A pocos días de la inscripción de alianzas de cara a las elecciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Patria Grande cerró un acuerdo con el Frente para la Victoria y el PJ para competir en las PASO bajo el sello “Unidad Porteña”. Entre los figurones que por allí desfilan están el papal Gustavo Vera y el ex Secretario de Comercio del kirchnerismo, Guillermo Moreno.

Este giro no es algo que nos deba sorprender. Como ya señalamos en estas páginas[1], Patria Grande viene transitando un largo derrotero hacia la derecha, hacia la pérdida total de la brújula política, ni hablar de criterios de independencia de clase. De esa forma fueron furgón de cola de la burocracia de Baradel en los Sutebas, burocracia que mantiene congelada la lucha por salario docente hasta el día de hoy.

Los límites de una teoría reformista

 El sector que se autodenomina “izquierda popular” en contraposición a la “izquierda tradicional”, es decir a la izquierda clasista, comenzó a tomar forma a fines del siglo XX, en pleno auge del movimiento zapatista y de otras expresiones altermundistas.

En el marco de la derrota que implicó la ola neoliberal en todo el mundo y la falta de alternativas que se expresó en la conciencia de millones, tuvo su incubadora la teoría de que es posible “cambiar el mundo sin tomar el poder”. Aunque con algunos aspectos disruptivos, de crítica al sistema capitalista, esta concepción llevaba en sí misma la imposibilidad de operar cambios de fondo. Se trató de una especie de reformismo radicalizado, en los márgenes de la sociedad, sin la ambición de terminar con la explotación del hombre por el hombre. Un “socialismo” sin clase obrera, sin revolución y sin derrotar a los capitalistas.

Pues bien, esa radicalidad fue difuminándose y dejando al desnudo un oportunismo feroz. Desde el “defendemos lo bueno, criticamos lo malo” que enarbolaba Patria Grande durante el kirchnerismo, hasta el acuerdo vergonzoso que cierran hoy en Capital con el PJ –el partido de los burócratas sindicales, de los punteros, de las patotas, de la complicidad con el ajuste macrista- hay un giro paulatino y sostenido hacia la derecha. El motivo de fondo es la conquista de cargos en el Estado a como dé lugar. Todas las elucubraciones teóricas previas se convierten en papel mojado, y sólo queda el deseo de ser segundones de un proyecto político profundamente capitalista, al cual no le interesa enfrentar al macrismo (el FpV le votó casi todas las leyes al gobierno) sino volver a ocupar un lugar en la administración del Estado al servicio de la burguesia.

Los socialistas somos intransigentes en lo que respecta a la independencia política de los trabajadores no porque sea un dogma, sino porque es el único camino para cambiar la realidad de raíz. La historia nos ha demostrado infinidad de veces cómo militantes y organizaciones, incluso con las mejores de las voluntades, son anulados y asimilados por las grandes estructuras de poder de la clase dominante. Porque, justamente, no es un problema de “voluntades”, sino un problema político. Ni hablar si toda la perspectiva es la obtención de una o dos bancas en el Congreso, al cual llegarían de la mano de un aparato podrido al cual quedarán atados.

Una crisis, una oportunidad para avanzar

Ante esta situación, se hizo público un debate al cual queremos aportar. La dirección nacional de Patria Grande publicó una nota[2] en la cual expresa su disconformidad con la resolución adoptada por su regional Capital. Esto es producto de una auténtica crisis que tiene un motivo concreto: ¿cómo se puede ir con el PJ, uno de los dos partidos que históricamente han sido pilares de la explotación capitalista en Argentina, como si sólo fuera una discusión “táctica”? En verdad, es una definición política profunda. Con solo echar un vistazo a la correlación de fuerzas real, a la inserción territorial y estructural, Patria Grande sólo podría colaborar al fortalecimiento del PJ, en un momento donde amplios sectores que quieren enfrentar a Cambiemos (en las calles y en las elecciones) no ven allí una verdadera alternativa. Aún más impactante resulta esta definición cuando se trata de una organización que, como mencionamos más arriba, nació criticando a “los grandes aparatos”, a las estructuras partidarias. Lo que se presenta como una discusión táctica es, en verdad, una redefinición (no explicitada) de los supuestos “principios” sobre los cuales muchas compañeras y compañeros decidieron hacer una experiencia militante en Patria Grande.

Lo cierto es que el actual giro hacia el PJ de Patria Grande no pude desligarse de las deficiencias iniciales que carga un proyecto político que decía querer superar al capitalismo de la mano de sectores de la misma burguesía y negando la centralidad política de la clase obrera. Es inevitable que se impongan el oportunismo político y el carrerismo cuando no hay una estrategia clara de delimitación de clase.

Es cierto que la existencia de una crisis en el seno de esta organización podría ser un reflejo sano: podría estar mostrando que todavía no se cristaliza del todo el “vale todo por un cargo” que llevó a una parte de Patria Grande a cerrar una alianza con el PJ. Ahora es fundamental no barrer el polvo bajo la alfombra: la condición para hacer de su actual crisis existencial, un trampolín hacia adelante pasa por un profundo replanteo de su estrategia pluriclasista. Replanteo que por lo pronto no están haciendo ninguno de los referentes de Patria Grande.

De todos modos creemos que es importante que este debate siga desarrollándose, debe dejar enseñanzas a todos los compañeros honestos que realmente quieren construir una sociedad distinta, empezando por plantear una alternativa real, de los trabajadores y los sectores populares al ajuste permanente de Macri y los empresarios.

Desde el Nuevo MAS, a la cabeza de Izquierda al Frente por el Socialismo, estamos dando nuestros mejores esfuerzos en el difícil pero único camino realista, el de la independencia de clase.

Es desde este lugar que denunciamos el carácter totalmente nefasto que tiene la alianza con el PJ, y es también desde allí que invitamos a todas y todos los compañeros que no quieran abonar a dicho proyecto estéril a sumarse a esta experiencia.

Marcos Duch

[1] “Patria Grande, al servicio del PJ y la burocracia sindical”, periódico Socialismo o Barbarie 423, disponible en https://www.mas.org.ar/?p=12309

[2] http://patriagrande.org.ar/ante-las-proximas-elecciones-un-debate-de-patria-grande-y-del-conjunto-del-campo-popular/

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