La izquierda renueva sus fuerzas: surge Izquierda al Frente por el Socialismo

Se vienen las elecciones en agosto y la sensación entre los trabajadores es de creciente malestar. Macri dijo en campaña que “cada día íbamos a estar un poco mejor” y la verdad es que cada día que pasa se está peor. Su gobierno es ajuste y más ajuste: los salarios caen, los precios aumentan y crece la amenaza de despidos. Los femicidios no paran y la juventud no consigue ingresar al mercado laboral. En sus filas campea la precariedad laboral.

Por su parte, Cristina Kirchner hizo su aparición la semana pasada por la TV. No se le escuchó una sola palabra de autocrítica por una gestión de 12 años en la que no hubo ningún cambio de fondo en el país. Es verdad que el kirchnerismo debió ceder algunas concesiones en materia de empleo y salario; pero esto fue producto de cómo la población trabajadora salió a las calles en diciembre del 2001, del temor que la bronca que se vivió esos días cuestionara al sistema capitalista que impera en nuestro país.

Macri pretende esconder que prepara un ajuste brutal para después de octubre. Cristina defendió por la TV el aberrante impuesto al trabajo, y trató de esconder que el Frente para la Victoria le votó a Macri muchas de las leyes del ajuste que está implementando. Ninguno de los dos es alternativa.

Toda una franja de los trabajadores, las mujeres y la juventud se han alejado del macrismo pero no quieren volver al PJ. Por otra parte, Massa, que le votó todas las leyes a Cambiemos el año pasado en el Congreso, ahora quiere dárselas de “opositor”: es un oportunista que no tiene nada distinto que ofrecer.

Solamente la izquierda puede ofrecer una alternativa. En los últimos años ha venido creciendo en visibilidad entre amplios sectores de los trabajadores y la juventud. Muchos son los que opinan que la izquierda es la que está a su lado cuando salen a luchar, pero todavía no consideran “creíbles” sus propuestas. Sin embargo, las votaciones crecientes que viene recibiendo la izquierda en los últimos años muestran que cada vez más sectores la empiezan a ver como alternativa.

También se le reclama unidad. Es verdad que no se ha logrado la unidad que sería necesaria para presentar a la izquierda como una alternativa a la altura de las candidaturas patronales. La principal responsabilidad en esta división le cabe al FIT de Del Caño y Pitrola, que en los últimos años se ha dedicado a dividir las luchas y conformarse con ser un mero acuerdo electoral, para colmo fragmentado entre sus integrantes por la pelea de candidaturas.

Es por esta razón que la izquierda está renovando sus fuerzas: ha surgido la Izquierda al Frente por el Socialismo, la unidad entre nuestro partido y el MST que lleva como principal candidatura en la provincia de Buenos Aires a Manuela Castañeira, una joven luchadora que se ha venido haciendo desde abajo, desde las luchas del movimiento de mujeres, de la juventud, de los trabajadores.

Manuela es precandidata a diputada nacional y está sumando el apoyo y la simpatía de crecientes sectores que valoran sus características de luchadora, su hablar claro sobre los problemas, el plantarse siempre acompañando las peleas de los de abajo.

Manuela, Izquierda al Frente por el Socialismo, el Nuevo MAS, la compañera Vilma Ripoll (candidata a senadora nacional por la provincia, del MST), van a realizar la campaña electoral presentando una alternativa de fondo frente al ajuste permanente de Macri y la falsa oposición de los K: un Plan B: que ganen los trabajadores, las mujeres y la juventud.

Frente al Plan A del ajuste permanente de Macri nuestro Plan B plantea un aumento de salarios del 35% indexado por la inflación; basta de precarización laboral: empleo efectivo y bajo convenio de la juventud; eliminación del impuesto al trabajo; prohibición por ley de despidos y suspensiones; expropiación de toda empresa que vaya al cierre; basta de violencia hacia las mujeres; derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito en el hospital público; abajo el protocolo contra la protesta; basta de represión a las luchas; ninguna impunidad a los genocidas de la dictadura militar.

Estos y otros puntos son parte de un programa integral en beneficio de los de abajo a ser conquistado mediante la lucha y también presentado en el Congreso para que de una vez se dé vuelta la tortilla: ¡que la crisis la paguen los empresarios!

Si Manuela pasa a la elección general, si rompemos el piso proscriptivo del 1.5%, será la mejor manera de lograr la unidad de la izquierda.

¡Vamos por un Plan B para que la crisis la paguen los empresarios!

¡Acompañá a Manuela Castañeira en agosto para que esté en octubre!

¡Vamos con la Izquierda al Frente por el Socialismo!

¡Vamos por la unidad de la izquierda!

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