Por Zoila Mara, desde Caracas para Socialismo o Barbarie, 04/07/2017

La oposición de derecha MUD (Mesa de Unidad Democrática) tiene meses llamando a marchas, plantones, trancones, paros en Caracas y el interior del país para derrocar a Maduro

La prensa internacional y cierta prensa de derecha, grita que sus llamados son seguidos por todo el pueblo, que son convocatorias exitosas. Pero, viviendo en pleno centro de Caracas, no vemos para nada ese rotundo éxito de la derecha.

En los últimos tiempos, en el Oeste de la ciudad –la zona donde no viven los más ricos– ha habido algunos desórdenes puntuales, pero la mayor parte del tiempo está todo tranquilo. El jueves de la semana pasada, la MUD llamó a cacerolear. Nosotros hemos escuchado una sola cacerola ridículamente aislada, en nuestro vecindario de Guaicaipuro, barrio del Oeste.

Asimismo, las manifestaciones de la MUD vienen convocando menos gente. En la última, el 1º de julio, apenas reunieron unos 3.000 en el Este de Caracas, la zona donde viven los ricos.

Los trabajadores y el pueblo siguen su trajinar diario. Están pendiente de los trancones anunciados sólo para evitar encontrarse en ciertos puntos del este de la ciudad a esa hora, porque el transporte público puede verse perturbado.

Simplemente estas acciones de la derecha son una anomalía y una molestia más para el pueblo trabajador, ya acostumbrado a las colas, a que el metro no funcione, a que haya muy pocas camionetas de transporte porque no hay piezas de recambio, etc.

La gente dice: “¡verdad que las cosas están muy caras, ya no se puede vivir!”… Pero de ahí a apoyar la oposición de derecha para derrocar a Maduro en acciones de calle, hay un gran trecho… Y eso que se ven mujeres famélicas recogiendo comida en la basura, señal de que los más pobres tienen hambre.

Hemos visto mujeres viviendo en plena avenida, entre los dos canales de circulación, prostituyéndose para sobrevivir. El gobierno acaba de meter a la cárcel otra mujer que intentó abortar con pastillas a los seis meses de embarazo, y nadie sale a la calle contra tanto atropello y crueldad patriarcal!![1]

Y esto sucede no solamente por la desmovilización del movimiento obrero y popular, que fue el gran triunfo de Chávez. Su régimen también logró acabar con las iniciativas de autorganización de los trabajadores del 2003 y 2004. Priman hoy la despolitización y, simultáneamente, el control político a la que está sometida toda organización popular.

Ya es costumbre escribir que los trabajadores y el pueblo de Venezuela están sufriendo una terrible situación. Desde 2013 una inflación creciente, ahora del mil por ciento, ha disuelto los salarios.

En 2016, no se conseguían alimentos esenciales, porque estaban a precios regulados. Había que procurárselos, con suerte, en el mercado negro.

En 2017, el gobierno “liberó” los precios. Los alimentos aparecieron pero a precios mayores que en Europa. Con dólares vendidos en el mercado negro (8.000Bs. por dólar U$A) los precios de los alimentos son comparables a los de Francia, uno de los países más caros de Europa!!! Sólo las legumbres y verduras producidas en Venezuela, son más baratas.

¡Y el salario mínimo –aun con el reciente aumento a 97.331Bs que acaba de anunciar Maduro– llega apenas a 12 dólares del mercado negro!

Claro, hay alimentos que los trabajadores compran más baratos en los CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción), que permiten sobrevivir penosamente. Pero esto apenas incluye tres paquetes de pasta, arroz, harina pan, un kilo de leche…una vez al mes!!! Esa bolsa del CLAP no trae proteínas, ni productos de higiene, inalcanzables para muchos hogares.

Productos como el pan salado, regulado, aparece raramente, y las colas para comprarlos son largas. Sin embargo, las panaderías están llenas de croissants, dulces de pastelerías, cachitos de jamón, fabricado con la misma harina pero no regulados. Pero son casi invendibles… demasiado caros para el trabajador.

