SoB entrevistó a Claudia, trabajadora despedida de YPF petroquímicos Ensenada

 

Sob: Claudia, ¿cuándo fuiste despedida?

Claudia: El día 17 de octubre, me sacaron de una reunión de forma muy secreta y me llevaron a la gerencia. Me dijeron básicamente que la empresa prescindía de mi trabajo.

SoB: ¿Hacía cuánto que trabajabas?

C: Aproximadamente 10 años.

SoB: ¿Porqué pensás que te despiden de manera secreta, sin contacto con tus compañeros, de un día para otro?

C: Creo que es algo muy discriminatorio. Realmente para mí es discriminatorio, porque mi jefe sabía que ingresé con un programa de discapacidad, y a lo largo de diez años él me ha hecho hacer trabajos que no se correspondían con el fin para el cual me habían contratado. Y en lo sucesivo, me ha ido haciendo una calificación anual que tampoco servía por la cantidad de trabajo que yo hacía, la cantidad de proyectos que yo realizaba. Era injustificada la calificación.

SoB: Este despido discriminatorio a raíz de tu discapacidad, ¿qué pensás que significa en tu lugar de trabajo y para tus compañeros?

C: Trabajaba en atención al cliente, y además de realizar las tareas básicas, como hacer pedidos, envíos de cheques rechazados, cobro de deudas; hacía además otros trabajos que no tenían nada que ver con lo estipulado en mi ingreso, como por ejemplo archivar cajas de más de 15 kg, siendo que estoy operada de los pies, y eso repercute en mi cadera y en mi espalda. Nunca me negué al trabajo, pero eran cosas muy humillantes. Había veces que no comía porque no me daba el tiempo. Cuando lograba comer, él me llamaba para hacer algún trabajo. Cosas así.

SoB: Ese trato autoritario y discriminador, ¿lo tenía también con tus compañeros de trabajo?

C: Estaba constantemente sobre mí. Siempre me estaba gritando, llamándome la atención por tonterías. A veces, se la agarraba con otros compañeros, y ellos lo enfrentaban. Yo no. En el último tiempo lo enfrenté, dentro de las posibilidades, y le decía “Daniel, ¿vos te das cuenta que con todo esto lo único que hacés es perjudicarme en mi carrera laboral?”. Y él me decía que si me molestaba, que me vaya.  Era muy agotador. Porque si me quejaba de algo, o le decía “Daniel, fíjate que esto está mal”, él me decía “si querés vamos a hablar con Recursos Humanos”. Y así me ha tenido un largo tiempo, hasta que ahora, sin más, sin que me llegue una carta de despido, me echan imprevistamente. Me quisieron obligar a firmar algo y no lo acepté.

SoB: Estás afiliada a SUPeH (Sindicato Unido Petroleros e Hidrocarburíferos).

C: Estoy afiliada hace 8 años. Apenas ingresada, consideré que de la parte gremial debía sentirme un poco protegida, y opté por adherirme a SUPeH. Pero nunca tuve una participación activa, era sólo para sentirme contenida.

SoB: ¿En tu sector hay más gente adherida al gremio?

C: No, ninguno.

SoB: ¿Cómo reaccionó el gremio ante tu despido?

C: Cuando fui a hablar por primera vez, me dijeron que sabían que era víctima de maltratos cotidianos hace como cinco años, pero tampoco hicieron nada. Estando despedida, voy a hablar para ver la posibilidad de mi reincorporación, porque es lo que en verdad quiero, me dijeron que iban a hacer una denuncia ante el INaDi, ante el Ministerio de Trabajo y ante la empresa. Pasaron los días y no se hizo nada de esto. En definitiva me dijeron que acepte lo que me dan y que no haga nada.

SoB: Tu objetivo es la reinstalación en tu puesto de trabajo. Además de la vía judicial, ¿cuál ves que es el camino para torcerle el brazo a la empresa, teniendo en cuenta que el gremio no va a pelear por vos?

C: Lo venía pensando hace unos días, y si el gremio no va a hacer nada, voy a ir por la vía judicial a luchar con todo lo que tengo. Ante todos los medios voy a ir al INaDi en La Plata, me voy a presentar. Voy a hacer una denuncia por discriminación contra mi antiguo jefe, por hostigamiento. Y lo que busco a través de esto, si bien logre o no la reincorporación, es que cosas así no vuelvan a pasar, porque estamos en el 2016 y no puede ser que un jefe abuse de todas maneras contra un empleado sin que éste tenga la posibilidad de decir “hasta acá”. Quiero que esto siente un precedente para las próximas generaciones de empleados que trabajen ahí.

SoB: Los jefes se manejan con una impunidad total, ¿qué mensajes les darías a tus compañeros?

C: Que sean fuertes, que no tengan miedo, que sigan luchando por su trabajo, por su dignidad, por la dignidad que te da el trabajo. Que no piensen que no se puede, que no bajen los brazos, y que se unan. Si estamos separados es lo mismo que nada. Entre todos podemos hacer más cosas.

SoB: Gracias.

 

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