Socialismo o Barbarie, periódico Nº 171, 04/03/10
 

 

 

 

 

 

Los trabajadores griegos dicen:

“¡No somos Irlanda!”

Por claudio Testa

La importancia del 24 de febrero griego excede los límites del país. Grecia es simplemente uno de los estados en que (por ahora) ha pegado más duro la crisis. Está en bancarrota. Pero lo realmente serio, es que Grecia no es una excepción. Las cuentas públicas y los números de la economía no son cualitativamente distintos en el resto de la Unión Europea. Grecia es hoy el eslabón más débil de un desastre general.

Lógicamente, las burguesías europeas vienen haciendo todo lo posible para cargar los costos de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y los sectores populares. Pero, en una situación en que la crisis es generalizada en Europa, tanto en los países de la UE y la “zona euro” como fuera de ellas, también podrían generalizarle las protestas y las luchas.

Este es un peligro potencialmente muy serio, porque las burguesías europeas nunca pudieron imponer un grado de derrota del movimiento obrero como la lograda por sus primos, los capitalistas de EEUU. A pesar de los serios aunque desiguales retrocesos del movimiento obrero europeo en las últimas décadas del siglo pasado, de la monumental confusión ideológica que significó el derrumbe del falso “socialismo” burocrático en la Unión Soviética, del control y las traiciones de las burocracias sindicales y de los socialdemócratas, estalinistas y laboristas, y del veneno racista, islamófobo y antiinmigrante que han inyectado en las masas “blancas”, la burguesía teme con toda razón que se pueda llegar a estallidos sociales generalizados.

Por eso, la preocupación Nº 1 es mantener fragmentadas todas las luchas y protestas de los trabajadores. Por intermedio de las burocracias sindicales, se hace todo lo posible para aislar y compartimentar los conflictos, no sea que la cosa derive en luchas y huelgas generales. Los burócratas, después de establecer “cordones sanitarios” alrededor de cada conflicto, terminan negociando su entrega y derrota.

Cuando el descontento general se hace ya insostenible, entonces las burocracias convocan a una “jornada” de marchas aunque sin paros, para que la gente “descargue la bronca”. Pero estas “movilizaciones” no tienen continuidad alguna, nunca son parte de un plan de lucha que vaya en ascenso...

Pero como el límite de las burocracias es no hacer bajo ningún concepto un paro general, ni siquiera de 24 horas. ¡De allí la inmensa importancia de que las masas trabajadoras griegas hayan traspasado esa “frontera”!

La burocracia francesa es la maestra europea de este tipo de maniobras. Pero quizás el ejemplo más escandaloso lo dieron recientemente los burócratas de Irlanda. En febrero del 2009 convocaron a las manifestaciones “de protesta” más grandes de la historia de ese país. “No estamos dispuestos a vivir en una sociedad así", vociferaban los burócratas irlandeses.1 Al poco tiempo, una vez “descomprimida” la situación, la burocracia firmó aceptando el plan de ajuste más salvaje, que incluye rebajas de salarios del 20%!

Es por eso que otra de las consignas más coreadas en las movilizaciones de la huelga general griega fue: “¡No somos Irlanda!”

Grecia tampoco es España. En la misma semana de la huelga general de Grecia, la burocracia sindical del Estado Español hacía la misma maniobra de sus “compañeros” irlandeses, llamando a un día de manifestaciones sin continuidad. Al mismo tiempo, los burócratas “socialistas” de la UGT y los “comunistas” de Comisiones Obreras juraban que jamás cometerían el pecado de convocar a un paro general,2 ni siquiera por 24 horas!


Notas:

1.- “Masivas marchas de trabajadores en Irlanda”, en www.socialismo-o-barbarie.org, edición del 01/03/09.

2.- “Los sindicatos anuncian que la huelga general no está en sus previsiones”, en www.socialismo-o-barbarie.org, edición del 28/02/10.