Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 106, 19/07/07
 

 

 

 

 

 

Pronunciamiento del PST

¡Combatamos las resoluciones de la Sala IV!

Partido Socialista de las y los Trabajadores (PST)
San José, 8 de julio del 2007

En el mes de mayo, 18 diputados (16 del PAC, 1 del FA y 1 del PASE) introdujeron en la Sala IV una consulta en la que se planteaba con argumentos y fundamentos sólidos, serios y válidos los roces constitucionales del TLC. Sin embargo, el día martes tres de julio, la Sala IV resolvió que el Tratado de Libre Comercio (TLC) es constitucional y que se podía aplicar la llamada “vía rápida” a los tratados internacionales y, por tanto, al TLC. Con ese fallo, la Sala Constitucional no actúo constitucionalmente, sino políticamente, siguiendo las instrucciones del gobierno de Arias.

La espera de este fallo había hecho que los magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) atrasaran la fecha de realización del referendo sobre el TLC del 23 de setiembre al 7 de octubre. Con esta resolución el camino para que se realice el referendo está despejado. Haber dictaminado lo contrario significaba la crisis del gobierno, el régimen y el proyecto oligárquico y pro-imperialista, ya que se hubiera tenido que desconvocar el referendo y el TLC se tenía que rechazar. Es decir, se hubiera producido una derrota política espectacular del gobierno. Eso no lo iba hacer la Sala IV.

Sala IV: Anti-obrera, pro-oligárquica y pro-imperialista

El trabajo sucio y demás tropelías que los gobiernos de turno no pueden hacer se lo encargan hacerlo a la Sala Constitucional, bajo el supuesto de una interpretación auténtica de la Constitución, convirtiéndose es una especie de exegeta y tribunal inapelable contra el cual aparentemente no se puede hacer nada. En el movimiento de masas, organizaciones sindicales, partidos políticos y otras fuerzas sociales existe un sentimiento de impotencia frente a esa institución. Debemos desenmascarar esos mitos sobre este tribunal controlado por el extinto bipartidismo del PLN y PUSC, el cual no corresponde ni social ni políticamente a las actuales fuerzas sociales y políticas que determinan las condiciones del país.

Carácter anti-obrero. La Sala Constitucional ha venido jugando desde el año 2000 un papel cada vez en contra de los trabajadores, ya que: “Los fallos de la Sala IV desde el 2000 golpean las convenciones colectivas, pero es una etapa de una tendencia que se remonta años atrás. Las convenciones colectivas se han debilitado...”. (El Financiero. Semana 5-11 de junio del 2006, página 12). El trabajo sucio en contra del movimiento obrero y sus derechos, adquiridos mediante las convenciones colectivas, frente a la incapacidad legal del Ejecutivo para eliminarlos, le ha correspondido hacerlo a la llamada Sala IV, al grado tal que: “...la Sala IV es la que ha aplicado mano dura contra esas convenciones y anulado nueve artículos (en las últimas cuatro semanas) en los acuerdos de Recope, Japdeva, el Instituto Nacional de Seguros (INS), la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y la Junta de Protección Social de San José”. (Ídem). Asimismo, también le fueron eliminados artículos al Reglamento de Adjudicación de Becas de la Universidad de Costa Rica (UCR), eliminando el derecho de los hijos de los trabajadores de la UCR a tener su beca en esa calidad.

Carácter pro-oligárquico. En el año 2003 la Sala IV aprobó la reelección presidencial de Oscar Arias Sánchez, producto de un pacto político entre las cúpulas del bipartidismo de aquélla época: el PLN y el PUSC. El acuerdo político entre esa cúpulas contemplaba que la primera reelección le correspondía a Oscar Arias y la segunda a Rafael Ángel Calderón. Oscar Arias Sánchez era en aquel momento el candidato y hoy el Presidente de la oligarquía costarricense. Debido a ello, Arias nunca atacó los atracos organizados de Calderón y Rodríguez contra la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

Carácter anti-nacional y pro-imperialista. El último fallo de la Sala IV que sostiene que el TLC es constitucional, no sólo refleja el carácter anti-nacional y pro-imperialista de esa institución, sino también su bancarrota y desprestigio entre grandes sectores sociales (trabajadores, estudiantes, intelectuales y otros, incluso abogados burgueses). Llegó la hora de plantear la disolución de la Sala IV por todos los argumentos antes mencionados.

