICOS.
La Izquierda de conjunto llegó al 7%, el PTS-FIT logró un respetable 2% con 5.600 votantes, contando con el apoyo del frente Darío Santillán, que actualmente dirige el gremio de ADU (Asociación Docentes Universitarios). Dato nada menor, logrando pasar a octubre. Como lo fue la participación de los candidatos del Nuevo MAS en la lista 38 del MST con 0, 52%, con unos 1.500 votantes. Confirmando la relación de 3 a 1 dentro de la izquierda, que además no hay una sola, sino que también hay otra izquierda, como lo es la Izquierda al Frente por el Socialismo, que plantea la UNIDAD de toda la izquierda para enfrentar el brutal ajuste del gobierno de Macri y las patronales y que sigue siendo una responsabilidad del FIT, pues no sólo con más votos y varios diputados se va a poder derrotar a los ajustadores, sino con un programa de clase, junto a la lucha de los trabajadores y su organización unificada de cada pelea. Desde el Nuevo MAS de San Luis, para ser nuestra primera participación en unas elecciones, es como la carta de presentación y somos la otra alternativa de izquierda que dijo ¡presente! y no sólo agradecemos a nuestros electores de la provincia, sino al esfuerzo militante de una organización en construcción y en crecimiento, que dará batalla no sólo en las luchas de los trabajadores, las mujeres y la juventud, sino haciendo un llamado a ser protagonistas y a que se organicen con el Nuevo MAS y Las Rojas, ante los próximos desafíos que vienen.
Italo Gallardo M