El gobierno nacional tomó la anticipar todas las medidas de ajuste para que éstas estén lo más alejadas posible de las próximas elecciones. Así fue como el principio de año arrancó con achique en el Estado y despidos por un lado, por otro una batería de decretos reaccionarios como el de reforma antiobrera del régimen de ART, y finalmente aumentos en varios rubros.

En relación a esto último, esta semana el “CEOministro” de Energía, ha anunciado una nueva suba en las tarifas del servicio eléctrico con incrementos que llegan al 150% de aumento. Veamos cómo es la cosa. Mediante una conferencia de prensa, el ministro Aranguren informó que el nuevo régimen tarifario de energía contendrá un incremento escalonado según el nivel de consumo el cual está dividido en cuatro rangos: el primero incluye a los consumos que alcanzan hasta los 150 KWh/Bim (kilowatts/hora por bimestre) y el aumento será del 60% (alrededor del 30% de los hogares); el segundo segmento integra a los que llegan a los 300 KWh/Bim cuyo incremento trepa al 70% (esto alcanza al 40% de las facturas); el tercer rango alcanza a los consumos que están entre los 300 y los 600 KWh/Bim los cuales sufrirán un aumento del 96% (un 25% de los hogares) ; y el último tramo es el de los consumos residenciales de más de 600 KWh/Bim quienes tendrán un aumento de 148% en su facturación (el 5% de las facturas)… ¡Alto! Antes de correr a revisar en cuál de los niveles estás vos, dame un par de minutos más.

Es que el tarifazo es mucho más grande de lo que parece. Recordemos (si es posible olvidarlo) que el año pasado el gobierno ya nos había infringido un buen sablazo al bolsillo por medio un tarifazo en la boleta de luz de alrededor del 370% (según estudios de la CTA). Este dato es importante puesto que el aumento que ahora se anunció se efectiviza sobre el ya realizado en 2016. Es decir, si vos en enero de 2016 pagabas 100 pesos, con el primer aumento pasaste a pagar 470 pesos. Pero ahora con el nuevo tarifazo tu factura va a estar rondando los 920 pesos. ¡Más del 800% de aumento en poco más de un año!

No obstante este brutal robo al bolsillo, el caradura de Aranguren anunció que está programado un nuevo tarifazo en octubre/noviembre de alrededor del 19% (el cual al realizarse sobre las tarifas aumentadas llevaría nuestro ejemplo a los 1.100 pesos) y otro más en febrero de 2018… ¡Eso es una verdadera planificación del saqueo!

Un robo con “premeditación y alevosía”

En el Código Penal se utiliza el término premeditación para dar cuenta de la cuidadosa planificación de los pasos necesarios para la concreción de un delito, y el término “alevosía” para significar el intento del delincuente de garantizar su propia impunidad.

En el caso que nos afecta, el gobierno nacional cumple con ambos requisitos. Ha preparado este cronograma de aumentos hace meses cuando realizó aquella farsa de audiencias públicas, razón por la cual ahora no precisa consultar con nadie toda esta riestra de aumentos. Pero no sólo premeditó estos aumentos, sino que además pretende que éstos no se registren en los índices de inflación de este año. De esta forma quiere evitar que el tarifazo se note tanto. No olvidemos que el año pasado fueron los aumentos en los servicios los que motorizaron las primeras protestas y cacerolazos contra Macri.

¿Cómo pretende hacerlo? El método es sencillo: Aranguren propuso un desdoblamiento del tarifazo en dos cuotas, una que se efectiviza en febrero, y la otra en marzo. De esta forma busca evitar que el tarifazo quede registrado todo junto en el índice de inflación de febrero, y que el índice suba un poco cada mes. ¿Por qué hace esto? Por el también sencillo motivo de que en febrero empiezan las paritarias (en primer lugar la de los docentes) y el macrismo pretende imponer nuevamente una paritaria a la baja. Macri, siguiendo la tradición familiar, busca estafar a los argentinos sin que éstos se puedan defender.

Edenor y Edesur, de fiesta

El incremento de las tarifas eléctricas fue mucho más alto de lo esperado. En los días previos al anuncio, toda la prensa patronal con Clarín y La Nación a la cabeza informaba que el aumento rondaría el 40%, e inclusive vaticinaban que podría ser menor. Pero no sólo ellos se sorprendieron, las mismas Edenor y Edesur no salían de su asombro al constatar que el aumento otorgado por el gobierno era superior incluso al que ellas mismas habían pedido en las audiencias públicas del año pasado. Por eso no es de extrañar que las acciones de las empresas de servicio eléctricos hayan trepado un 8% en un solo día.

Esto sirve para demostrar que Mauricio Macri no es un mal tipo. No está en él joder a todo el mundo. Nada de eso. Él simplemente pretende joder a los trabajadores y beneficiar a las patronales. Como diría Marx: no es que sean “malos” son burgueses.

Hay que enfrentar al ajuste de Macri

El tarifazo en la luz no es ni el primero ni el último. Ya a principio de enero estuvo el incremento del 375% en la tarifa del agua; el precio de los peajes (120%) y de las naftas (8%); también subió las tasas de ABL (30%) y el impuesto de patentes (17%). Ahora los peajes y las prepagas, y ya para abril nos tienen agendado un nuevo tarifazo para las boletas de gas. Y pese a todos estos aumentos, el gobierno pretende hacernos creer que la inflación de 2017 no va a superar el 17%.

Lo cierto es que Macri pretende hacer pasar este brutal ajuste todo junto a principio de año. Y junto con esto avanzar en un redoblado ataque contra los derechos de los trabajadores en su conjunto. No son casualidad las reformas al régimen de ART; ni la campaña lanzada contra los convenios colectivos de trabajo con la intención nada velada de darle una nueva vuelta de tuerca a la flexibilización laboral; ni el intento de mantener las paritarias por debajo del 18%.

Estos ataques, se dan además en el marco de una situación económica que no muestra ningún signo serio de mejoría, y que por el contrario sí arrastra una larga caída. Es por eso que se hace más necesario que nunca salir a las calles a enfrentar a este gobierno. Hace falta un paro general y una movilización a Plaza de Mayo contra el ajuste.

Martín Primo

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