El miércoles 31 de enero, en Córdoba, los científicos tuvimos nuestra primera asamblea importante del año. Con la participación de aproximadamente 100 compañeros y compañeras, un número muy representativo y destacable dada la época de vacaciones, resultó una instancia crucial de organización de cara a los meses de luchas que se vienen y al inminente II Plenario Nacional de Trabajadores de la Ciencia y Técnica (Sábado 4/2). Durante la semana, se realizaron asambleas similares en diversos puntos del país (Nordeste, Santa Fe, Mendoza, CABA, etc.). La primera conclusión que hay que sacar entonces es la siguiente: pese al revés de un acuerdo por todos reconocido como insuficiente y al enfriamiento propio de las vacaciones, todavía hay mucha bronca y ganas de salir a luchar contra el desguace del sistema científico que quieren Macri y Barañao. Las mociones votadas en la asamblea llevada adelante en Córdoba así lo reflejan.

En primer lugar, se votó ir al Plenario con un mandato de asamblea, resolución no menor por representar el método con el cual se buscará forjar la unidad nacional de los trabajadores de la Ciencia: basándose en organismos independientes y combativos como son las asambleas. En segundo lugar, y partiendo del balance de que el acuerdo votado en diciembre no significaba una respuesta a nuestros reclamos, votamos llevar al Plenario la propuesta de que se exija a Barañao en la próxima mesa de negociación que los 500 recomendados entren a la Carrera de Investigación de CONICET y no a otros organismos. Para garantizar la contundencia de ese reclamo, también se propondrá realizar un plan de lucha para los próximos meses y que tendrá como punto de partida una gran movilización nacional el día que se llame a la mesa de negociación.

Finalmente, tras una larga discusión, se resolvieron algunos elementos respecto al funcionamiento de la naciente organización nacional de los trabajadores de la Ciencia. Por un lado, se decidió que dicha organización funcione en base a delegados elegidos por asamblea y proporcionales a su tamaño y, por otro, de manera de asegurar representatividad al interior, que la cantidad de delegados por asamblea tenga un tope máximo.

Pese a las frustraciones y a las dificultades, en Córdoba los científicos mantenemos la voluntad de organizarnos nacionalmente, de manera independiente y democrática, para luchar contra el ajuste de Macri y Barañao, logrando en primer lugar que se incorporen al CONICET todos los recomendados. ¡Todos al Plenario del 4/2!

José Girolamo-Becario CONICET

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