Los precios de las medicinas están controlados, por eso su tremenda escasez. Los importadores farmacéuticos reciben dólares “preferenciales” –mucho más baratos que el precio real del mercado negro– y no traen las medicinas. Siguen embolsillándose esos dólares en cuentas en el exterior, desde la época de Chávez. Nunca se vio tanta escasez de medicinas. Y mucha gente muere por eso.

Pero antes de Chávez, cuando la Cuarta República[2], también había decesos por falta de medicamentos. Los fármacos estaban a la venta pero los pobres no podían comprarlos, como se ve ahora en otros países de Latinoamérica. ¡Miles de habitantes adultos no tuvieron nunca en sus manos un medicamento hasta la llegada de la Misión Barrio Nuevo, dispuesta por Chávez en 2004!

Este desastre actual no es responsabilidad única de Maduro. Él no ha hecho sino seguir la política de Chávez, pero con muchos menos recursos. El país sigue dependiendo de importaciones que le salen carísimo, porque la “boliburguesía” importadora se ha lucrado y se lucra todos los días con esos dólares otorgados a bajo precio por el gobierno. Por el otro lado, Venezuela sigue siendo monoproductor de hidrocarburos, cuyos precios se derrumbaron en el mercado mundial.

El movimiento de masas de “espectador”

Podríamos lanzar hipótesis sobre algunas causas de esta posición de “espectador” del movimiento de masas:

* La oposición de derecha, la MUD, que es la que impulsa las manifestaciones, trancazos y guarimbas, está liderada por descendientes de la oligarquía caraqueña blanca, odiada conscientemente por los trabajadores y el pueblo, todos descendientes de indios y africanos esclavos. Chávez representaba más bien ese pueblo mestizo.

Esos “escuálidos” tan odiados, no son una alternativa que inspire confianza a pesar de la desesperación y la miseria. La mujer trabajadora no puede identificarse, por ejemplo, con la esposa de Leopoldo López, el dirigente derechista preso por incitación a la violencia. Ella es esbelta, blanca, con cabello rubio… y siempre “bien vestida”… Parece una actriz de Hollywood.

* Cuando la MUD utiliza las redes sociales para llorar el joven muerto en la diaria guarimba de derecha, los barrios pobres están llorando otros centenares muchachos muertos, continuamente y desde hace tiempo, víctimas de la represión de la actual “OLP”[3] o de la policía de siempre, que tienen permiso para matar a todo el que crean delincuente.

Los trabajadores y el pueblo de esos barrios lo saben. La vida del pobre no vale nada… otra razón para desconfiar de la MUD. Esos blancos “de cuna” nunca se han conmovido, ni mandado mensajes en twitter por las muertes de los jóvenes de los barrios, 40 muertes en promedio, cada semana, en Caracas.

* Racismo/clasismo de la MUD y sus seguidores: Para completar la imagen fascista de los opositores de derecha, ya van por lo menos cinco trabajadores, que pasaban cerca de las guarimbas, que fueron salvajemente golpeados, apuñalados, rociados de gasolina y quemados gravemente por parecer pobres, y ser de color… o sea, ¡chavistas!

¡Quién iba a pensar ver asesinatos racistas/clasistas en Venezuela! ¿Cuántos muertos habrá si la MUD llega al poder, se preguntan muchos en esos barrios? ¡Sería una especie de golpe de Pinochet por vía electoral!

* Otra causa de la no movilización popular, es que siguen existiendo programas “asistenciales”, como los CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción).

En la ciudad, estos CLAP no producen nada, sólo distribuyen bolsas de comida. Pero su control por los aparatos chavistas es otro factor para la desmovilización.

Veamos un ejemplo. En el barrio donde vivo, se han convocado asambleas para tratar de destituir a una responsable del consejo comunal, por robo del dinero para el transporte de las bolsas del CLAP. Esas bolsas de comida no son llevadas hasta los barrios por el gobierno. Los vecinos debemos pagar una gandola[4] privada para traerlas.

La persona que quieren destituir, fue nombrada para esa tarea… no se sabe por quién. La gente dice: “es política”… o sea fue designada desde arriba por el PSUV[5].

La ladrona es una miembro de los UBCH (Unidad de Batalla Bolívar Chávez), las células de base del PSUV. Sus miembros son impuestos desde arriba como “líderes comunitarios”. La palabra “política” describe a una persona nombrada a dedo por el PSUV chavista.

