Finalmente se cerró la paritaria del 2010, al igual que el año pasado fue en cuotas y con sumas no remunerativas. De esta manera por segundo año consecutivo prácticamente no hay paritarias porque lo que se consigue no va la hora y recién y con suerte se pasa al básico en la paritaria siguiente. Así las patronales siguen acumulando ganancias y hundiendo a los trabajadores en la miseria.

En marzo –al inicio formal de las paritarias 2010– pasaron todas las sumas no remunerativas del 2009 con lo cual la hora del operario inicial se fue a $12.25. Este “blanqueo” fue presentado como un gran triunfo y como un aumento de 46%. Luego se firmó con varias cámaras una suma fija no remunerativa de 380$ que varios frigoríficos no querían pagar y de hecho algunos todavía no pagan. Esta suma debía ser un paliativo mientras se terminaba de firmar la paritaria. A fines de noviembre se anunció otra prórroga y otra suma no remunerativa de $250 para noviembre, $450 + $190 para diciembre y 250 para enero, febrero y marzo. Donde se volvería a discutir.

Las sumas no remunerativas han pasado a ser lo común en el gremio, de esta forma la patronal se ahorra mucha plata en impuestos y el valor hora queda relegado. Con las prórrogas y sumas no remunerativos el trabajador sale perdiendo y en vez de tener paritarias anuales tenemos una paritarias permanente de prórrogas y sumas no remunerativas que no suman ni al básico, ni para las horas extras, ni para el prorroteo, ni para las vacaciones y para otros muchos rubros.

El gremio no convoca a junta de delegados y firmó la paritaria de miseria de forma totalmente inconsulta.

La crisis la pagan los trabajadores

Desde el año pasado hay cierre de plantas, despidos y suspensiones. La patronal descarga la crisis sobre la espalda de los trabajadores y vive amenazando a los que aun tiene trabajo con el destino del desempleo. Los sueldos de hambre son la consecuencia más sentida pero no la única. Las patronales suben permanentemente los ritmos de producción y recarga a los compañeros con más tareas.

Durante este año se han perdido miles de fuente de trabajo, frigoríficos enteros fueron cerrados y sus trabajadores despedidos. Varias plantas de Ciclo 2 también cerraron sus puertas definitivamente. Decenas de miles de horas de trabajo se perdieron, varios frigoríficos estuvieron parados varios meses, muchos otros están en garantía horario que condena a los trabajadores a vivir por debajo de la línea de pobreza (quincenas de 700 pesos) y con planteles mínimos.

Tanto la patronal como el gobierno son responsables de esta situación.

La política de cierre de exportaciones, control de precios y las “baratas” del gobierno fracasó rotundamente. El gobierno prometió subsidios a los trabajadores que en su gran mayoría nunca llegaron.

El gremio a espaldas de los trabajadores

Salvo la movilización de marzo que no tuvo resultados positivos y algunos trámites administrativos en los ministerios la dirección del sindicato no hizo practicante nada. La dirección del gremio ha sido cómplice de las patronales y del gobierno por acción u omisión. Peor aún Molina fue parte de las maniobras para despedir a activistas, como en el Bancalari. Donde demoró la convocatoria a elecciones hasta que los activistas fueron despedidos, no por casualidad la convocatoria salió el mismo día de los despidos, cuando tendría que haber llegado varias semanas antes.

La consecuencia de esta política del gremio es que cada frigorífico tiene que salir a luchar por su lado, en forma aislada. Así lucharon los compañeros de la Huella, el Runfo, el Rioplatense a principios de año contra los despidos y ahora ese preparan a luchar por salario, los compañeros de Paty estuvieron tomando las instalaciones de la fábrica por tres días consecutivos por un aumento y ahora están en negociaciones en el ministerio de trabajo. Los compañeros de Ecocarnes presentaron a la patronal un petitorio con sus reclamos de aumento y otras reivindicaciones.

En cada lucha que hubo los delegados independientes de Molina se acercaron para llevar la solidaridad. Pero las luchas no fueron coordinadas de antemano y cada frigorífico salió por su lado con suerte variada algunos ganaron y otros perdieron.

Lo que se impone es hacer lo que el gremio no hace: un pliego común de reclamos de los frigoríficos que estén dispuestos a luchar, discutirlo en asamblea de base y salir a luchar por la reapertura inmediata de la paritaria con delgados electos en asambleas.

Por el pase al básico de los 380 $ no remunerativos ya. Por que las sumas no remunerativas sea $ 600 de noviembre a marzo. Por paritarios electos en asambleas de frigorífico. Por el apoyo a todos los frigoríficos y establecimientos que están en lucha.