De “A nosotros nadie nos dice lo que tenemos que hacer”…(2)

Con estas explícitas palabras del ex dirigente de la CGT previa a la conformación del triunvirato actual, puso blanco sobre negro su concepción y la de sus laderos sobre el lugar que para ellos ocupa la opinión y decisión de los trabajadores.

Los trabajadores son, para ellos, lo mismo que para la patronal: fuerza de trabajo al servicio de sus intereses. Intereses que, en este caso, están mayoritariamente centrados en el cobro de los jugosos aportes sindicales y a las obras sociales. Obras sociales que se han cansado de vaciar en desmedro de la vida de sus afiliados y familiares. Pero además, como buenos cómplices de la patronal, también la mayoría de ellos participan en sus negocios, como es conocido el caso de los Moyano y su relación “más que idílica” con empresas de camiones dedicados a la recolección de residuos, entre otros rubros, como el correo postal OCA y el negocio del fútbol.

Cuando Moyano padre pronunció estas palabras, el idilio Macri-burocracia estaba en un momento de apogeo, porque los trabajadores en su conjunto habían empezado a hacer la experiencia con el nuevo gobierno y todavía “no se les había caído la ficha”. Fue la etapa que ellos se acomodaron y reacomodaron lo más posible, para mantener el vínculo sagrado con el gobierno bendecido por el papa Francisco y unificar la CGT en un mando único, para prevenir futuros embates de lucha de esos molestos trabajadores que tienen la mala costumbre de reclamar por sus derechos.

Pero el reacomodamiento antiobrero no los libró de los embates. Y ellos fueron los primeros damnificados, incluso antes que el mismo gobierno.

…a “…el conflicto repta por fuera de las decisiones de los sindicatos”(3)

Con estas palabras llenas de decepción en boca de Carlos Schmid, casi pidiendo disculpas por haber convocado al exitoso paro, el dirigente del triunvirato anticipa que, si las cosas no mejoran… los van a volver a pasar por arriba. Reconoce implícitamente que los trabajadores le impusieron el paro por fuera de sus intenciones y que, si vuelven a convocar a medidas de fuerza, va a ser porque no les queda otra alternativa.

Héctor Daer, otro de los triunviros, en reportaje del mismo 9 de abril en Página 12, contestando en relación al resultado del paro, y luego de expresar que fue “contundente”, agrega: “…La verdad que uno no quiere hablar de éxito porque lo que se pretende es que haya algunos caminos de salida.”

Pasado el paro y ante la negativa clara del gobierno a acceder a alguno de los reclamos y recrudecer su cruzada antiobrera, ¿cuáles son los caminos de salida que busca la cúpula cegetista? El 7 de marzo los buscaban en los costados del palco para ver cómo escapaban de la bronca de los trabajadores presentes. Ahora, después de un paro “contundente” los buscan en el diálogo con el gobierno que ha respondido, no sólo al parazo, sino a las movilizaciones docentes, del movimiento de mujeres y ahora del movimiento estudiantil, con palos y garrotes, presentando un nuevo protocolo antipiquetes a la enésima potencia.

Organicémonos para enfrentar al gobierno y a la nueva tregua cegetista

¿Qué diálogo va a entablar la CGT? ¿Por dónde va a empezar a hablar? ¿Va a poner como primerísimo punto en la agenda con el gobierno que empiece por parar la represión y los ataques a los luchadores, o va a avalarlos? Y a partir de ahí, ¿negociar la entrega de los convenios por separado, como quiere el gobierno?

Hasta ahora, no ha abierto la boca. Perdón, “un fuerte respaldo a los sindicatos docentes” después de dos meses de conflicto, se escuchó de la boca de Juan Carlos Schmid junto al referente de UDA, Sergio Romero el 18 de abril pasado. ¿Cómo los van a respaldar y para qué? No se sabe si para profundizar la lucha para que ganen o para una nueva negociación a espaldas de los trabajadores de la educación.

Su silencio es más  que cómplice. Su silencio es parte de una entregada más. Una entregada que quiere volver a poner al movimiento obrero nuevamente como “columna vertebral del movimiento” para taparle los ojos, los oídos y nublarle los sentidos y el entendimiento. Para hacerlo un cordero de los planes del gobierno.

El éxito del paro hay que aprovecharlo no sólo para afianzarnos y fortalecernos en la lucha frente a Macri y sus CEOs, sino para que, mientras le seguimos exigiendo plan de lucha y paro de 36 horas para luchar por nuestros derechos, no dejamos que nos manipulen a su antojo.

“…el conflicto que repta por fuera de los sindicatos” al que tanto le temen los usurpadores de éstos tiene que tomar fuerza y vigor para que deje de “reptar”, se plante con firmeza y se transforme en una organización que recorra las fábricas, las aulas, las oficinas de los trabajadores impulsando la lucha y la democracia sindical desde abajo. Basta de que usen nuestra “columna vertebral” para doblegarnos en el trabajo cotidiano y para usurpar nuestras ideas, nuestras decisiones, que las toman por nosotros y, la mayoría de las veces, en contra de nosotros.

Que no nos arrebaten nuestra “cabeza”. Ese es el lugar que nos corresponde a los trabajadores en la lucha junto al resto de los explotados y oprimidos.

Desde el Nuevo MAS y nuestras agrupaciones sindicales Carlos Fuentealba nos ponemos a disposición de todos los activistas, delegados/as independientes y luchadores/as, para colaborar en esta tarea inmensa y necesaria tarea.

(1) Parafraseando a la conocida arenga del movimiento peronista, popularizada por los dirigentes sindicales burocráticos para acallar la voz de los opositores: “Aquí están, estos son, los muchachos de Perón”.

(2) Hugo Moyano (Crónica, 27/5/16)

(3) Juan Carlos Schmid (Infobae, 9/4/17)

Ana Vázquez

Si La Nación lo dice…

Sin ningún eufemismo, porque es parte evidente de la realidad nacional, y de las mafias nacionales, este diario en su edición del 16 de abril, en nota dedicada a la relación Macri-sindicalistas, dice: “(…) El gobierno macrista porteño y Viviani trabajan codo a codo desde hace años. Desde el mercado de las licencias hasta los cambios de leyes vinculadas al rubro. También, la suba de las tarifas para la bajada de bandera. Son casi socios. (…)” ¿Cómo no se iba a disculpar el dirigente del gremio de taxistas de su  amenaza de “dar vuelta” a los taxis que trabajaran el día del paro del 6 de abril?

A.V.

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