Es otra manera de desalentar la participación y actividad verdaderamente políticas de los ciudadanos. Es que la palabra “política” significa que no son las bases las que la eligieron, aunque los “líderes” repitan una y otra vez, como una letanía, que la comunidad decide. “Política” es toda decisión y/o nombramiento impuesto desde arriba por la burocracia chavista.

* Otra conquista inexistente antes de Chávez es el comedor en las escuelas: hay desayuno y almuerzo gratis para los niños. No hay absentismo escolar, los niños van a clases aun enfermos. Es que en una situación como esta, los padres no pueden darse el lujo de que sus hijos no coman en la escuela.

Los trabajadores y el pueblo sospechan –y con toda razón– que con la derecha racista y proimperialista de la MUD esos programas desaparecerán. Conquistas como viviendas y atención médica, no se recuerdan en el periodo de 40 años anteriores a Chávez, del 58 al 99. Pero, al mismo tiempo, la mayoría de los trabajadores y sectores populares tampoco quieren a este gobierno de Maduro.

Chávez y sus militares burgueses creían y creen que, siguiendo los consejos y el ejemplo de la burocracia cubana –es decir, controlando al movimiento obrero, manteniendo al pueblo con migajas y enriqueciéndose con sus privilegios– iban a seguir gobernando eternamente.

Pero Venezuela no es Cuba. Acá no hubo revolución que mandara los blanquitos de la oligarquía imperialista al norte, a formar su gusanera. Acá están adentro, vivitos y coleando, con sus propiedades, su abolengo, su poder, y recibiendo dólares y gran apoyo mediático y diplomático del imperialismo.

Guarimbas de derecha, violencia paramilitar y acciones populares espontáneas

La prensa internacional mete todas estas expresiones en un mismo saco. Es decir, todas estas acciones buscarían quitar a Maduro y montar a la MUD en el gobierno.

Es altamente probable que una gran parte de la población quiera que Maduro se vaya. Pero no sigue los llamados a movilización de la MUD, o bien los depasa o desborda largamente, sobre todo en provincia.

Un llamado a trancar las calles no resuelve el problema del alimento. Hay más bien acciones provocadas por el hambre, como recientemente en Maracay, donde la MUD llamó a un paro de 2 horas, pero la gente se movilizó, saqueó los comercios y paralizó la ciudad por cuatro días.

Como ya escribimos, la oposición de derecha ha aprovechado esta situación para avanzar electoralmente y llamar manifestaciones, “organizar” jóvenes para trancar calles (guarimbas) y sobre todo para hacer campañas en los medios internacionales e internet.

Otro fenómeno que está golpeando Venezuela es el paramilitarismo uribista, que organiza saqueos en los estados fronterizos con Colombia, como Táchira, Mérida, Trujillo y Barinas, la ciudad donde nació Chávez.

Álvaro Uribe Vélez, presidente de Colombia del 2002 al 2010, alentó la formación de grupos paramilitares de extrema derecha en su país, ya mucho antes de asumir la presidencia. Ahora, viene impulsando operaciones similares en Venezuela.

En Barinas lanzaron volantes anónimos anunciando a los comerciantes que iban a saquear. Pero, además de los comercios destruidos, incendiaron la casa natal de Chávez. También quemaron el edificio de la Zona Educativa, que garantiza el mantenimiento de escuelas y comedores escolares, así como la paga de los maestros y profesores.

Lo de Barinas fue claramente un atentado contra los trabajadores y el pueblo. Así, la mano negra del paramilitarismo colombiano ha incendiado también centros de atención médica, escuelas, centros telefónicos, autobuses de transporte público… También ha asesinado médicos cubanos, en varias zonas del país.

Los militares y el gobierno

Cada día, desde hace meses, dicen que Maduro cae… Pero Maduro tiene –hasta el momento– el apoyo de los militares: es lo que lo mantiene en el poder… Aunque cuando un soldado mata un guarimbero, se sospecha que sea un provocador, mandado quizás por algún general que quiere prender leña al fuego.

