Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 106, 19/07/07
 

 

 

 

 

 

Dentro de un acuerdo para desarrollar relaciones fraternales que hemos establecido con los compañeros del PST (Partido Socialista de las y los Trabajadores) de Costa Rica, iniciamos la publicación de artículos en nuestros respectivos periódicos. Esta nota fue editada en El Trabajador Centroamericano Nº 66, julio de 2007.

Importante lucha antiimperialista en Costa Rica

La trampa del referendo sobre el TLC

Los medios de (in)comunicación latinoamericanos son especialistas en ocultarnos mutuamente las luchas políticas y sociales de nuestros países. Así, en el Cono Sur es prácticamente desconocida una de las más importantes: la pelea en Costa Rica contra el TLC (Tratado de Libre Comercio con EEUU). Grandes movilizaciones de trabajadores y estudiantes pusieron en crisis a este proyecto semicolonial. Si esta lucha contra el TLC llegase a triunfar, pondría en cuestión en toda Centroamérica el actual esquema de dominio económico de EEUU, basado en buena medida en esos tratados. Pero ahora la lucha contra el TLC en Costa Rica está en una encrucijada. El gobierno, la burguesía proTLC y la embajada yanqui, golpeados por esas movilizaciones, respondieron con una maniobra: llamar a un referendo sobre el TLC. Y frente a esta fraudulenta trampa “democrática” están capitulando muchos que se decían opositores. En este artículo, los compañeros del PST analizan el abanico de posiciones ante el referendo-trampa.(SoB)

El uso del referendo para rechazar o aprobar el TLC (Tratado de Libre Comercio con EEUU) ha provocado una enorme confusión política dentro de las masas opositoras al Tratado, ya que la existencia del referendo ha puesto la lucha contra el TLC en un terreno que nadie esperaba dar. En este artículo pretendemos polemizar con las distintas posiciones al respecto del referendo.

El carácter del referendo

Lo primero por mencionar es que el referendo es producto de un acuerdo político entre los empresarios opuestos al TLC, como los arroceros y farmacéuticos, políticos burgueses opuestos al TLC –Partido Acción Ciudadana (PAC), Frente Liberacionista contra el TLC, Frente Socialcristiano con el TLC; etc.– y el gobierno. Esa negociación se dio en febrero pasado, cuando la táctica para aprobar el TLC, la mayoría mecánica (38 votos parlamentarios), entró en crisis debido a los errores administrativos-políticos del gobierno. Debido a estos errores, la aprobación del TLC se habría atrasado muchísimo, lo que podría conllevar al gobierno a la crisis. El referendo es la tabla de salvación frente a ese problema.

En esta coyuntura, la movilización del 26 del febrero, por mucho la más grande que se ha visto en los últimos 5 años, tuvo como política principal, la exigencia del referendo para resolver el TLC. Esta política fue impulsada por los grupos empresariales opuestos al TLC. Las direcciones populares y de los trabajadores –la Comisión Nacional de Enlace (CNE), la Coordinadora Contra el TLC y otros– simplemente aplaudían cada vez que se hablaba de referendo, o no tenían una posición enérgica contra él, dejando al movimiento de masas como espectador del desastre.

El acuerdo alcanzado se basaba en detener las movilizaciones contra el TLC y trasladar el TLC a las urnas, donde el gobierno burgués y sus compinches oligarcas y exportadores tienen todas las de ganar ¿Qué ganaban los opositores, fundamentalmente el PAC? El PAC daba la promesa de respetar el referendo y el orden institucional para reconstruir el bipartidismo y ganar en las próximas elecciones. Obviamente el PAC quiere ser gobierno, por eso no puede salirse de la institucionalidad que algún día espera administrar.

Desde este punto de vista, el referendo es una trampa, diseñada para detener la movilización y aprobar el TLC, ya que el gobierno y las cámaras empresariales, a partir de la campaña de miedo, mentiras y amenazas, dirigida a los trabajadores de empresas privadas (que en Costa Rica lleva décadas sin movilizarse y prácticamente no tiene sindicatos), va a aprobar holgadamente el TLC, con el millón y medio de votos de estos trabajadores. Es decir, los trabajadores privados son simplemente usados como votos para el referendo y es un instrumento tan efectivo que de manera automática lleva a la victoria. Esta campaña cuenta además, con el beneplácito del solidarismo[1] –masivo en empresa privada–, lo que implica que en esta época electoral, las asociaciones solidaristas van a hacer el crédito más sencillo (o sea, van a comprar el voto con préstamos u otros beneficios materiales). ¿Qué gana el solidarismo? Arias ya mencionó un proyecto para hacer al solidarismo constitucional.

El pacto hecho por el PAC y demás burgueses con el gobierno conscientemente lleva a la derrota del movimiento contra el TLC, justo por lo que acabamos de señalar.

