Compartir el post "Noticias macrilandia XXXVII: Deuda a mares, inflación a chorros, gasto en cuentagotas"
Dimos la vuelta al mundo y caímos en China – Inflación mata paritarias de gatillo difícil – La emisión de deuda del BCRA ya es preocupante – La emisión de deuda de las provincias ya es alarmante – Un Plan Belgrano con presupuesto de juguete – Un blanqueo para toda(s) la(s) familia(s) – El PRO le encontró trabajo a un desocupado – A Michetti se le escapa la confesión de un sueño inconfesable
Hay ciertas paradojas del “regreso al mundo” con la gestión PRO que no suelen señalarse. Por ejemplo, que a pesar de las palmaditas en el hombro y las cálidas felicitaciones que recibe Macri por su gestualidad cipaya, las retribuciones bajo la forma de inversiones no son proporcionales a esos aplausos que no cuestan (ni valen) nada. Y no sólo eso, sino que por ahora los que más apuestan a la inversión en Argentina resultan ser… sí, los mismos chinos de la época del “aislamiento kirchnerista”. A propósito de la visita de altos funcionarios comerciales de Alemania y el Reino Unido, dice un analista: “Son los primeros ministros clave en áreas de negocios que vienen de visita al país, y lo hacen en parte como respuesta a toda la ola de licitaciones que los chinos vinieron convalidando en el país. Macri hasta ahora ha renegociado algunos acuerdos pero esencialmente refrendó todo lo que Cristina de Kirchner firmó con los grupos chinos. El mundo mira algunos de esos movimientos como una desmesura en un solo sentido para un país que está llamando inversores de todos los puntos cardinales” (R. Rabanal, Ámbito Financiero, 16-3-17). Pero la prensa canalla, cuando se habla de búsqueda de inversiones, se dedica a comparar los modelitos de Juliana Awada y Máxima Zorreguieta. En fin.
Mientras Dujovne y su pandilla siguen no ya en Macrilandia sino en Disneylandia, las consultoras privadas ya le están poniendo un piso del 6% a la inflación del primer trimestre. Tanto Elypsis (muy cercana al gobierno ya que su titular, Eduardo Levy Yeyati, es funcionario) como el Estudio Bein (ex asesor estrella de Scioli y hoy muy contemplativo con el macrismo) hablan de un mínimo del 2% para marzo. Y, lo que es peor, los mayores aumentos serán en los rubros que más le duelen al bolsillo de los trabajadores: alimentos y tarifas. De hecho, la canasta básica, según el propio INDEC, aumentó un 2,6% en febrero. Si se anualiza la inflación del primer trimestre, nos da bien arriba del 25%. Esperemos que los burócratas sindicales amigos de Macri, como Armando Cavalieri, de Comercio, que firmó una paritaria de un miserable 18% real (pero con platita para la obra social, claro), se apuren a activar la “cláusula gatillo”. Si no, capaz que los fríen a tiros a ellos.
Algunos PRO despistados salieron a jactarse de que las reservas del Banco Central andan ya cerca de los 52.000 millones de dólares. Alguien que avise a esos imprudentes que la deuda del BCRA es mayor que sus reservas, por lo que su patrimonio neto es negativo: la suma de Lebac (que no es otra cosa que deuda, sólo que técnicamente “cuasi fiscal”) y de los llamados “pases” (esto es, los depósitos de los bancos en el BCRA que cobran un interés) da un pasivo de 829.000 millones de pesos, un 4% más que las reservas computadas al 15 de marzo. ¿Se acuerdan cuando los PRO chillaban (con cierta razón) que les habían dejado un Banco Central casi vacío? Bueno, esta gestión lo ha vaciado del todo. Por eso los funcionarios que conocen el tema se llaman a silencio, cuando, si el contexto fuera distinto, cualquier otro gobierno saldría a mandarse la parte.
Hablando de pasivos comprometedores, no deja de asombrar la máquina de endeudamiento que son la Nación, las provincias y ahora hasta las ciudades, como Córdoba y Rosario. La Nación se la pasa emitiendo bonos en cuanta moneda puede; ahora fue el turno de 500 millones de dólares en francos suizos (ya vendrán las rupias, los táleros y los maravedíes). Y lo de las provincias ya no es un festival, sino un verdadero vale todo: en menos de tres meses de 2017 ya emitieron 6.600 millones de dólares de deuda, es decir, apenas algo menos de los 7.050 millones emitidos en todo 2016. Como dijo algún cínico en la prensa, los bancos que prestan saben muy bien que es deuda para gastos corrientes que a la larga será incobrable, pero total, esos bancos venderán los bonos a incautos jubilados japoneses o italianos, que pagarán el pato casi tanto como los trabajadores de las provincias, especialmente los estatales. Porque mientras los gobernadores chupan dólares a lo loco, arreglan con el gobierno nacional un plan para controlar el gasto primario vía la reducción de empleos y salarios reales públicos en el marco de la Ley de Responsabilidad Fiscal. Eso sí, el acuerdo prevé eliminación de impuestos a los pobrecitos y sufridos empresarios. No es una frase original, pero… qué asco todo, ¿no?
