Congreso de la FUBA: Franja Morada y los K, contra la organización estudiantil



 

Una vez más, Franja Morada/Nuevo Espacio, ha decidido no presentarse al Congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires, boicoteando la elección de autoridades de la misma, e intentando deslegitimarla. A la Franja Morada, la siguieron en primer lugar el PRO y el PS y los vergonzantes binneristas de Libres del Sur.

 

Franja Morada viene envalentonada de haber ganado el centro de estudiantes de Medicina, pero sobre todo por haber puesto a Barbieri como rector de la UBA. Esta agrupación, pata estudiantil del rector y de la política privatista sobre la universidad pública que el mismo viene de desarrollar en la Facultad de Ciencias Económicas como decano, opera desde sus representaciones en el movimiento estudiantil para colaborar con la política del Rectorado. Su pretensión es abrirle el camino a Barbieri, Richarte y Yacobiti para desarrollar su política y desarmar al movimiento estudiantil para que no sea capaz de enfrentarlos.

 

Sin embargo, el principal aliado con el que ha contado la Franja en este boicot a la Federación ha sido La Cámpora. Sin poder diferenciarse de la política de “la derecha”, “los gorilas” de la Franja Morada, decidieron sumarse a la maniobra no presentándose al Congreso. Como el ex decano de Sociales, Schuster, que se candidateó para integrar el rectorado de Barbieri, La Cámpora se sumó al boicot de Franja Morada porque a pesar de sus cantitos y bravatas contra los morados, en el fondo están de acuerdo con la orientación política de estos sectores para la Universidad, que va en la línea de aplicar el ajuste del gobierno nacional hacia el interior de la UBA.

 

A pesar de la imposibilidad de realizar la elección de una nueva conducción, los K y la Franja no tienen ni el quórum ni la legitimidad (como lo demuestran las elecciones en los centros de estudiantes) para realizar un congreso propio. Desde el Nuevo MAS defendemos que la Federación no haya caído en manos de los enemigos del movimiento estudiantil, y llamamos la atención del conjunto de los estudiantes sobre este boicot, señalando que es necesario poner en pie al conjunto de los estudiantes para defender nuestros propios organismos de lucha contra los intentos de las agrupaciones de la gestión y el gobierno de boicotear los espacios de organización estudiantil.

La Franja y los K, no quieren que haya instancias de organización estudiantil, porque saben que cuando somos miles en las calles, organizados en asambleas en cada facultad, en interfacultades y plenarios, ninguna gestión ni gobierno pueden parar la lucha estudiantil!

 

 

Un programa para el movimiento estudiantil

 

Los centros de estudiantes, las federaciones y el conjunto de los organismos del movimiento estudiantil tienen la potencialidad de ser valiosas herramientas para organizar a los estudiantes y ponerse a la cabeza de sus luchas. Al mismo tiempo, pueden jugar un rol de vanguardia junto a los trabajadores que salen a pelear, como ocurre en el marco del ajuste actual. Es por eso que defendemos incondicionalmente a la FUBA frente a los enemigos del movimiento obrero y estudiantil –Franja Morada, el kirchnerismo y los aliados de ambos- pero también sostenemos una profunda crítica a la orientación actual de la Federación (PO-La Mella).

Esta última se encuentra, en estos momentos, muy por detrás de las circunstancias. Mientras miles y miles de trabajadores discuten cómo organizarse para derrotar el plan de ajuste de los K y la oposición, la dirección del movimiento estudiantil de la UBA se declara prescindente. Obviamente, es muy progresivo que se haya participado en el acto unitario del 1° de Mayo –al cual, dicho sea de paso, prácticamente todas las corrientes combativas de la Universidad adherimos y convocamos- pero eso no quita que la FUBA no haya pasado la prueba de la lucha de clases en sus acontecimientos más importantes, como la histórica huelga docente o el paro del 10 de abril, ambas instancias en las cuales no cumplió ningún rol.

Por otra parte, es incomprensible cómo Franja Morada, una fuerza minoritaria en la Universidad, puede darse el lujo de boicotear los congresos de la Federación sistemáticamente y sin pagar demasiado costo político. Entendemos que esta situación es en parte responsabilidad de la conducción de la Federación que se muestra impotente. Creemos que la única forma de defender a la FUBA de los ataques de la Franja y del gobierno es llamar al conjunto de los estudiantes a defenderla, para lo cual el PO y La Mella deben abandonar el funcionamiento con rasgos burocráticos y de aparato que ha caracterizado a la misma en los últimos años.

El PTS, una corriente que critica “el funcionamiento” (de manera abstracta) de la Federación, tampoco acierta en su posición. Es que esta organización aprovecha la parálisis de la FUBA para hacer autoproclamación. Para sorpresa de muchos, en su intervención en el plenario de cierre no mencionaron el problema del ajuste, del gobierno, el boicot de Franja Morada ni las tareas del movimiento estudiantil ni siquiera una vez. En cambio, prefirieron hacer apología de unas “Jornadas de la mujer” impulsadas por ellos en el 2013, que estuvieron igual de vaciadas que las demás instancias a las que suele convocar la Federación. La diferencia: que las convocaba… el PTS. De esta manera, esta secta de autobombo le da la espalda a las tareas que la realidad objetiva plantea y usa, a su manera destructiva, a la FUBA como “su” propia chapa.

Desde ¡Ya Basta! y el Nuevo MAS planteamos el rumbo opuesto, de manera cotidiana y también en cada una de las instancias del Congreso. Por ejemplo, mediante la participación en el panel de movimiento obrero de nuestro compañero Luis Donadío, candidato a Secretario General para las inminentes elecciones en la CTA por la Lista 5 Carlos Fuentealba, representativo de la lucha que tienen por delante los trabajadores para desbordar desde el clasismo a las direcciones burocráticas traidoras.

Asimismo, pusimos nuestra militancia e intervenciones al servicio de explicar por qué la tarea del momento es la unidad con el movimiento obrero, incluso para satisfacer nuestras propias demandas (como el presupuesto y la democratización de la Universidad). Es que no hay forma de que mejore nuestra situación, siquiera como estudiantes, si no es derrotando el plan ajustador del gobierno, que implica el desguace y la privatización de la educación pública. No nos guía ninguna concepción obrerista en abstracto, sino la comprensión de que son los trabajadores nuestros aliados naturales y necesarios para transformar la realidad.

Al servicio de esta perspectiva seguiremos peleando en toda la UBA con nuestra militancia cotidiana y las posiciones conquistadas en el movimiento estudiantil.

 

Flor y Duch

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