Socialismo o Barbarie, periódico Nº 116, 13/12/07
 

 

 

 

 

 

Córdoba-Río Cuarto

La Universidad al servicio de las empresas
mata estudiantes y docentes

Por Adrián Peryam

El miércoles 5, la ciudad de Río Cuarto volvió a ser el centro de la escena, cuando las explosiones producidas por el trabajo con hexano en la Universidad costaron la vida de dos personas y muchos heridos.

Todos los días vemos cómo la sed de ganancia de los capitalistas destroza la vida de los trabajadores. Los accidentes de trabajos son moneda corriente y la inseguridad en los puestos de trabajo sigue y son cosa de todos los días. Ni qué hablar de los trabajadores de la construcción que por los ritmos acelerados que llevan en la construcción de edificios y torres caen como moscas. Esa sed de ganancia de los capitalistas también se traslada a los claustros universitarios.

Una investigación sobre la forma de extraer aceite hizo que se trabaje con un gas que es altamente inflamable. Todo hacía prever una tragedia, la falta de control sobre lo que se hacía y la falta de estructura en la que se trabaja convirtieron la posibilidad en una certeza.

Las primeras versiones sobre qué es lo que se hacía con el hexano llevaron a explicar que era un emprendimiento financiado por la empresa del senador y recientemente electo diputado nacional por el kirchnerismo, Roberto Urquía, que es la Aceitera General Deheza, pero como siempre sucede en estos casos, la prensa tapa y no se habla más sobre los funcionarios involucrados en estos casos y se empieza a desviar hacia otros sectores.

Este accidente revela cómo las universidades nacionales están investigando para las empresas privadas y éstas se ven beneficiadas porque tienen profesionales y estudiantes calificados trabajando para ellos a cambio de becas o pasantías rentadas, disminuyendo los costos por mano de obra y acelerando las investigaciones para que las empresas obtengan grandes ganancias.

Al mismo tiempo, estudiantes e investigadores trabajan prácticamente gratis para que los grandes empresarios sigan amasando fortunas, sin devolver nada a cambio y sin siquiera invertir en las condiciones mínimas de seguridad.

Ante la tragedia se empezaron a desarrollar asambleas interclaustros en las que participan cientos de estudiantes y docentes que debaten sobre lo que pasó.

En este contexto es necesario luchar por mejores condiciones laborales, mejores condiciones de seguridad en los lugares de trabajo y al mismo tiempo se vuelve a poner de manifiesto la necesidad de transformar la educación para que la misma esté al servicio de los trabajadores y el pueblo y no para los grandes capitales, esto lleva de lleno a enfrentar a la LES.

Este es el debate que debemos llevar adelante los estudiantes universitarios, y no los debates a puerta cerradas en los que no se discuten los proyectos de fondo, sino que mantienen el contenido con cambios cosméticos.