A continuación reproducimos el comunicado oficial de los Trabajadores Organizados de Cervelar

¿Te acordás de nosotros? Bueno volvimos y estamos acá para contarte un cuentito de terror, es la historia de la impunidad patronal y la complicidad estatal.
Retomemos un poco el camino de nuestro conflicto: somos un grupo de trabajadores que ante el hostigamiento, el maltrato y la precarización, comenzó a organizarse para pararle la mano a estos negreros.
Cervelar es una empresa dedicada a la venta de cerveza artesanal, con un crecimiento sorprendentemente en alza, que en pocos años logró pisar fuerte en el mercado cervecero y ya cuenta con diez locales en Capital y Gran Buenos Aires.
Cuando empezamos a organizarnos fue principalmente porque queríamos marcar un límite a la perpetua vejación de los derechos laborales, pero sobre todo sacarle la careta a esta empresa que hostiga ética y moralmente a las personas que trabajan para ellos: abonaban un 40% del salario establecido por el gremio, registran incorrectamente bajo media jornada, evadiendo sus responsabilidades impositivas y jubilatorias, ya que ningún trabajador percibe antigüedad alguna en su recibo. Atestiguamos atropellos de todo tipo, fumigaciones altamente tóxicas con los laburantes adentro del local, persecución a una compañera embarazada para que renuncie, acoso a las trabajadoras e intimidación a través de grupos de WhatsApp.
En un primer momento nos afiliamos a un sindicato, porque como sabemos, en este país no hay organismos estatales que efectivamente se encarguen de regular y corregir este tipo de prácticas empresariales. Así llego el primer despido, Emilse, marcada como “conflictiva”, un eufemismo que utiliza la empresa para discriminar a quien realiza actividad sindical.
Al enviarles la carta documento demandando que regularicen la situación de los compañeros, la empresa reaccionó despidiendo a un segundo trabajador sindicalizado, el Chino. Pese a que en persona le dijeron que lo despedían porque los había escrachado en redes, en sede judicial alegaron que fue porque “venía a trabajar con olor a porrito”.
Los trabajadores les hicimos dos escraches en la puerta, en el primero prometieron la reincorporación de dos compañeros despedidos por su actividad sindical, no solo no cumplieron, nos despidieron a Nico. Con tres laburantes afuera llevamos a cabo la segunda medida de fuerza, donde prometieron abrir el diálogo con los trabajadores en conflicto para luego firmar un acta que cumplirían solo a medias.
En una reunión con el sindicato y los trabajadores, la empresa firmo un acuerdo en la cual se comprometía en tres puntos claves:
– Reincorporar a Nicolás, admitiendo que fue sin causa alguna y por recomendación de sus abogados.
– Como muestra de su “buena voluntad” pagar los sueldos caídos a los otros dos trabajadores, hasta tanto la justicia se expida.
– Regularizar la situación contractual de los trabajadores, su antigüedad y las horas correspondientes a sus tareas.
Nos pidieron a cambio un cese de las medidas de fuerza y que cerremos todas las redes en las cuales los denunciábamos, es decir invisibilizar el conflicto y aislarnos de la opinión publica.
El sindicato nos recomendó acatar estos pedidos, como muestra de nuestra intención de dialogar.
Nos pareció en su momento coherente, salvando el hecho de que esta patronal ya nos había engañado con falsas promesas.
Como resultado del acuerdo reincorporaron a Nico, dando un paso atrás en su accionar empresario ilegal, pero se olvidaron de regularizar la situación de los laburantes de adentro, de pagar sueldos caídos a los que despidieron y todavía no reincorporaron a una compañera despedida ilegalmente.
Les hicieron creer que se podía comprar la paz social, pero no existirá tal cosa, hasta que dejen de poner sus ganancias por sobre el futuro de los jóvenes que laburan en su empresa.
Hoy entendemos que la única forma mediante la cual entienden es la presión y el escrache, como nos demostraron faltando una y otra vez a su palabra.
Afip, Anses, Ministerio de Trabajo y toda la burocracia sindical se lava las manos. ¡El reloj empezó a correr, pronto se te acaba la impunidad Cervelar!
Convocamos a toda la ciudadanía a repudiar estas maniobras empresariales que van en contra no solo de un sector sino de todos los trabajadores en relación de dependencia, porque CUANDO EL TRABAJO ES PRECARIZADO, NO ES TRABAJO, ES EXPLOTACION.

¡Reincorporación a la compañera despedida ilegalmente!
¡Basta de precarización laboral!
¡Si hay despidos hay escrache!

Trabajadores Organizados de Cervelar

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