Por Claudio Testa



Entre la espada de Kiev y la pared de Moscú

 

Finalmente, después de sucesivos y vergonzososreveses, los títeres deEEUU y Alemania, agrupados en la “Junta de Kiev”, están logrando atacar con éxito varias de las ciudades y oblasts sublevados del Este de Ucrania. El ostensible viaje a Kiev, días atrás, de John O. Brennan –director de la CIA– para implementar esta ofensiva, comenzó a dar sus frutos. Además, se ha puesto en evidencia que los sectores populares en rebelión ni son “soldados rusos disfrazados” ni Moscú les presta apoyo militar.

En las últimas semanas, los resonantes fracasos del presidente Turchínov y su primer ministro Yatsenyuk habían tenido ribetes tragicómicos, como el de la inexplicable desaparición de algunos tanques… que habrían sido “robados”. Buena parte de las tropas del Ejército enviadas a reprimir o desertaban y se pasaban de bando, o se limitaban a cumplir las órdenes sólo formalmente, acercándose a las ciudades en rebelión pero sin atacar.

Por eso, en algún momento, a fines del mes pasado, con lágrimas en los ojos, Yatsenyuk reconoció ante el “parlamento” de Kiev yuna reunión de gobernadores, que “la policía y las fuerzas de seguridad del gobierno, han perdido el control del Este”[[1]].

Y el primer ministro explicaba así los motivos: “La inactividad, la impotencia e incluso la traición criminal contaminaron a nuestras fuerzas. Es difícil aceptarlo, pero es la verdad. La mayoría ha sido incapaz en el Este de cumplir con sus deberes [es decir, reprimir].”(NYT, cit.)

Efectivamente, no sólo la policía sino también muchas unidades del Ejército enviadas al Este o no actuaban o se desbandaban. Y un sector, incluso, izaba la bandera rusa y se pasaba con armas y bagajes al “enemigo”. Incluso la prensa occidental pro-Kiev se llenó de crónicas, fotos y videos de esos incidentes.

¿Cómo la “Junta de Kiev”ha logrado revertir esto? ¿Por qué ahora ha podido iniciar una contraofensiva exitosa, cuando en un primer momento se le “derretían” –literalmente– muchas de las fuerzasmilitares y policiales que enviaba al Este?

Fuerzas armadas para la guerra civil

La respuesta es simple: mientras sucedía eso, también estaba en curso una “recomposición” de la fuerzas armadas y de represión. En pocas palabras, lograronconstituir (habrá que ver realmente con qué poderío) un ejército para la guerra civil.

Por datos coincidentes, tanto de la prensa occidental como la de Moscú, esto tuvo dos aspectos principales.

El primero, más “objetivo” fue facilitado por las mismas deserciones ocurridas en el Ejército y otras fuerzas de seguridad. Implicaron de alguna manera una “depuración”. A esto se agregaron medidas de reorganización del mismo Ejército, como poner en acción principalmente a militares provenientes del Oeste de Ucrania, donde domina el sentimiento “anti-ruso”, por así decirlo, y es fuerte la extrema derecha.[[2]] Simultáneamente, los elementos “dudosos” que no habían aún desertado, fueron retirados de la primera fila.

Pero la medida quizás más importante, tomada ya antes de estallar el Este, fue la constitución de una “Guardia Nacional”, en base a “voluntarios”. Es decir, un “ejército Nº 2”. A esta Guardia Nacional habría ido a parar una buena porción de los militantes de extrema derecha.

La asimilación del activismo nazifascista por vía de su encuadramiento en organismos represivos del Estado (y no sólo en esa Guardia Nacional, sino también en la policía) fue una política aplicada desde el primer día, mucho antes del estallido del Este.

En esos momentos respondíaprincipalmente a la necesidad de tenerlos controlados, más que de utilizarlos ya mismo.[[3]] Pero luego la rebelión en el Este hizo delos activistasnazifascistasuna necesidad de primer orden. Es que –como había advertido Trotsky– un rasgo esencial del fascismo es intervenir en política con métodos de guerra civil. Y a estos“especialistas”acude hoy la coalición de oligarcas ucranianos y agentes de Washington y Berlín que gobierna en Kiev, para que le curen el mal de la rebelión del Este.

El giro a un “ejército de guerra civil” comienza a darle resultados, con los primeros “éxitos” –es decir, masacres– en el Este sublevado, como la de Odesa. Allí casi cincuenta presumibles“pro-rusos” que estaban dentro de la Casa de los Sindicatos,fueron quemados vivos. El ataque lo realizó una milicia al servicio de la Junta de Kiev, compuesta por militantes neonazis del PravySektor.

Estos éxitos se ven, además, muy facilitados porque Putin no provee ni un cartucho a los “pro-rusos” del Este ucraniano.

