Una polémica con los compañeros del MST

A finales del 2016 junto a los compañeros del MST concretamos un acuerdo para poner en pie Izquierda al Frente por el Socialismo: un frente electoral sobre la base de un programa de independencia de clase; frente que ha venido dando sus primeros y exitosos pasos estos últimos meses.

El Frente ha estado en varias oportunidades en la calle con columnas conjuntas y hemos salido públicamente con posicionamientos comunes ante diversas situaciones de la lucha de clases, así como hemos sacado afiches en común también en apoyo a la lucha de AGR y en ocasión de la marcha del 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer.

Es decir: estamos poniendo en práctica un frente que intenta ir algo más allá que una mera cooperativa electoral, lo que no es poco.

Pero al mismo tiempo que avanzamos en esta construcción, y en los acuerdos que nunca son fáciles entre corrientes políticas que tienen balances y trayectorias distintas, queremos señalarle ahora al MST, públicamente como corresponde entre corrientes revolucionarias, una grave contradicción: su pertenencia en la provincia de Santa Fe a otro frente: un frente de centroizquierda como es el Frente Social y Popular (FSP).

El FSP está integrado por un variopinto grupo de centristas, populistas y filo «K» entre los que se encuentran el PCR, Patria Grande y está liderado por el periodista Carlos del Frade, actual diputado provincial.

Para ilustrar lo «variopinto» de los socios provinciales del MST santafecino podemos mencionar últimamente las declaraciones de Otto Vargas, histórico dirigente del PCR, quien esbozó abiertamente la posibilidad de ir en lista común con «La Cámpora» (¡además de ser un partido que acaba de concretar nacionalmente un frente electoral con los Rodríguez Saá!).

Por el lado de Patria Grande es ampliamente conocido su «filo-kirchnerismo» y su llamado a votar a Scioli en la segunda vuelta en el 2015. Agreguemos que esta alianza entre Patria Grande y los “K” se viene abroquelando en la provincia, constituyendo una suerte de “nueva burocracia” en espacios como las multisectoriales o el movimiento de mujeres.

Por parte de Del Frade son públicos los coqueteos para armar un interbloque de «centroizquierda» en la legislatura santafesina junto a dos expulsados del PS sojero: Rubén Giustiniani y Silvia Ausburger, sumando además a «Palo» Oliver de la UCR (1).

Por supuesto que no hay ninguna contradicción en Del Frade, una figura populista independiente de reputada trayectoria profesional y personal, que llevó adelante siempre una política pequeñoburguesa y de colaboración de clases con el gobierno sojero del PS y sus referentes.

La contradicción es de los compañeros del MST que nacionalmente integran la Izquierda al Frente por el Socialismo, un frente de intransigente independencia de clase con nuestro partido, pero que localmente pretenden seguir en el FSP junto a Del Frade «porque es conocido» y porque su figura «nos trae votos», como lo dicen abiertamente los dirigentes del MST en Rosario.

Al mismo tiempo, los compañeros del MST aducen que como «el Nuevo MAS no tiene legalidad en Santa Fe» (cosa que es así momentáneamente), a ellos “les conviene ir con Del Frade”.

Desde el Nuevo MAS le preguntamos a los compañeros: ¿cómo se puede mantener una política de doble estándar que nacionalmente firma un programa de expresa independencia de clase y en la tercera provincia del país sostienen un acuerdo de conciliación de clases?

Ocurre que nacionalmente, bajo la forma de un acuerdo electoral, de un frente único electoral entre nuestro partido y el MST, hemos puesto en juego un criterio principista: el criterio de independencia de clase de los trabajadores.

¿Qué significa el mismo? Que las organizaciones de la izquierda que nos consideramos revolucionarias jamás integramos frentes comunes con corrientes que defienden y practican la conciliación entre las clases; cuando llevamos adelante acuerdos electorales, los hacemos siempre en la perspectiva de pelear por la independencia de clase de los trabajadores (enseñanza básica del marxismo desde el momento mismo de su fundación). De ahí que no se puedan integrar frentes como el que integra el MST en Santa Fe; problema que se coloca más de relieve cuando el MST integra hoy un nuevo frente de la izquierda en nuestro país junto a nuestro partido.

Si separáramos cada objetivo inmediato (en este caso, obtener votos) de los objetivos estratégicos (la pelea por la independencia política de los trabajadores), incurriríamos en el más escandaloso oportunismo llevando adelante acuerdos con cualquier sector burgués o pequeño burgués “que nos traiga votos”, y socavando toda posible alternativa por la revolución y el socialismo.

La contradicción evidente aquí es que no se puede tener una política disociada “regionalmente”, firmar un acuerdo nacional de independencia de clase y, al mismo tiempo, en Santa Fe o cualquier otra provincia, caminar en el sentido exactamente opuesto recreando prácticas que han sido equivocadas y que llevaron al MST a una gravísima crisis (de la cual el acuerdo con el Nuevo MAS sería una alternativa para salir de ella): mantener o recrear acuerdos de conciliación de clases, frentes centroizquierdistas que socavan gravemente la pelea por la independencia de clase de los trabajadores.

Instamos entonces a la militancia y la dirección del MST a reflexionar sobre esta discusión que fraternalmente y de manera educativa decidimos hacer pública, toda vez que hemos intercambiado ideas acerca de la misma en la Mesa Nacional del frente y no hemos logrado ponernos de acuerdo sobre este tema; un tema que suma todo tipo de contradicciones cuando, por ejemplo, mientras sus dirigentes se presentan públicamente como parte integrante del FPS con Del Frade, su militancia de base reparte volantes y pega en las calles los afiches comunes de Izquierda al Frente en Rosario…

Compañeros: lo que está en juego es algo más importante que los votos, sea con Del Frade u otra figura de centro izquierda; están en juego las perspectivas mismas de un desarrollo de la izquierda revolucionaria en nuestro país por el camino de la independencia de clase en una coyuntura donde, por lo demás, se ha agigantado la experiencia de todo un sector con Macri y difícilmente este sector vuelva al kirchnerismo o a cualquiera de las variantes centroizquierdistas en crisis.

La que se abre es una inmensa oportunidad para la izquierda revolucionaria, aquella que históricamente viene peleando por la independencia de clase, oportunidad que la Izquierda al Frente por el Socialismo está llamada a tener un enorme protagonismo en todo el país y que se construirá en la lucha intransigente contra el gobierno de Macri y, también, contra las alternativas burguesas y centro izquierdistas “progresistas” como las corrientes k, filo k y pequeñoburguesas decadentes.

1- https://www.pagina12.com.ar/24010-se-lleva-las-banderas-del-progresismo

Nuevo MAS- Rosario

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