Pareciera que el gobierno tiene miedo más bien de reprimir seriamente esas guarimbas, grupitos de 20 muchachos montando barricadas. Contrasta con el estado de urgencia actual en Francia, por ejemplo, donde los Robocop de la represión disuelven una concentración en 5 minutos, con la ballena, todos los participantes terminan enjaulados en la comisaría, y donde frecuentemente jóvenes mueren en los barrios de la periferia de París por abusos policiales. Y eso aparece muy poco en Facebook o en twitter, y menos aún en la prensa.

A pesar de lo trágico de esta situación ya salió un chiste: Un borrachito llega a una guarimba y grita “¡¡¡quiero ser guarimbero, no joda!!!, ¡¡¡quiero cerrar las calles y quemar cauchos!!!”… Llega un tipo y le pregunta: “¿Tú eres pendejo?, ¿loco?, ¿te pica ese culo?” Y el borracho le contesta: “¡¡¡Coooooño!!!… ¡¡¡ustedes sí piden requisitos!!!”… Manera de expresar que esas guarimbas son de la elite venezolana.

Una Constituyente burocrática para saquear las riquezas del Orinoco y Amazonas y perpetuarse en el poder

Ya hemos hablado del mamarracho que está montando el gobierno para quedarse en el poder. Ya se ve que la mayoría de los “constituyentistas” son elegidos a dedo, de las filas del PSUV y eso a nadie le sorprende.

Hasta el momento, a un mes de la “elección” –que se realizaría el 30 de julio–, la Constituyente no aparece en las conversaciones de la gente.

No sabemos cuándo los trabajadores y el pueblo venezolano tendrán los recursos para organizarse y luchar de nuevo de manera autónoma, independiente, por sus derechos. Algunos grupos de izquierda, intentan dar respuesta frente a la Constituyente fraudulenta de Maduro pero sin confundirse con la derecha. Tratan de organizar también acciones de calle contra la entrega a las trasnacionales de las riquezas del Orinoco y del Amazonas.

Pero desgraciadamente estos grupos son muy débiles todavía y no hay unidad entre ellos.

Otros, lamentablemente, perdieron la brújula de clase, haciendo unidad de acción con la MUD. Este es el caso del PSL (Partido Socialismo y Libertad), que ha copiado su consigna de “Abajo Maduro”… lo que hoy significa “Arriba Capriles y la MUD”.[6]

Los trabajadores y el pueblo, con algo más de instinto, aun sin tener otra alternativa política frente al gobierno, siguen desconfiando de la MUD.

A partir de allí, el gran desafío de la izquierda revolucionaria es forjar una alternativa independiente.

…………….

Notas:

1.- «Detienen a mujer que bebió pastillas para abortar, médicos intentan salvar al bebé», Entorno Inteligente, 22/06/2017.

2.- El régimen de la “Cuarta República” se extendió desde la caída de la dictadura del general Pérez Jiménez en 1958, hasta la Asamblea Nacional Constituyente que en 1999 –con Chávez– instauró la República Bolivariana de Venezuela.

3.- .La llamada “Operación de Liberación del Pueblo (OLP)” es un operativo desatado por Maduro entre julio de 2015 y fines de 2016. Se trata de grupos paramilitares, organizados principalmente por la DGCIM ((Dirección General de Contrainteligencia Militar). Portando máscaras que asemejan calaveras, incursionan en los barrios populares para sembrar el terror, asesinando a jóvenes presuntamente “delincuentes”. Pero esto no ha hecho disminuir la criminalidad en Caracas y otras ciudades, que se alimenta de una situación social y un desempleo cada vez más graves.

4.- Gandola: camión grande.

5.- PSUV: Partido Socialista Unido de Venezuela, organización chavista que gobierna con Maduro.

6.- Nota de SoB: En Argentina, “Izquierda Socialista” –grupo afín al PSL venezolano e integrante del FIT– organizó un acto público con esa misma consigna de “¡Abajo Maduro!” que fue difundido por la prensa de derecha. Por su parte, el PTS y el PO, acompañantes de “Izquierda Socialista” en el FIT, siguen sin dar a conocer sus opiniones sobre esa campaña de apoyo a la derecha proimperialista venezolana.