Rusia y los motores de la rebelión en el Este

Como señalamos en artículos anteriores, el levantamiento del Este es,socialmente, larebelión de la región industrial y obrera de Ucrania. Un hecho social que no aparece directamente a los ojos del mundo, porque se presenta combinado y “encubierto” concomplejas mediaciones etno-lingüísticas, históricas y hasta confesionales.

Los equívocos comienzan con la misma etiqueta que se pone a sus protagonistas –la etiqueta de “pro-rusos”– cuando en verdad gran parte de ellos no aspira simplemente a anexarse a Rusia, sino por lo menos a un cierto grado de autodeterminacióny de mantenimiento de relaciones estrechas con Rusia, ante las amenazas muy concretas que representa la “Junta de Kiev”.

En el fondo de esto, el gran hecho estructural–que subrayan todos los analistas serios– es que “la gran industria, que está en el Este, está orientada principalmente hacia el mercado ruso. En ese sentido, la asociación con la Unión Europea significa una verdadera sentencia de muerte para muchas fábricas en el este de Ucrania. Significa cierres de plantas, significa desempleo masivo”.[[4]]

“La moneda nacional –subraya también un sociólogo ucraniano–ha perdido el 40% de su valor en los últimos dos o tres meses, y el pueblo del Este de Ucrania es en su gran mayoría trabajador o jubilado. Ellos hablan del salario, de los precios, del colapso de la industria. Muchos de ellos demandan su nacionalización y exigen salarios decentes por su trabajo. Su protesta tiene mucho que ver con la economía y no solamente con la identidad.

“Pero también, por supuesto, hablan de su dignidad, de su lengua [el ruso], de su historia, de sus héroes, y de la cuestión de la federalización:algo que tambiénanima a lacuestión del reconocimiento desu autodeterminación, la cuestión de sus libertades y derechos concretos.”[[5]]

Por el contrario, según su misma opinión,el Euro-Maidan de Kiev“comenzó más como una protesta‘ideológica’, en alguna medida un intento de alcanzar el ‘Sueño Europeo’, una especie de utopía que resolvería los problemas de Ucrania. Y, para otros sectores, fue también una protesta contra Rusia. […] Pero luego, durante el levantamiento de Maidan vinieron las cuestiones de la represión policial y la violencia… Ellas se volvieron más importantes que lo de la asociación con Europa…”.[[6]]

El gran problema para los trabajadores alzados en el Este, es que finalmentevan a tener en relación a Moscú el mismo fiasco que los sectores populares honestamente ilusionados en el Oeste con la Unión Europea. Un fiasco de formas diferentes pero de igual contenido. La UE (y EEUU), por un lado, y el Kremlin, por el otro, pueden utilizar a tal o cual sector del Este o el Oeste… pero ante todo tienen intereses propios y distintos.

Y, al igual que en el Oeste, estas confusiones se agravan por la debilidad o directamente la ausencia de direcciones políticas independientes, de partidos propios y de clase.

Esto nos lleva a un problema central: la siniestra política del Kremlin en relación a Ucrania, que tratamos en otro artículo.

 

[1].- Alison Smale from Kiev, and Andrew Roth from Donetsk, “Ukraine Says That Militants Won the East”, New York Times, April 30, 2014.

[2].- Esto hunde sus raíces en cuestiones históricas de la formación económico-social y la política ucraniana, que se expresaron también en la Segunda Guerra Mundial y que siguen estando presentes. En el extremo Oeste de Ucrania (capital Lviv), abundaron los colaboradores con el nazismo –los llamados “banderovski”–, al punto que formaron toda una división de las SS, la 14º SS “Galizien”. El Este ucraniano, por el contrario, fue un bastión de la resistencia antinazi, con más de 250.000 hombres y mujeres enrolados en las guerrillas contra la ocupación alemana. Durante el Euro-Maidan, las organizaciones fascistas y neonazis, como Svoboda y PravySektor, jugaron un papel muy importante. Se reivindican expresamentecontinuadoresde los“banderovski”. Recientemente, organizaron en Lviv una marcha en homenaje a la División SS “Galizien” [ver: “Neo-Nazis march in Lvov ‘in honor’ of UkrainianWaffen SS division (photos)” en http://rt.com/news/155364-ukraine-nazi-division-march/ ]

[3].- Y si quedaba algún “incontrolable”, como el caso de OleksandrMuzychko, fue oportunamente ametrallado.

[4].- “Rusia și Ucraina. Momentul adevărului”, Criticatac, Bucarest, 22/04/2014.

[5].- VolodymyrIshchenko, “For Ukrainians, as for any other people in the world, the main threat is capitalism”, LeftEast, April 30, 2014.

[6].- Ishchenko, cit.

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