Un alienígena en la Casa Rosada – Sturzenegger grita 17% y susurra 25% – Un ministro lee los gráficos al revés – El susodicho ministro honra un proverbio – El mercado inmobiliario de Marte, en alza – ¿Macrilandia o Testaferrilandia? – Banqueros recuperan gasto en salarios – Una tapa de Clarín de 400 millones de dólares – Triaca le saca el silbato al chancho de la CGT – No hay sordo más marciano que el que no quiere oír

La movilización de la CGT, la huelga y marcha de los docentes, el paro de mujeres… todos eventos de enorme importancia, sin duda, pero es una lástima que hayan opacado el protagonismo del presidente. En efecto, el discurso de Macri del 1º de marzo, en la inauguración de sesiones ordinarias del Congreso, hubiera merecido más atención. No de los sectores populares, aclaremos, sino de la Academia de Hollywood, que bien podría darle un Oscar a la Mejor Cara de Piedra, o al Mejor Guión de Ciencia Ficción. La pintura que hizo Macri no corresponde a la Argentina de 2017, ni a la de 2018, ni a la Argentina, ni al planeta Tierra. Tenemos un presidente que habla de Marte, o que parece vivir en Marte. Y ojo, que el último presidente así en este país fue Fernando de la Rúa.

Primera crónica marciana: “la inflación está bajando”. Macri, el marciano, no es capaz de consultar a su funcionario Federico Sturzenegger, que será garca pero al menos es terrícola. Resulta que hasta el titular del BCRA reconoce que “vienen tres meses delicados en materia de inflación”. Por eso la tasa de Lebac no baja de casi el 25% anual: ¿desde cuándo la tasa del Banco Central le gana por 8 puntos a la inflación esperada? Y los malos augurios son legión, empezando por el índice oficial de la ciudad de Buenos Aires, que midió un 1,9% para enero y un 2,9% para febrero. El otrora famoso IPC Congreso dio el 2,1% para febrero, al igual que la CGT. Pero lo más preocupante para el gobierno es lo que calcula la consultora Elypsis, orientada por un asesor del gobierno, que estimó un 2,5% para febrero y un piso del 2% para marzo y abril. Si es así, la inflación sólo del primer cuatrimestre superaría el 8% (anualizado, es un 36%).

¿La respuesta del gobierno? La que adelantamos desde estas páginas: poner el foco en la “inflación núcleo” y diluir los aumentos de tarifas en el índice nacional, por encima del tradicional índice del Área Metropolitana de Buenos Aires (Capital y GBA). Pero el problema de fondo con la medición de la inflación no son estas trampitas de poca monta, sino que la canasta que usa el INDEC está totalmente desactualizada y mal ponderada. Un solo ejemplo: el índice actual considera que la tarifa de luz representa el 0,3% de la canasta total. Si los ítems de alimentos y servicios públicos se ponderaran con el peso que realmente tienen para la inmensa mayoría de las familias, el índice quedaría muy por arriba del actual. Aun así, los que ya se frotan las manos son los especuladores en bonos de deuda: los títulos que se ajustan por inflación pegaron un brusco salto, anticipando una suba de precios que hoy tiene como piso un 25% real.

Segunda crónica marciana: “Hace cuatro meses todos los días se está un poco mejor y hay varios sectores que se están reactivando”. Por esas cosas del espacio sideral, a Marte no llegaron las noticias de los crecientes cierres de fábricas como Banghó, Atanor, ahora las plantas de SanCor y sigue la lista. En el cuarto planeta del sistema solar, la desocupación baja. Digamos que el ministro de Producción, Francisco Cabrera, es otro ciudadano ilustre de Marte, ya que después del acto de la CGT se permitió decir que “no es momento para una medida de fuerza” porque “claramente los indicadores de empleo, actividad, inversión, consumo y producción mejoran”. ¡“Claramente”!

Ya que estamos con Pancho, pasemos a la tercera crónica marciana: “Es falso que haya una avalancha de importaciones, el año pasado se importó un 7% menos que en 2015”. Aquí, en realidad, no hay vida extraterrestre sino la vieja verdad del proverbio inglés que clasifica las mentiras en tres categorías: mentiras, recontra mentiras y estadísticas. Porque lo que Cabrera no dice (a pesar de que también son datos del INDEC al alcance de cualquiera) es a) que ese 7% menos se debe a la baja de precios, no de volúmenes importados, que subieron un 4%, y b) que en sectores clave para el empleo industrial, como electrodomésticos, alimentos y textiles, las importaciones no sólo no bajaron sino que subieron incluso por encima del 100%. Igualmente, esto es una sutileza comparada con el disparate posterior de Cabrera: “El 87% de las importaciones corresponde a bienes de capital”, es decir, insumos para la producción. ¿A quién quiere engañar el ministro? Jamás en la historia este país tuvo esa proporción. Cabrera cuenta como “bienes de capital” desde los combustibles hasta los celulares. Está bien, vive en Argentina, pero merece pasaporte marciano honorífico.

