“(…) Durante el volanteo, un laburante que fue recientemente mutado a Poissy luego de pasar 24 años en el sitio de Aulnay, cerrado hace dos años a pesar de la heroica lucha de los trabajadores, me cuenta historia tras historia militante: las peleas con los pequeños capataces y líderes de sector, la lucha contra la burocracia en los sindicatos, las expresiones de solidaridad obrera. Me doy cuenta cómo la acumulación histórica de nuestra clase se hace carne y hueso, la suerte que tengo de vivir un proceso de movilización que me ponga en contacto con esa enorme riqueza militante. (…)”. Ale Vinet, París, 1.40 de la madrugada, 17 de marzo de 2016, SoB N° 430

En un encuentro en Parque Norte, con lo más granado de las cúpulas sindicales de los gremios del transporte y de algunos que integran la CGT, el presidente y sus ministros de Trabajo y de Transporte festejaron los 130 años del surgimiento de La Fraternidad. No estuvieron ausentes los empresarios correspondientes. Sí lo estuvo el referente de la UTA nacional, Roberto Fernández. Tal vez, ante la reciente rebelión de los conductores/as en Córdoba, así como el paro en el Gran Buenos Aires por el asesinato de un conductor, lo motivaron a ser más prudente, no mostrarse tan descaradamente al lado del gobierno nacional, cuando “el horno no está para bollos”. No pensó lo mismo Rodolfo Daer, secretario general del sindicato de la Alimentación, que dijo ¡presente!, aunque los trabajadores de Pepsico le están reclamando un paro nacional ante el cierre de su planta en la Zona Norte del Gran Buenos Aires.

El titular del Ejecutivo se deshizo en elogios no sólo a su propia gestión en materia de transporte, sino en la alabanza mesiánica de los “sabios consejos” de los dirigentes del sindicato de los conductores ferroviarios, con quienes están construyendo nuevos emprendimientos que dan trabajo a nuevos ferroviarios (¿quizás una versión ferroviaria de la Expo Empleo Joven o una nueva UGOFE** a cargo del sindicalista Maturano?)

Tenemos que ser justos y decir que no repitió las palabras del ex presidente Carlos Menem: “ramal que para, ramal que cierra”, porque ya no tiene qué cerrar. A menos que nos dejen incomunicados en el conjunto del país, vía cerrar el transporte más económico para los trabajadores para concurrir a su laburo o para visitar a sus familiares los que son de otras provincias.

Que Mauricio Macri no se atragante al decir tantas mentiras no sorprende a nadie. Lo que sí provoca, algo así como un cosquilleo nervioso que termina en una bronca contenida en la garganta, es ver a los principales referentes de los trabajadores haciéndole “el aguante” al gobierno más antiobrero después de la última dictadura militar.

El “aguante” a los trabajadores ferroviarios lo hicieron los luchadores que se organizaron en los primeros sindicatos, realizando La Fraternidad el primer paro a un año de su creación por el encarcelamiento injusto de un compañero, a quien lo hacían responsable de un accidente. Trabajadores que siguieron enfrentando a todos los gobiernos patronales, incluidas las dictaduras, encabezando luchas heroicas. Como lo fue la huelga ferroviaria de noviembre de 1978 fue una de las primeras que enfrentó a la dictadura de Videla.

Los que hoy se sientan a “festejar” hipócritamente esa trayectoria no tienen nada que ver con aquélla: son lo opuesto.

Los trabajadores ferroviarios en primer lugar, junto con el resto de los asalariados, debemos repudiar este acto que va en contra de nuestra memoria histórica, que es de sacrificio, lucha y organización por abajo. Trayectoria en la cual hubo avances y retrocesos, traiciones de las conducciones sindicales unas veces, avances de organización independiente en otros.

¿Tras la “herencia recibida” del que fuera secretario general de la UATRE?

Esperaron casi dos meses para ubicarse en el mismo lugar que ocupó el “Momo” Venegas el pasado 1° de Mayo, pero causan espanto, no extrañeza. Son todos de la misma calaña.

El cierre de listas y la próxima confrontación electoral parece que aceleró los tiempos y todos quieren estar al lado del “patrón” para no quedar afuera del reparto. Algunos a lo mejor resentidos porque las listas del PJ no los ubicaron en el lugar pretendido.

Cuando decimos “patrón” no lo hacemos en sentido metafórico, sino real. El patrón, o sea, el Estado, su gobierno y los empresarios fieles a él, les dijo que se cuadraran, que acá había negocios para todos ellos. Si aceptaban la flexibilización laboral para los maquinistas y otros trabajadores del Transporte, no hacían paros molestos, aplaudían las “nuevas” obras y no abrían la boca hasta después de las elecciones, o quizás hasta después… eran parte de las ganancias empresarias.

¿Alguna duda nos queda? No podemos acceder a sus libros contables, adonde van a parar nuestros aportes y los “extras”, pero la certeza nos la da su actitud política: los “balances de sumas y saldos” están en sus caras imperturbables en los encuentros con empresarios y funcionarios. Se encuadran junto a la plana mayor del gobierno en el área para sellar un acuerdo de hoy con vistas al futuro. Futuro para ellos y sus cuentas bancarias, no para nuestros salarios, nuestros puestos de trabajo.

A ellos tenemos que enfrentar, ahora y siempre, hasta que logremos imponer nuevamente organizaciones sindicales independientes, que respondan a nuestros intereses, los de los trabajadores. Seguiremos peleando como lo hicieron los compañeros fraternos y lo siguen haciendo las nuevas generaciones de trabajadores que se incorporan a esta pelea de titanes.

* La Fraternidad fue creada el 20 de junio de 1887 por un grupo de maquinistas y fogoneros del Ferrocarril Oeste, y de esa manera se convirtió en la primera organización sindical del país, reconocida dos años más tarde por el presidente Miguel Juárez Celman.

** UGOFE: Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia, empresa gestionada por el ex secretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, que tenía a cargo a trabajadores tercerizados del ferrocarril, en cuya lucha asesinaron a Mariano Ferreyra en 2010.

 

Dejanos tu comentario!