Socialismo o Barbarie, periódico Nº 127, 22/05/08
 

 

 

 

 

 

Córdoba: gran marcha

Por un salario de emergencia

Por Adrián Peryan

Indudablemente la provincia de Córdoba refleja claramente el momento político que atraviesa el país, mostrando movimientos y posicionamientos políticos tan duraderos como la estabilidad de los precios en cualquier supermercado. Y en la provincia estos reagrupamientos políticos se ven con mucha claridad. Al mismo tiempo el jueves 14 una importante marcha de trabajadores salió a la calle para reclamar un aumento de emergencia.

Uno que viene de acá, el otro que se va para allá. Schiaretti que no era K, después lo fue, y ahora dialoga con el sector del campo. Las bases de sustentación política del gobernador cordobés son justamente estos sectores provenientes del interior provincial, sobre todo del sur, en donde están las grandes plantaciones de soja junto con la agroindustria y las presiones de estos sectores lo hicieron despegarse del gobierno del matriomonio K.

Por su parte, el juecismo se divide entre K y no K y su ruptura parece inminente, aunque esto habrá que verlo en el tiempo.

Está tan atado de manos, el juecismo, que el mismo Intendente, que había ganado con un amplio margen la intendencia, no encuentra en sus concejales la posibilidad de su tan preciado deso de subir el cospel y tiene que recurrir a los otros partidos para que le aprueben esa suba, que más allá de las movilizaciones que se vienen realizando contra el “cospelazo” (sobre todo de estudiantes y partidos de izquierda), ya están cocinando todo para aumentar el precio de un transporte que es obsoleto.

Aun así, el Intendente no logra imponer su voluntad, el precio sugerido por Giacomino de $1, 60 la oposición no lo vota, y le proponen el precio de $1,5 todo muy ridículo.

El cospel lo van a subir, pero Giacomino paga el pato de no poder hacerlo como él quiere, y no logra imponer sus posturas en la Ciudad, tanto en este como en otros temas.

Desde que asumió Giacomino se ve atado de pies y manos para llevar adelante su política, y no logra dar pie con bola, pese a contar con el apoyo del gobierno nacional que le da un tren bala (para nada popular) y unos subterráneos que no tienen razón de ser.

Es éste el clima en el cual vive la provincia. Sectores muy ligados al campo exigiéndole al gobernador. Un gobernador que los recibe, y por ende se despega del gobierno nacional y una oposición al gobernador que se divide entre K y no K, pero que no tiene peso político propio para llevar adelante sus proyectos.

La clase obrera

Mientras los burgueses del campo y el gobierno se pelean, entre los trabajadores empieza a manifestarse la bronca por la carestía del costo de vida y la inflación reinante que no se ve reflejada en la mejoras de los sueldos de los trabajadores.

Indudablemente, el problema del salario es un problema sensible, si hasta la UOM tiene que hacer paros de una hora por turno, que fueron arrancados por las bases y en algunas fábricas como Ferrosider llegan a exigir un 50% de aumento salarial.

El miércoles 14 unas 8000 personas (llamados por el SEP y la UEPC) marcharon por el centro de la Capital para reclamar por un salario de emergencia y el paro docente de ese día contó con una adhesión masiva, los medios burgueses hasta llegan a hablar de un 90% de acatamiento.

Obviamente que la burocracia de Pihen y Nebreda no está interesada en ir a fondo con los reclamos de los trabajadores. Pero, al mismo tiempo su aparición en escena, nuevamente es una muestra del malestar de las bases, y si la movilización no fue más importante es justamente por la larga experiencia que todo un sector de la vanguardia docente y estatal hizo con las actuales direcciones y la poca confianza que deposita en ella.

Tanto la UEPC y el SEP movilizan en forma preventiva, no quieren que la base los desborde y tampoco están interesados en ir por más. Su objetivo es contener la bronca y eso se vio reflejado cuando en la marcha del 14 amenazaron con marchar a la gobernación y cuando llegaron a Plaza España quisieron desmontar todo ahí diciendo que había provocadores a pocas cuadras, aunque después fueran hasta la casa de gobierno.

Están dadas las condiciones para que la clase obrera en medio de la crisis interburguesa del campo salga a las calles por sus reclamos, pero para esto hay que imponer al SEP y la UEPC, un verdadero plan de lucha.

Éstos toman medidas de fuerza y movilizaciones para no ser desbordados por la base, siempre con la intención de contener y de no ir más allá del techo salarial fijado por el gobierno.

Por eso a los sindicatos le debemos exigir que convoquen a planes de lucha, huelgas, y todas las medidas de fuerzas. Pero al mismo tiempo, sabemos que con eso sólo no alcanza, los trabajadores necesitamos sacarnos ese chaleco de fuerza que es la burocracia y debemos imponerles asambleas democráticas y desbordarla para imponer un verdadero plan de lucha resuelto por las bases con paritarios o veedores electos en asamblea para poder luchar hasta el final por los reclamos de los trabajadores.