¡Movilización nacional y huelga general para derrotar el TLC, su agenda de implementación y al gobierno!

Los revolucionarios agrupados en el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) nunca hemos depositado ninguna confianza en las instituciones del régimen y del sistema capitalista, ya que todas ellas responden a los intereses de los grandes empresarios nacionales y transnacionales imperialistas, por tanto, no nos causa ni “asombro” ni “sorpresa” el fallo de la Sala IV que sostiene que el TLC es constitucional.

El PST no acepta, ni respeta, ni acata las resoluciones de la Sala IV como hacen los Solís, Merino y Trejos, porque son anti-obreras, anti-populares, anti-nacionales y pro-imperialistas. Por tanto, llamamos al conjunto del movimiento de masas y sus organizaciones a desobedecerlas y combatirlas a través de los métodos revolucionarios, tales como la movilización callejera y la huelga general.

En esa dirección, el PST, acepta y hace suyo el llamamiento de la Comisión Nacional de Enlace (CNE) que: “...hace un llamado a fortalecer la unidad y la organización popular para derrotar en las urnas y en las calles al TLC y los proyectos privatizadores de la Agenda de Implementación...”. Llamamos a la CNE y demás organizaciones obreras, populares, estudiantiles, revolucionarias y otras que luchamos contra el TLC para que conjuntamente llevemos un plan de lucha a la Asamblea de la Coordinadora de Lucha Contra el TLC del 21 de julio en el que, entre otros puntos de lucha, se incluya la realización de una movilización nacional y la organización y preparación de una huelga general que derrote al TLC, a su agenda de implementación y al gobierno de los hermanos Arias, agentes del imperialismo yanqui.


¿Reforma o disolución de la Sala IV?

Por Román Fuentes

El Presidente de la Asamblea Legislativa, Francisco Antonio Pacheco Fernández, en una entrevista reciente al semanario El Financiero planteó que era necesario reformar la Sala IV porque actuaba como una especie de senado y además, porque intervenía en los asuntos de la Asamblea Legislativa, despojando a esta de sus funciones, lo cual devaluaba al poder legislativo. Al comparar la Asamblea del 94-98 con respecto a la actual dijo: “En aquel tiempo, la participación de la Sala IV era mínima. Hoy la Asamblea no es tan autónoma como debería, por culpa de los diputados...Vea, por un lado, la Sala IV convertida en un verdadero Senado, una segunda instancia. La Procuraduría dice quién debe ser parte de una comisión y quién no. La Contraloría entra en la administración activa, al recomendar que se cierren en instituciones”.[i]

Con base en lo anterior, este hombre de confianza de Oscar Arias Sánchez plantea que: “Hay dos aspectos. Uno consistiría en reformar la ley de la Sala IV. En eso estaría de acuerdo la Sala IV. No sé si encontraremos apoyo político para hacerlos por que siempre los grupos minoritarios quieren tener una Sala IV que intervenga, para ganar ahí lo que no pueden ganar en el plenario. Por otra parte, se requiere que la Sala IV reexamine sus actuaciones. Cundo 38 diputados no encuentran la manera de salir adelante con proyectos por procedimiento, hay necesariamente algo que no funciona bien”. (Ídem).

El rol bonapartista de la Sala IV

Dado que el Presidente de la República tiene poderes limitados para funcionar mediante decretos, entonces la Sala Constitucional ha venido realizando los trabajos sucios que ni el ejecutivo puede hacer a través de decretos ni la Asamblea Legislativa mediante leyes. En ese sentido la Sala IV ha estado jugando, cada vez más, una función de arbitro entre los poderes del Estado y entre las clases sociales, pero es evidente que ese rol se viene haciendo desde finales de los 90 hasta los momentos actuales, principalmente, en contra de los trabajadores, favoreciendo a las clases burguesas y sus amos imperialistas.

