Socialismo o Barbarie, periódico Nº 176, 13/05/10
 

 

 

 

 

 

Córdoba: Rebelión en la Alimentación

Paro nacional hasta conseguir los $ 3.200

Por Adrián Peryam

En el momento que cerramos esta edición está realizándose un paro de 24 horas en el gremio de la Alimentación a nivel nacional. Si bien éste fue convocado casi de madrugada entre gallos y medianoche –como está acostumbrando a hacer la burocracia en este conflicto para evitar ser desbordada– no hay dudas de que el conflicto de la Alimentación ya es el más importante de un gremio industrial en años. No casualmente, el mismo ha explotado en el contexto de dos elementos. Por un lado, las patronales de la Alimentación se vienen llenando de plata a dos manos en el marco de los precios “intergalácticos” que las materias primas y los alimentos tienen en el orden internacional y también el aumento de los precios en el país. Esto lo ve claramente la base y por esto la firmeza de su reclamo. Por otro lado, está evidentemente la presión de las burocracia de Daer, Morán y Morcillo ante la experiencia de Kraft, la principal fábrica de todo el gremio. En estas condiciones, la experiencia de la Alimentación debe ser seguida y apoyada por toda la izquierda independiente, empujando para el lado del desborde a los dirigentes burocráticos, de la realización de asambleas y la votación de paritarios por la base que puedan asistir al menos como veedores a las negociaciones. A continuación entonces, presentamos un informe de la situación del conflicto en Córdoba, provincia que hasta el momento ha venido siendo el epicentro de la pelea del gremio, más allá de los combativos y publicitados cortes de la Panamericana por parte del turno noche de Kraft.

Indudablemente el conflicto por salarios desatado en el gremio de la Alimentación es uno de los más importantes de los últimos tiempos. Los trabajadores dijeron basta a la miseria salarial que cobran mientras ven cómo la patronal gana año tras año fortunas. El reclamo de $ 3.200 al básico es lo que unifica a toda la base y es tan fuerte que ya hace casi 20 días que vienen luchando por este necesario aumento.

No es un conflicto en el que el proletariado está a la defensiva, ya sea por vaciamiento de la fábrica, no pago de salarios o despidos y suspensiones, sino que se da la lucha en empresas que vienen amasando fortunas, como son las multinacionales de la Alimentación, sobre todo Arcor.

A lo largo de este mes de lucha los trabajadores vinieron desarrollando distintas medidas de fuerza, desconociendo la conciliación obligatoria dictada por el gobierno nacional, y le hicieron frente  a los telegramas con los que la patronal intentó intimidar a los trabajadores.

La base del gremio está realmente sólida y se la vino bancando con cortes de rutas frente a las planta, paros de 4 horas por turnos, paros generales.

Esta fuerza de la base hizo que la burocracia, liderada por Héctor Morcillo (Secretario General de la STIA Córdoba, y  Secretario Adjunto de la FTIA, además de ex legislador por el delasotismo), tuviera que reubicarse. La fuerza de la los trabajadores cordobeses impuso los paros nacionales de la Alimentación pero todavía no hubo desbordes en otras provincias.

Divide y reinarás

El 30 de abril se realizó una importante movilización de alrededor de 500 trabajadores donde participaron fundamentalmente trabajadores de las distintas plantas de Arcor, (sobre todo Bagley de Córdoba Capital), la burocracia se sentó a negociar con la cámara empresarial en Buenos Aires, lo cual generó ciertas expectativas en los trabajadores.

La patronal tuvo la política de dividir el conflicto intentando arreglar por separado fábrica por fábrica, cosa que en cierto modo le dio resultado cuando Arcor Arroyito firmó un acuerdo por menos de lo que los trabajadores de las otras plantas pedían, lo cual motivó una ruptura entre Arroyito (la principal fábrica de Arcor) y las otras del mismo grupo. La burocracia se retiró, por un momento de la negociación, endureciendo su posición, mientras Nestlé y Georgalos, entre otras, se sumaban al pedido de aumento salarial, lo cual demuestra que pese a la  distancia territorial, el reclamo se extendió como reguero de pólvora a otras fábricas.

Rebelión y desborde

A pesar de las maniobras y piruetas de la burocracia  para reubicarse, son muchos años de traiciones para poder olvidarse. Muchos trabajadores se preguntaban dónde estaba Morcillo todos estos años de ajuste tras ajuste, y preguntaban: “¿ahora se hace el duro éste?”

Los trabajadores de Bagley le siguen reclamando al gremio su inacción frente al conflicto y la falta de profundidad que le quieren dar a la lucha, tal es así, que en una asamblea realizada el día lunes 10 de mayo, trabajadores “le dieron” a Morcillo y otros dirigentes del gremio de la Alimentación.

Estos días venideros son vitales para el conflicto, puesto que ya el desgaste al que jugaron tanto la patronal, como el gremio se empieza a sentir, y lamentablemente ya hay trabajadores que quieren entrar a trabajar.  Pero al mismo tiempo hay un grupo grande de otros que siguen muy fuertes para seguir peleando por su salario y mantienen los cortes de rutas.

Para que el conflicto triunfe es necesario que los trabajadores no confíen en las negociaciones entre las patronales y el sindicato. La única salida es poner de vuelta el conflicto en la calle apostando a la unidad de todas las fábricas de la Alimentación e imponer una huelga general de todos los sectores de todo el país hasta conseguir los $ 3.200; al mismo tiempo hay que exigirle a la CGT un paro de 24 horas en solidaridad con los trabajadores de la Alimentación.