Socialismo o Barbarie, periódico Nº 116, 13/12/07
 

 

 

 

 

 

La lucha del Casino en un “limbo legal”

Es hora de llevar el acampe a Plaza de Mayo

La lucha de los trabajadores del Casino Buenos Aires es el conflicto más importante de la actual coyuntura. Está enfrentando la política K de normalizar el mecanismo de los despidos como algo propio del funcionamiento “regular” de la economía. También desafía la expresa política gubernamental –reafirmada por Cristina– de ir al ataque contra los sectores independientes y de vanguardia como una avanzada para la imposición del tramposo Pacto Social.

Por lo que venimos señalando, no fue tan sorprendente que en el momento de escribir estas líneas (miércoles 12/12) la patronal haya violentado la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, ministerio que ha venido siendo cómplice de las movidas de los testaferros K . 1

A la instancia de conciliación se había llegado luego de semanas de lucha y acampe en los accesos del Casino en Puerto Madero, jornadas en las que el gobierno K venía “ninguneando” esta abnegada pelea. La circunstancia fue que la salvaje represión llevada adelante por la Prefectura en la noche del martes 4/12, se le terminó volviendo en contra, por lo cual al otro día acababa dictando una conciliación.

Al mismo tiempo, se recuperaba el acampe; “reconquista” que fue muy justamente festejada por los y las trabajadoras del Casino –y por todas las corrientes de la izquierda que venimos acompañando esta dura lucha– hasta altas horas de la noche.

La conciliación tenía por efecto retrotraer la situación al punto anterior al conflicto. Pero ya estaba claro –y debe seguir estándolo– que de ninguna manera dirime la situación de fondo de los casi 100 compañeros despedidos.

Entre la provocación y el “limbo legal”

Como venimos señalando, luego de semanas de pelea y acampe los jóvenes trabajadores del Casino habían lograron imponer la conciliación obligatoria. Sin embargo, en la mañana del miércoles 12, la conciliación se revelaba –a todos los efectos– con pies de barro. Es decir –y al menos en parte– como un mero operativo de manipulación. Porque hasta ahora sólo ha servido a los efectos de sortear sin obstáculos la asunción de Cristina K el pasado lunes 10.

Es que la misma no ha tenido el menor efecto práctico para impedir que, vencida su fecha de entrada en vigencia, la empresa la haya “desacatado”. Hasta al punto de ampliar la lista de despedidos incluyendo en ella a los máximos representantes del Cuerpo de Delegados. Todo esto por intermedio de una presentación legal –en el juzgado de la jueza Servini de Cubría– hecha en común con sus perros falderos de ALEARA y el SOMU y con la excusa de “no dejar entrar a los violentos”.

Sin embargo y ante lo escandaloso de la situación, luego del mediodía y de no dignarse a recibir a los representantes de los trabajadores, la misma Servini decretó el “cierre del Casino”. ¿Qué significado tiene esto? A decir verdad, NO está demasiado claro y hay que ver los alcances “legales” de esta jugada. Porque los trabajadores han quedado en una especie de “limbo legal” entre la conciliación gubernamental, el cierre del Casino y los casi 100 despidos...

Si desde el vamos estaba claro que aun con la puesta en práctica de la conciliación el conflicto seguiría abierto, y que una vez vencido el plazo legal inevitablemente la lucha se reabriría, las cosas se han precipitado.

Hacer responsable a Cristina K

A pesar de las contradicciones que evidentemente hay y que se tienen que aprovechar, lo que queda es que se ha puesto en pie una Santa Alianza reaccionaria contra los valerosos trabajadores del Casino entre el gobierno K, la justicia, la patronal y la burocracia sindical.

Esto es así porque son un ejemplo de enorme lucha y abnegación contra los atropellos que acostumbran cotidianamente a hacernos en este sistema capitalista. También porque los compañeros que está al frente de la lucha constituyen un Cuerpo de Delegados y un conjunto de activistas independientes de los burócratas sindicales, donde todo se decide por el método de la asamblea y donde tiene una influencia importante la izquierda combativa.

Además, todos estos elementos señalados, se conjugan con la necesidad de Cristina K de ir preparando el terreno para la aplicación del sucio y tramposo “pacto social” cuyo único y excluyente objetivo será hacerle pagar a los trabajadores el costo de un ortodoxo ajuste económico. Ajuste del que cada vez se habla más dada la actual coyuntura económica internacional de creciente peligro recesivo.

Para derrotar esta política provocadora y anti-obrera, hay que cortar por lo sano con las maniobras del gobierno K. Hay que buscar la manera de hacerle pagar el más alto costo político posible. Porque es el momento de endurecer la lucha, haciendo todo lo que esté a nuestro alcance, incluso apelando a muy duras medidas de pelea, para que el nuevo gobierno de Cristina K se vea ante el peligro de pagar un enorme costo político. Un costo político que se le haga insoportable en momentos en que recién comienza su gestión y se empiezan a multiplicar reclamos desde un sinnúmero de sectores sociales y políticos. Porque la lucha del Casino se puede ganar si logramos entender que se trata de un conflicto político de envergadura nacional y actuamos en consecuencia.


Notas:

[1]. Todo el mundo sabe que uno de los principales accionistas del Casino es Cristóbal López, muy vinculado a los esposos K.