 


 

Los muertos, las guarimbas y los peligros de acercarse a ellas teniendo un color de piel equivocado

Por Rafael Salinas

El artículo enviado desde Caracas y que publicamos en esta edición, comienza advirtiendo sobre la campaña desaforada de la “prensa internacional” (es decir, la de EEUU y, parcialmente, de Europa) respecto a Venezuela. Subraya su principal mentira, la de presentar como una inmensa rebelión popular a las movilizaciones opositoras de la derecha… que hasta ahora no han logrado ganar sectores significativos de las masas trabajadoras y populares. Incluso en su pico máximo, no han podido trascender más allá de los barrios acomodados… En las últimas semanas venían en declive… aunque ahora el reciente engendro de Maduro, la falsificada “Asamblea Constituyente”, puede darles aliento renovado.

Es que pese a la catástrofe del gobierno chavista, las masas populares miran con justificada desconfianza a sus “democráticos” opositores de derecha. Por supuesto, este hecho no se molestan en explicarlo los falsimedios que comentamos.

Otro tema de la confusión generada por los falsimedios es el número de muertos. Diariamente, actualizan las cifras, que al presente llegarían este año, según ellos, a 89.[1]

Un primer problema es que esta cifra, interesadamente no distingue entre víctimas muy distintas. Por ejemplo, entre víctimas reales de la represión gubernamental a manifestaciones opositoras y víctimas de los ataques de las “guarimbas” a autopistas, edificios, vehículos y, en general a cualquiera que le lleva la contra… o tenga la desgracia, por el color de su piel o su ropa, de parecerse a un “chavista”.

Estas guarimbas son los grupos paramilitarizados que la oposición de derecha saca a la calle para agredir en sectores de Caracas y otras ciudades, haciendo “trancones”, quemando buses y golpeando y hasta asesinando a cualquiera que le parezca “chavista”.

Una tercera categoría de caídos son las víctimas de origen dudoso: por ejemplo, una bala perdida que no se sabe de dónde salió.

Entonces, no hay cuentas claras. Y, con más razón, con la evidente presencia de “especialistas”, como  los profesionales del paramilitarismo colombiano, tanto en los operativos de frontera como en menor medida en las guarimbas de Caracas.

El peligro de no ser blanco puro

Como señala en su artículo la compañera venezolana, las guarimbas han puesto en evidencia el racismo/clasismo de la MUD y sus seguidores.

Uno de sus episodios más atroces se produjo el sábado 20 de mayo. Un joven trabajador de color, Orlando Figuera, fue quemado vivo por una guarimba que operaba en Chacao-Plaza Altamira.

Orlando trabajaba en el supermercado Plaza’s del centro comercial Paseo Las Mercedes. Para llegar al trabajo debía cruzar la zona de Plaza Altamira, donde operaba la guarimba, o dar un largo rodeo si quería evitarla.

Se arriesgó a pasar, y fue atacado. Lo golpearon, lo apuñalaron y luego le prendieron fuego con la nafta de una molotoff. Su terrible agonía duró dos largas semanas.

Un columnista venezolano resumió bien el contenido político-social de esta atrocidad: “¡Qué vaina, Orlando! Te mataron por la misma razón que podrían hacerlo conmigo: tener «pinta de chavista». No te perdonaron lo que tampoco me perdonarían: no ser «blanco» ni «bien parecido».”[2]

Este comentario tendría luego una ratificación que retrata de pies a cabeza a la burguesía venezolana y sus héroes de la guarimba.

Inés Esparragoza, madre del joven asesinado, habló en la televisión con el periodista Ernesto Villegas –que es al mismo tiempo ministro de Comunicación e Información–. En la entrevista exigió al gobierno que se investigase e hiciese justicia con los guarimberos asesinos de su hijo.

Inés trabajaba de sirvienta en la casa de una familia ricachona de Caracas. Al ver a su sirvienta en la televisión, haciendo semejante reclamo contra los héroes de la guarimba, fue inmediatamente despedida!!!

¡Así están las cosas en Venezuela!

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1.- “Venezuela: nuevo llamado del Papa contra la violencia”, La Nación, 03/07/2017.

2.- Ildegar Gil, “El video trucado de Orlando Figuera”, Aporrea, 05/06/2017.

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