Desde antes del año 2000, la Sala IV ha venido cercenando, pese a las opiniones en contra de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los derechos y beneficios adquiridos por los trabajadores del sector público en las convenciones colectivas. En esa dirección, ha eliminado un conjunto de artículos de las convenciones de diversas instituciones públicas. También fue la Sala IV que aprobó la reelección presidencial del actual Presidente Oscar Arias. El día martes 3 de julio la Sala Constitucional, a través de un fallo controversial, dictaminó que el Tratado de Libre Comercio (TLC) no tenía ningún roce constitucional, lo cual permitió que el referendo se realice el 7 de octubre.

¿Respetar o combatir las resoluciones de la Sala IV?

En relación a las últimas resoluciones, tanto del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) como de la Sala IV referentes al referendo y la constitucionalidad del TLC, el grave error de los opositores burgueses, reformistas y burócratas sindicales contra el TLC es creer y depositar la confianza en las instituciones del régimen y sistema. El gobierno de Arias ha logrado una altísima articulación y centralización de las instituciones del régimen: Asamblea legislativa, Ministerios, Tribunal Supremo de Elecciones y Sala IV. Todas ellas actúan bajo el mando único e incuestionable de Oscar Arias, acatando fielmente lo que éste les orienta.

Los opositores burgueses y reformistas contra el TLC, frente al fallo político de la Sala IV que declara que el TLC es constitucional, simplemente dice que no lo comparte, pero que lo respetan, aceptan y acatan. Veamos. Alberto Salom, diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC) declaró: “no hay nada qué hacer porque esa decisión es vinculante”. [ii] Ottón Solís, jefe del PAC y del diputado Salom, también dijo que: “Aceptamos esa decisión que no compartimos...”.[iii] En el mes de abril, José Merino del Río, diputado del Frente Amplio (FA), se había pronunciado en esa misma dirección al sostener que: “Yo puedo discrepar de una decisión de la Sala, o del Tribunal, pero al final ellos tienen la decisión y, aunque discrepe, la respetaré...”.[iv] En ese mismo sentido se pronunció el advenedizo “coordinador” del sector burgués anti-TLC, Frente Nacional de Apoyo contra el TLC, Eugenio Trejos, que declaró: “Vivimos en un Estado Social de derecho y acatamos los fallos de la Sala”.[v]

La posición de estos dos partidos parlamentarios (PAC y FA), opositores al TLC, y del Frente burgués contra ese acuerdo comercial está clara: contra las resoluciones de la Sala IV, no hay nada que hacer, solamente acatarlas! Es evidente que estos partidos y frente burgués son parte integral del régimen y sostén del sistema capitalista imperante en Costa Rica, ya que no van a luchar contra las resoluciones de la Sala Constitucional porque pueden hacer entrar en crisis al gobierno y régimen y ellos no quieren eso.

Con base en todo lo anterior, el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), hace un llamado a todas las organizaciones sindicales, populares, estudiantiles, campesinas, revolucionarias y otras que luchan contra el TLC a movilizarse en contra de las resoluciones anti-obreras, pro-oligárquicas y pro-imperialistas de la Sala IV. Asimismo, el PST, considera que las últimas resoluciones de la Sala IV desenmascaran su carácter anti-nacional, lo cual abren las condiciones políticas para generar un movimiento que exija la disolución inmediata de la Sala IV. Por tanto, la Sala Constitucional no debe ser reformada sino disuelta.


[i] El Financiero. Semana del 2-8 de abril del 2007.

[ii] La Nación, 5/7/07).

[iii] La Nación, 6/7/07).

[iv] La Nación, 22/4/07

[v] La Nación, 4/7/07