Señores, después de un año de demora, ojo que ahora sí se lanzó a toda marcha el Plan Belgrano, puntal de las grandes inversiones en infraestructura que el país y en particular el interior necesitan. Gracias a la aprobación de un crédito del Banco Mundial, esta verdadera reparación federal arranca con la friolera de (agárrense fuerte) 125 millones de dólares, a los que el gobierno nacional, con su habitual dispendio, agregará nada menos que otros 25 millones. Según el comunicado oficial, “de esta manera el proyecto permitirá ampliar las obras que ya se están realizando en el marco del Plan Belgrano en las provincias de Chaco, Formosa, Tucumán, Catamarca, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Corrientes, Misiones y La Rioja. Las obras a realizar comprenden la construcción, rehabilitación y expansión de las redes de distribución de agua potable, saneamiento de aguas residuales y plantas de potabilización y tratamiento de depuración”. No hay error: todas esas obras para diez provincias se van a hacer con un total de 150 millones de dólares. Quince palitos para cada una. ¿Les parece ridículamente poco para el “plan federal más ambicioso de la historia”? A nosotros también, pero no prejuzguemos. A veces es necesario ahorrar en cosas superfluas, como el agua potable, a fin de gastar en lo que país realmente necesita, como 2.000 millones de dólares en armamento yanqui residual de guerras viejas.
Se cayó la prórroga del blanqueo que impulsaban todos los que necesitan guita de origen sucio, a saber: a) gobierno nacional, b) gobernadores, c) cámaras empresariales, especialmente las de la construcción y la inmobiliaria, d) contadores, abogados e intermediarios varios. El negociado era y es hermoso, pero qué pena, no daba el tiempo para hacer votar la extensión en el Congreso, y sacarla por decreto era como mucho. Total, lo importante ya está: cuando la jueza Biotti le dio el OK al blanqueo de familiares de funcionarios que impuso Macri justamente por decreto –pese a que la ley de blanqueo votada en el Parlamento lo prohibía expresamente– hubo una avalancha de presentaciones que estaban esperando precisamente eso. Calma, delincuentes fiscales: vuestros nombres estarán blindados a la opinión pública, salvo que los pida… un juez. Delicias de la salud republicana, el funcionamiento institucional y la independencia de la Justicia.
Cerramos con una muestra de la sensibilidad del gobierno hacia los desocupados. El representante del Estado en Siderar y ex jefe de la SIDE menemista, Miguel Ángel Toma, le ofreció trabajo en la compañía insignia del Grupo Techint a un viejo amigo sin empleo actual, el ex director de Operaciones de la SIDE kirchnerista (hasta que Cristina lo echó tardíamente) Antonio “Jaime” Stiuso. Pero vean cómo la muchachada PRO alterna sin problemas los dos lados del mostrador. Resulta que el actual secretario de Empleo del Ministerio de Trabajo, Miguel Ángel Ponte (el de “tomar y despedir gente es tan natural como comer y descomer”, ¿se acuerdan?) es un ex CEO de Techint. Entonces, hablando con Toma, parece que le propuso que, ya que Stiuso tiene experiencia en el tema, le mire un poquito en qué andan la CGT y las organizaciones piqueteras para el paro del 6 de abril, como para que a Triaca no lo agarren de sorpresa (“Charlas de quincho”, Ámbito Financiero, 27-3-17). ¿Quién dijo que en el PRO no son solidarios con los necesitados?
Frase PROtuda de la semana: vuelve un clásico, o más bien una clásica. En un arranque de republicanismo sincericida, la vicepresidenta muestra su búsqueda del régimen político capitalista ideal:
“Convendría evitar la elección de medio término por un tiempo, para gestionar sin tener que andar compitiendo” (Gabriela Michetti).
Como suele pasar con las personas geniales, aquí hay muchas ideas profundas en poco espacio. Primero, nótese el cauto uso del verbo “evitar”, en vez del más práctico, pero demasiado franco, “eliminar”. Segundo, no se habla de una solución definitiva, sino sólo “por un tiempo”: Michetti quiere prescindir de las elecciones de medio tiempo sólo cuando gobierna; cuando es oposición, le parecen una gran idea. Y tercero, una obra maestra de la diplomacia: la propuesta es sólo “para no andar compitiendo”, algo así como evitar una mera distracción en la ardua tarea de gestionar, en vez de decir, sencillamente, que quieren joder al conjunto del electorado sin tener que andar rindiendo cuentas de sus actos.
Señora vicepresidenta, ¿no era más fácil decir que las elecciones en particular y hasta la democracia burguesa en general son una verdadera molestia para un capitalismo gestionado por sus dueños?
Marcelo Yunes