Con Macri se redobla la impunidad –

La marcha en La Plata a diez años de la segunda desaparición forzada de Julio López puede ser un nuevo canal de expresión contra el gobierno de Macri, en este caso, desde el ángulo de los derechos humanos. La movilización se dará en el contexto generado por la Marcha Federal que con su masividad y el contenido aportado por los manifestantes puso sobre la mesa el reclamo de paro general. La campaña que realizamos desde el Nuevo MAS en lugares de estudio y trabajo bajo el lema: “diez años sin López, con Macri se redobla la impunidad” encuentra muy buena recepción. Es que crece el repudio contra este gobierno que intenta avanzar en sacar de la cárcel para mandar a su casa a Etchecolatz, principal responsable de la segunda desaparición de López, además de mano derecha de Camps en la represión de los 70.

El clima reaccionario que impulsa el gobierno junto a la Justicia, de hecho, frenó hasta ahora el juicio a la CNU que debía comenzar en agosto. Carlos Rozanski, el mismo juez que había juzgado a Etchecolatz por genocidio diez años atrás, ahora se excusa de participar en el juicio contra la banda fascista de los 70 al haber sido amenazado de muerte. Por eso es tan importante la unidad de acción en las calles para derrotar la avanzada del gobierno y la justicia, y marcarle la cancha a los sectores reaccionarios, única garantía que no se concreten las “domiciliarias” y que no se frenen los juicios.

La lucha por López revitalizó todos estos años al movimiento de derechos humanos en La Plata. En su momento, desde el Nuevo MAS batallamos para que la Multisectorial exigiera al entonces gobierno de Kirchner la aparición del compañero y al mismo tiempo, lo responsabilizamos del encubrimiento. Es que la política reformista del kirchnerismo entró en crisis cuando debía meter mano en las fuerzas represivas, lo que nunca estuvo dispuesto a hacer por su carácter de clase.

El movimiento forjado al calor de la lucha democrática y al apoyo de experiencias de la recomposición obrera como Mafissa forjó a una amplia vanguardia contra el kirchnerismo en apogeo.

La crisis comenzó cuando para golpear al kirchnerismo, desde sectores de la izquierda quisieron que el movimiento fuera furgón de cola de la reaccionaria Sociedad Rural y del personal político de la derecha. En esos años, desde el Nuevo MAS peleamos porque el movimiento denunciara la política de DDHH del gobierno desde una perspectiva independiente.

Hoy, bajo el macrismo, es evidente que estamos ante un gobierno reaccionario que viene de frente contra el movimiento de derechos humanos y que la política se ordena alrededor del enfrentamiento contra la avanzada de Cambiemos. Desde el Nuevo MAS nos ponemos a la cabeza de esta lucha, por justicia por Julio López y por los 30 mil desaparecidos. Con esta perspectiva, pondremos en la calle este domingo a las 16.30 en Plaza Moreno una numerosa y combativa columna.

 

Ariel Orbuch

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