Como último elemento del acuerdo político que permite el referendo, tenemos la Agenda de Implementación (la reforma de las leyes necesaria para que el TLC se aplique de “manera correcta”), ya que el Gobierno desistió de aprobarlas antes del referendo, lo que podría acarrear movilizaciones, fundamentalmente del FIT-ICE (Frente Interno de Trabajadores del Instituto Costarricense de Electricidad). Esta era la misma política del PAC, la última palada de tierra para enterrar cualquier movilización de los sectores populares.

Las posiciones políticas

Los partidos del Gobierno: Todos los partidos que formaron la alianza de los 38 votos por el TLC en el parlamento (Unidad Social Cristiana, Movimiento Libertario, Liberación Nacional, Echandí y Masey) se han unificado centralizadamente bajo el mandato de Alfredo Volio, ex ministro de Arias y hombre de confianza del gobierno, junto con las distintas cámaras empresariales, para lanzar la campaña por “el Sí”, que cuenta con todo el dinero de los empresarios y el respaldo del gobierno y el imperialismo estadounidenses, así como el beneplácito de los medios de prensa masivos (excluyendo a la Extra, periódico amarillista).

La campaña del “Sí” está orientada, como lo mencionamos, intensivamente a los trabajadores de empresa privada y a garantizar los votos que ellos significan. El “Sí” no ha perdido tiempo haciendo importantes campañas en los centros estatales o estudiantiles[2], sino que ha salido directamente a garantizar los votos que necesita.

Los opositores

EL PAC y los demás empresarios opuestos al TLC: La política de PAC es el referendo, por lo que ha saludado la iniciativa como un logro político histórico “de la democracia”. Ottón Solís ha celebrado de manera reconocida la convocatoria al referendo, convirtiéndose en el soporte del gobierno dentro de los opositores al TLC. Pongamos como ejemplo la reciente votación de la Sala IV sobre el referendo; para la Nación: “el ex candidato presidencial Ottón Solís expresó que (…) Acepto el fallo de la Sala IV y la meta es el referendo”.[3]

Es decir, Solís asume el voto de la Sala, voto absolutamente viciado por la influencia del gobierno en la Sala IV y nos aclara que está “de cabeza” en la dinámica del referendo. Solís es, en este momento, el vocero y agente del gobierno dentro de los opositores al TLC. Solís está aplicando la misma línea del gobierno, pero desde los opositores.

El PAC, además, tiene la táctica de controlar políticamente todos los “Comités Patrióticos”, organizaciones cantonales o distritales que desarrollan la campaña por el NO y donde la vanguardia está militando como si fueran partidos políticos.

Frente Amplio: El diputado de FA, Merino, dijo: “Por eso pedimos garantías para el referéndum, por ser un instrumento nuevo y de importancia extraordinaria para el futuro de nuestra democracia; por eso hay que defenderlo de cualquier intento de prostituirlo o manipularlo”.[4]

El Frente Amplio, en vez de denunciar el referendo como la trampa que es y el acuerdo político que lo acompaña, mas bien tiene como política privilegiada la exigencia de una referendo “justo” entre opositores y favorables al TLC.

Está fuera de toda duda que haya que exigir condiciones de igualdad al Tribunal Supremo de Elecciones, puesto que el referendo es tramposo. Sin embargo, justamente lo que hay que hacer es denunciar abiertamente el carácter tramposo del referendo, y no intentar “salvar” el referendo cuyo carácter es claro.

Sin embargo, la posición de FA no es solamente ésa. Merino también sostiene: “Seguiremos en las calles, democrática y pacíficamente, y ganaremos en las urnas el referéndum”.[5]

Sin duda alguna la apuesta de todos los opositores es que gane el NO. Sin embargo, eso es muy difícil, fundamentalmente por el carácter del referendo y la campaña del gobierno. Es por esto, que los opositores del TLC no podemos tener ninguna confianza en el gobierno, porque el referendo está diseñado para que gane el “Sí”. Por eso la posición de Merino de señalar que vamos a ganar el NO, es errónea, porque ahí lo más probable es que perdamos.

Con esta política, el Frente Amplio es la forma izquierdista de la política del PAC, que consiste en apoyar el referendo y respetar la institucionalidad del país.

Las direcciones sindicales: Recientemente, UNDECA (Unión Nacional de Empleados de la Caja y la Seguridad Social), ASDEICE (Asociación Sindical de Empleados Industriales de las Comunicaciones y la Energía), Movimiento de Cultura contra el TLC, MEA (Movimiento Estudiantil Alternativo) y otros, ligados a la Central Social Juanito Mora, se han plegado a la posición del Frente Amplio, ya que sostienen que “debe propiciarse un real y equitativo acceso a los diferentes medios de comunicación colectiva de amplia cobertura nacional, para las dos tesis encontradas. Si bien es cierto que confiamos plenamente en la victoria de los corazones sobre los millones de plata, un aspecto intrínseco para un proceso de referéndum realmente transparente, exige una igualdad de posibilidades de información para ese abrumador segmento de la ciudadanía que la está reclamando”. No es necesario explicar lo evidente, por la similitud de las posiciones con FA.