Cuarta crónica marciana: el Plan ProCreAr pasó a la órbita del subsecretario de vivienda, Iván Kerr, pero parece que escoba nueva barre poco. En efecto, Kerr anunció orgulloso el lanzamiento de un plan de ¡18.000! créditos hipotecarios para este año. Eso sí, el plan es para viviendas nuevas o usadas. Lo que significa que el plan de reactivación de la construcción vía nuevas viviendas tiene “una meta de 10.000 a 15.000 préstamos”, es decir, 30 casas por día en el mejor de los casos. No, si éstos del PRO, para soñar, sueñan en grande. Evidentemente, en Marte la construcción no necesita impulso y el déficit habitacional está resuelto.

Salimos de las crónicas marcianas y pasamos al shopping, sección regalos. Primer regalo: a tres semanas del fin del blanqueo, la AFIP autorizó la adhesión a este curro incluso cuando el titular del activo a blanquear sea una sociedad fantasma originada en paraísos fiscales y declarada en Argentina. Para que se entienda: vía libre al blanqueo de testaferros.  Sin restricciones. Uno de los grandes argumentos del blanqueo (que se sostuvo hasta una resolución de octubre pasado) era que todos los activos a blanquear debían estar a nombre de personas físicas. Ya no. De hecho, es más que un regalo: es una especie de pase libre de “vale todo”. Los amigos del marciano, chochos.

Segundo regalo, esta vez a cargo de Sturzenegger: el titular del Banco Central bajó los encajes a los bancos por 30.000 millones de pesos. Explicamos: “encaje” es el porcentaje de dinero en efectivo que los bancos deben tener en reserva (en “caja”, justamente), que por lo tanto no está invertido ni genera ganancias; es capital inmovilizado. Bueno, ya no: como el BCRA decidió que el conjunto de los bancos puede sacar de caja esos 30.000 palos, ese dinero ahora está alegremente generando intereses y ganancias a los bancos de no menos del 2% mensual (tasa de Lebac). Así, los bancos recuperan en cuestión de semanas ese 4,5% adicional de aumento a los empleados bancarios que habían amagado no pagar, y que requirió decisión judicial y huelga del gremio para hacerse efectivo. Lo que a los trabajadores les cuesta esfuerzo y lucha, a los bancos se lo regala el gobierno.

Regalo número tres, ya anticipado pero ahora confirmado: por resolución del Enacom, Nextel (Grupo Clarín) ya puede dar servicio 4G para celulares, con frecuencias por las cuales Telefónica, Claro y Personal pagaron 1.500 millones de dólares. ¿Y Clarín? Nada. Telefónica, que puso 400 palos verdes, ya habla de juicio en el CIADI (tribunal del Banco Mundial). Bueno, che, tampoco fue tan gratuito: el título de tapa de Clarín del 6 de marzo (“Panamá Papers: no hallan pruebas que involucren a Macri en el lavado de dinero”) puede considerarse un pago a cuenta.

Cerramos esta edición volviendo al tema del paro de la CGT para el 35 de marzo. Sabemos que nuestros virtuosos burócratas sindicales son incapaces de vender sus elevados principios por el vil metal, pero por las dudas avisamos: el ministro de Trabajo Jorge Triaca (otra astilla del palo burocrático) les avisó a gordos y flacos de la CGT que los fondos para las obras sociales dejaban de estar a cargo del superintendente de Salud, Luis Scervino (hombre de confianza de la CGT). Esa plata ahora la maneja… el propio Triaca. ¿Tendrá algo que ver esto con una denuncia que hizo el periodista Roberto Navarro: que Triaca se jactaba de tener en el bolsillo a dos de los tres triunviros de la CGT? ¡Cuánto suspenso! ¡Y el chancho sigue sin chiflar!

Frase PROtuda de la semana: sí, ya saben, más que una frase, estos días dieron un libro entero. Pero ya que empezamos con el marciano favorito, con él terminaremos.

No aflojemos. No escuchemos las voces de quienes nos quieren desanimar” (Mauricio Macri nos aclara, innecesariamente, que no está dispuesto a escuchar. Se ve que en Marte reina el buen ánimo. Y el silencio de la sordera. Que tenga cuidado el gobierno: no sea cosa que resulte el silencio de los cementerios).

Marcelo Yunes

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