El sábado 29 de julio, Anahí salió a caminar por Santa Catalina como muchas veces lo había hecho, probablemente a dibujar o simplemente a despejar la mente, pero a diferencia de todas esas veces, ésta no volvió. Esa misma noche su familia hizo la denuncia, al día siguiente llamaron a declarar a sus amigos, a su novio y a varios conocidos de Ana. El lunes se realizan dos movilizaciones en Lomas de Zamora hacia la Municipalidad exigiendo su aparición con vida, el martes se realiza una radio abierta en el centro de Lomas, el miércoles sus vecinos llaman a una marcha de antorchas y el viernes finalmente hallan el cuerpo de Anahí. Durante todos esos días su familia, su novio, sus amigos, sus compañeros, sus vecinos y las organizaciones estuvimos buscando a Ana, nos organizamos para hacer pegatinas con su cara, para repasar sus últimos pasos e ir a buscarla. La policía no salió a buscarla el mismo día que desapareció; no pidió las cámaras del lugar; no rastrilló a tiempo; la madre llamó 3 veces al 145 y no la atendieron, recién le devolvieron la llamada cuando el caso se hizo público. La autopsia de Anahí revela que estuvo viva 4 días. Si la policía, si la justicia, si el gobierno tanto municipal, como provincial y nacional hubieran actuado a tiempo podrían haberla hallado con vida. El caso de Anahí demuestra más que nunca cómo el gobierno y el Estado en su conjunto son responsables de los femicidios.
La fiscal que lleva el caso adelante de Anahí es Verónica Pérez, de la fiscalía N° 2 de Lomas de Zamora, fiscalía que la justicia provincial se enorgullece de presentar como especializada en género. Pero dicha fiscalía es la que no actuó a tiempo para hallar a Ana con vida. ¿O acaso no deben las fiscalías especializadas en género actuar más inmediatamente que ninguna otra ante la desaparición de una mujer entendiendo que lo más probable es que estemos ante un crimen de trata o femicidio? De nuevo, justamente porque la joyita de los Tribunales de Lomas no buscó a tiempo a Ana es que la asesinaron. Hoy seguimos sin tener un autor claro del femicidio, la fiscal está más tiempo hablando en los medios de la vida íntima de Ana que buscando al responsable de su femicidio.
El sábado 5 de agosto se había llamado a una movilización hacia el Congreso Nacional exigiendo la aparición con vida de Anita, lamentablemente tuvimos que transformarla en un grito de justicia. Pero fuimos miles los que estuvimos ahí, porque esta pandémica violencia hacia las mujeres no se soporta más, porque no se soporta que una mujer sea asesinada cada 26 horas por el simple hecho de ser mujer y tengamos un gobierno que mira para otro lado y una justicia que libera femicidas.
Desde Las Rojas entendemos que no hay que permitir que nos distraigan de lo principal, que si todos los que conocimos a Ana no nos organizamos, no sumamos fuerzas con todos los que estén dispuestos a luchar y no salimos a la calle a reclamar justicia, el caso se va a perder en los pasillos de Tribunales. De la misma manera que si nosotros no salíamos a buscarla, nunca la hubieran encontrado, porque hay que dejar algo en claro: a Ana la encontraron porque no salimos un segundo de las calles.
Todos los que conocimos a Ana estamos devastados del dolor, pero podemos hacer algo con él, transformarlo en lucha. Anita era una luchadora, quería cambiar este mundo en uno realmente humano. Nosotros le debemos a Ana seguir luchando, no bajar los brazos y seguir en las calles exigiendo justicia.
Desde Las Rojas, Tinta Roja y el Nuevo MAS ponemos a disposición toda nuestra militancia para hacer justicia por Ana.

¡Destitución de jueces y funcionarios que amparan la violencia de género! 

¡El gobierno y el Estado es responsable! 

¡JUSTICIA POR ANAHÍ!

Tinta Roja – Las Rojas Sur

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