Sin embargo, hay otras posiciones dentro de la dirigencia sindical: APSE (Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza) y ANDE (Asociación Nacional de Educadores) antes del referendo, ya lo pedían, siendo la punta de lanza de la política del gobierno.

A la izquierda de este fenómeno tenemos al FIT-ICE y sindicatos ligados a la izquierda (la CGT), que han tenido mayoritariamente la política de participar del referendo y llamar a movilizarse contra la Agenda de Implementación. Sin embargo, luego del acuerdo sobre la Agenda, está política ha sido desplazada y en este momento no constituye sino una política que de no ser aclarada resulta propagandista.

La izquierda: los partidos claramente de izquierda, como el MAS (sección de la LIT en Costa Rica), PRT y Vanguardia Popular, en un primer momento tuvieron una política oportunista, que consistía en hacer eje en “la igualdad de oportunidades y la justicia” en el referendo, no haciendo eje en la denuncia del referendo como trampa.

Más adelante, sin embargo, el PRT y MAS han tenido un cambio, que consiste en denunciar la trampa, pero depositan confianza en que el TLC pueda ser derrotado en las urnas. Veamos la posición del MAS, que sintetiza, detalles más, detalles menos, la del PRT: “En cuanto al TSE, decimos lo mismo, no podemos confiar en un resultado de un referéndum donde su árbitro es un claro aliado de Oscar Arias (…) Esta tiene que ser parte central de la política de los opositores al TLC, de lo contrario caeremos en la trampa que nos quiere imponer el gobierno con la Sala IV y el TSE. Derrotemos al TLC en las calles y en las urnas”.[6]

Para el MAS la trampa del gobierno tiene que ver con el uso de la Sala IV y TSE por parte del gobierno, sin embargo es apariencia, la trampa es que el referendo cambia la lucha de las calles a las urnas, no la utilización de tal o cual instrumento del régimen; la trampa es la política del gobierno y el PAC, la trampa no es la desigualdad en las condiciones o cuál institución va a ser la fundamental de la situación. En este marco, además, no mencionar las posibilidades reales de perder el referendo es convertirse en la comparsa roja del PAC y FA. En muchos sentidos, el MAS-PRT tiene esta política debido a que tienen la expectativa de dejarse un pedazo de la organización por el NO y para eso no pueden sino, por lo menos de los dientes para afuera, que el TLC puede ser derrotado en las urnas.

La posición del PST

Desde el PST y una vez que han quedado claras las reglas del juego, llamamos a todos los opositores a hacer una rabiosa campaña por el NO, defendiendo consecuentemente los votos por el NO en las urnas y denunciando el referendo como la trampa que es.

Creemos que las posibilidades de ganar el referendo son pocas, por lo expuesto arriba; pero vamos a jugarnos con todas nuestras fuerzas a incrementar esas posibilidades.

Llamamos a participar desde la Universidad creando “brigadistas” de propaganda que vayan a colegios, fábricas, etc. para detener la millonaria campaña del “Sí”, así como llamamos a participar de los Comités Patrióticos o Comités por el NO, con una política de denuncia al referendo.

De esta misma forma hacemos nuestro el llamado de la Comisión Nacional de Enlace que “...hace un llamado a fortalecer la unidad y la organización popular para derrotar en las urnas y en las calles al TLC y los proyectos privatizadores de la Agenda de Implementación...”


[1] Nota de SoB: El “solidarismo” es un “movimiento” que promueve la colaboración obrero-patronal bajo el pretexto de prestar servicios a los trabajadores (recreación, préstamos, etc.). Según su propia definición, “el solidarismo es un sistema que fomenta la producción, democratiza el capital y satisface las aspiraciones o necesidades de empresarios y trabajadores. Su filosofía es contraria a la lucha de clases. Considera que debe unirse el capital y el trabajo, el patrono y el trabajador, para juntos incrementar la producción y mejorar las condiciones socioeconómicas de los trabajadores... Los fines primordiales de las asociaciones solidaristas son procurar la justicia y la paz social, la armonía obrero-patronal y el desarrollo integral de sus asociados” (Asociación Solidarista de Empleados de Intel). Se trata de una maniobra de las grandes patronales privadas para reventar la lucha obrera y las organizaciones sindicales.

[2] La existencia de US (Universitarios por el Sí, en la UCR) y su campaña, no es masiva, pero ha sido extrapolada por la prensa burguesa, que la ha señalado como la “oposición” a la FEUCR (Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica) y a la administración de la Universidad. Es decir, ha servido para hacer escándalo, pero nada más.

[3] Nos referimos al voto de la Sala IV que declaró constitucional el referendo; Solís se refiera a Jorge Coronado, dirigente de la CNE, que llamó a desconocer la Sala IV y sus votaciones. La Nación, 7-7-07

[4] La Prensa Libre, 20-4-07

[5] Idem.

[6] 23-6-07, www.litci.org