Un día después que Belén recuperó su libertad y mientras el movimiento de mujeres celebrábamos esta enorme conquista obtenida por la lucha, se hizo público a través de las redes sociales, la noticia de que en el Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) “Dr. Springolo” de El Palomar, partido de Morón (donde gobierna Ramiro Tagliaferro, ex marido de María Eugenia Vidal), los profesionales médicos tenían la obligación de hacer la denuncia policial “ante la sospecha de aborto”: en la foto del cartel donde constaba dicho pedido y que se hizo viral, se podía apreciar muy claramente el membrete oficial del centro de salud, el del municipio, y el teléfono de la comisaría.

El cartel colgado en el único centro municipal que cuenta con servicio de guardia, la “sospecha de aborto” encabezaba la lista de situaciones a denunciar, junto con el abuso sexual y la violación (delitos que es derecho de la víctima denunciar o no),lo que denotaba una sola intención: criminalizar el cuerpo de las mujeres; asimismo, fundaba dicha exigencia “a las leyes vigentes”, siendouna mentira descarada porque en nuestro ordenamiento legal no existe tal obligación, por lo que se buscaba aliados entre los profesionales de la salud afines a los intereses pro vida.

Pero esta avanzada reaccionaria de la gestión municipal de Cambiemos es sólo el corolario de una serie de medidas que han atentado contra la salud sexual y reproductiva de las mujeres, ya que hace un tiempo atrás se vienen desmantelando varios programas vinculados a esta temática; por ello, apenas se hizo pública esta noticia, el repudio inmediato de las organizaciones de mujeres no se hizo esperar, y ante la presión, el gobierno de Tagliaferro sacó un comunicado en donde intentó “despegarse” de la situación, manifestando que “se trataba de una acción aislada”(aunque resulta más que evidente que este pedido se realizó porque se sienten con la “libertad” de hacerlo) separando de sus cargos al médico coordinador del centro de salud, Mario Marine, y al coordinador administrativo Daniel Araujo, y ante la repercusión mediática, desde el gobierno  de Vidal se enviaron a toda la provincia protocolos de actuación para abortos no punibles.

Con un gobierno nacional “defensor de la vida”, el Opus Dei y sus organizaciones intentan acomodarse en los servicios de guardia de los centros de salud y hospitales para arremeter contra las mujeres que acuden allí, ya sea para solicitar un aborto no punible, o por las graves consecuencias de un aborto practicado en la clandestinidad, o por un aborto espontáneo, como en el caso de Belén, a través de médicos capaces de denunciar a una mujer sin importarles violar el secreto profesional (que sí constituye un delito) o como “objetores de conciencia”.

Con estas prácticas, avaladas por el propio Estado capitalista patriarcal, se pretende aleccionar a las mujeres por disponer de sus cuerpos;  alcanza la sola “sospecha”  de poner en jaque el destino “natural” de la maternidad para terminar presas: de esta forma, las mujeres ante el temor de ser denunciadas, optan por no recurrir a las guardias de los hospitales ante complicaciones ginecológicas, poniendo en riesgo sus vidas; no resulta azaroso que la primer causa de muerte de mujeres gestantes en nuestro país, sea por aborto.

Lo mismo sucede cuando una mujer acude a solicitar un aborto no punible; los profesionales de la salud pueden ejercer “la objeción de conciencia”. Es decir, negarse a realizar la práctica alegando cuestiones del tipo éticas, morales y religiosas; pero dicha “potestad” no se limita a la negativa, sino que en la inmensa mayoría de los casos, amedrentan y hostigan a las mujeres para obligarlas a continuar con un embarazo no deseado por ellas, dando aviso a los grupos clericales para reforzar este violento acoso: por esta razón, las mujeres terminan acudiendo al circuito de los abortos clandestinos.

Resulta indispensable que pongamos en pie un movimiento de mujeres que luche y se organice para conquistar el derecho al aborto legal, libre y gratuito en el hospital, porque la avanzada clerical se siente cómoda con los tiempos que corren y pretende arrancarnos aquellos derechos que le arrebatamos al kirchnerismo, como el efectivo cumplimiento de los abortos no punibles y los protocolos de atención. Movilizadas logramos la libertad de Belén y ahora vamos por su absolución; para que no haya más mujeres presas o muertas por la ilegalidad del aborto, hay que dar esta fundamental pelea en las calles; por eso, te invitamos a viajar con Las Rojas al próximo Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario para organizar esta lucha.

 

Natalia Ruiz

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