A 10 meses de la asunción del gobierno de Macri, todos los datos económicos muestran que estamos en una recesión, todas sus medidas económicas de ajuste (tarifazos, etc.), han creado 1.500.000 nuevos pobres. Los índices arrojados sobre pobreza e indigencia del INDEC (9.000.000) o de la UCA (13.000.000) muestran que la situación económica para todos los trabajadores y pobres del país se está volviendo insostenible, hemos visto perder nuestro poder adquisitivo, estamos siendo suspendidos o despedidos. A todo esto la CGT está gestando una abierta traición a los trabajadores en el momento que están sufriendo el más grande ajuste económico en años.

 

El gobierno y la empresa con el mismo plan

 

Apenas se supo qué gobierno asumiría luego de las elecciones, la empresa envió una carta a todos los laburantes avisando que la mano se venía difícil con la apertura de las importaciones, que había que prepararse para competir con la mano de obra asiática, esta carta fue un aviso de lo que se vendría en el año, que aunque tenga parte de verdad por la caída de las ventas, también es utilizada como excusa por la patronal; si la empresa tiene crisis, que abra los libros contables, que no seamos nosotros los trabajadores los que paguemos con suspensiones y despidos, sino las empresas y las patronales como los sojeros y las mineras, que no pagan ningún impuesto mientras cada vez más trabajadores pagan ganancias; porque luego de que la CGT se negara a llamar a un paro luego del veto de Macri a la ley antidespidos, fue una señal para que las empresas (y Mafissa no fue la excepción) redoblaran la regimentación, disciplinamiento y explotación a los trabajadores, o sea, que haya menos tiempos muertos y trabajes más por el mismo o menor salario. Nada de esto fue casual, la empresa y el gobierno de Macri tienen el mismo plan, nos hemos cansado de escuchar que en la Argentina se necesita más productividad. ¿Qué significa cuando el gobierno dice eso? Significa aumento de la explotación obrera mediante la extensión de la jornada laboral y/o el aumento del ritmo e intensidad del trabajo, que no es otra cosa que estrujar los músculos y nervios de los trabajadores. En Mafissa la patronal está tratando de dar esos pasos, primero regimentó y disciplinó con despidos a los que se quejaron, a los compañeros que faltaban por los ritmos agobiantes, se enfermaban y sacaban carpetas, etc. Luego se entró en una segunda etapa, las suspensiones rotativas al 70 % comiéndose incluso lo conseguido en paritarias. Ahora se entró en una nueva etapa: la del intento de la patronal del aumento en la producción que no es otra cosa que lo descripto más arriba.

 

¿A qué juegan los dirigentes sindicales de la CGT?

 

Como decíamos anteriormente, los dirigentes sindicales de la CGT vienen haciendo malabares dejando pasar el plan de ajuste del gobierno de Macri y las patronales; primero se negaron a convocar a un paro general luego de la vetada ley antidespidos, hoy con una CGT unificada, ¿a qué juegan estos dirigentes? ¿Se unieron para no luchar o para convocar a un paro general? Porque para pararle la mano a Macri lo que se necesita es ir a un paro activo, se necesita convocar a los trabajadores a un real paro con movilización a Plaza de Mayo para imponer nuestras reivindicaciones. Es eso lo que debemos exigir por abajo mientras se denuncia su arbitrariedad, contención, mediación, administración de las «medidas”, ahora negociando un tramposo e irrisorio bono de fin de año que no llega ni siquiera a empatarle a la inflación en estos 10 meses, aprovechando la confusión que reina entre los trabajadores en relación al carácter antiobrero del gobierno de Macri. Por eso en cada fábrica, en cada lugar de trabajo, debemos exigir medidas concretas tomadas en una asamblea de fábrica, que seamos los trabajadores los que decidamos para que los planes del gobierno y las patronales no pasen, pero también debemos tener en claro que la gran mayoría de los sindicatos, con sus representantes en cada fábrica y cada sector, son los que ayudan a las patronales a aplicar los nuevos planes de bajar los costos laborales, de quitarnos derechos conquistados, de aumentar los ritmos de producción, etc. Pero así y todo debemos exigirles, para quitarles las caretas si no llaman a medidas concretas que defiendan nuestros derechos atacados, tanto por la patronal como por el gobierno. Porque ante todo este plan, los dirigentes sindicales no convocando a nada, garantizan las ganancias empresarias a costa de la miseria y superexplotación obrera.

 

Organizarse por abajo para enfrentar los posibles despidos que esconden estas suspensiones

 

Ante estas suspensiones por 3 meses no se deben relajar, porque como venimos describiendo, la patronal no da puntada sin hilo, esto es parte de un plan que augura nuevos despidos. La patronal, con suspensiones mediante, está preparando parar la planta por lo menos un mes teniendo un stock bastante considerable para los siguientes meses, y también buscando personal que entre con el plan nuevo de producción instalado, regimentado, disciplinado y haciéndolos producir mucho más. Insistimos, nada de lo que ha hecho la patronal es casual, aprovecha la situación de supuesta crisis para ir por todo, por eso es muy importante empezar a organizarse por abajo ya, organizarse de manera independiente de los agentes de la patronal, porque para que no haya ni un despido más es importante la fuerza unificada de todos los trabajadores que estén dispuestos a defender los puestos de trabajo.

Basta de suspensiones en Mafissa

Ningún despido más

Si la patronal tiene crisis que abra los libros contables

-¡Que la crisis no la paguemos los trabajadores!

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