Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 85, 17/08/06
 

 

 

 

 

 

Debate en el PSOL

De un rasguño al peligro de gangrena

Por Márcio Barbio, de Praxis

En las últimas semanas, dos hechos encendieron luces amarillas entre los militantes del PSOL. El primero fue la entrevista a César Benjamim, en la que plantea una serie de propuestas ajenas al ya lavado programa del Frente de Izquierda, y el segundo, la declaración de apoyo a la candidatura de Heloisa Helena por parte del ex gobernador del estado de Río de Janeiro, Anthony Garotinho. 

Ambos hechos constituyen un rasguño que, de no ser tratado debidamente, puede llevar a la gangrena y a la amputación de un miembro. Y en este caso el miembro en riesgo es la independencia política de nuestro partido y su carácter clasista.

En una entrevista publicada por el diario Folha de São Paulo el 23 de julio, “nuestro” candidato a vicepresidente, César Benjamim, planteó un conjunto de propuestas que, para nosotros, son un retroceso total respecto del ya insuficiente programa del Frente de Izquierda. El debate sobre el programa que debe levantar la compañera Heloisa Helena es de fundamental importancia, y mucho más ahora, cuando las encuestas electorales muestran claramente el crecimiento de su intención de voto. Si quisiéramos consolidar la legitimidad junto a la vanguardia que está rompiendo con Lula y el PT, no podemos dudar un segundo. Vale recordar que el nombre de César Benjamin tuvo gran resistencia en las filas del partido.

Estamos ante dos posibilidades: avanzar rumbo a un programa de transición o retroceder hacia un programa de tipo nacional-desarrollista como quiere César Benjamim y sectores de la derecha del partido como APS y Enlace. Desgraciadamente, la criminal cancelación de nuestro congreso por parte de la dirección nacional del PSOL impidió que el conjunto de los militantes opinase sobre el programa y sobre la mejor táctica a implementar por el partido. De este modo, la dirección es co-responsable por las posiciones que defiende César Benjamim.

Entre otros temas planteados por César Benjamim, uno de los más serios es el de la deuda externa. Dentro del PSOL existe un debate que creemos de fundamental importancia respecto de esta cuestión. La posición de realizar una auditoría, sin una inmediata interrupción de pagos de la deuda, es una vergüenza total. Esa propuesta es mucho más lavada que la que aprobó la “conferencia” del PSOL, que defendía la suspensión del pago. Por nuestro lado, desde Praxis dijimos bien fuerte y claramente que la única consigna posible es el no pago de la deuda externa con control del flujo de capitales por parte de las grandes empresas. Cualquier otra formulación es un engaño para incautos, una capitulación al capital financiero internacional y a sus lacayos nacionales. 

Todo trabajador sabe que el salario mínimo actual de 300 reales es un salario de hambre. Pues bien, para “nuestro” vice, el objetivo debe ser duplicar el poder de compra del salario mínimo en ocho o diez años. Hasta entonces, los trabajadores seguirán pasando hambre, mientras la burguesía se llena cada vez más los bolsillos. Al revés que César Benjamim, sostenemos que debemos presentar como uno de los ejes de la campaña la propuesta de salario mínimo según el DIEESE [organismo similar al INDEC de Argentina. Red.], que hoy equivale a 1.447 reales. Si se mantiene la propuesta de César, posiblemente quedemos con una consigna peor que la de Lula.

Reestatizar las empresas privatizadas bajo control social

Al preguntársele qué hacer con las empresas privatizadas, César respondió: “Me encantaría reestatizar Vale do Rio Doce, pero no puedo prometer lo que no puedo cumplir. No sé cómo hacer”. Una vez más, su posición es un retroceso respecto del ya limitado manifiesto del Frente, que dice: “Queremos la revocación inmediata de las privatizaciones de empresas estatales, empezando por Vale do Rio Doce”. Desde Praxis hemos insistido en que la única posibilidad de desarrollar el país desde un punto de vista de los trabajadores es reestatizar todas las empresas privatizadas bajo control social. No podemos dejar que una empresa como Vale Do Rio Doce, que fue “vendida” por 3.000 millones de reales y que sólo en 2005 dejó una ganancia neta de 12.000 millones de reales, continúe en manos de la burguesía.

Por último, pero no menos importante, está la perspectiva de clase asumida por César. O mejor dicho, la falta de perspectiva de clase. Para “nuestro” vice, en un futuro gobierno de Heloisa Helena “serán rápidamente alejados del poder dos grupos que comandan el Estado brasileño desde hace muchos años. El primero son los especuladores ligados al mundo financiero, que controlan el Ministerio de Hacienda y el Banco Central (...) El segundo son los grupos políticos que viven de lotear y parasitar las instituciones”.

Camarada César, estamos a favor de que estos sectores queden fuera de un hipotético gobierno de Heloisa Helena, pero entretanto no podemos conformarnos con eso. La historia de la lucha de clases del siglo XX está repleta de ejemplos de que la convivencia pacífica entre trabajadores y patrones es imposible, simplemente porque en una sociedad capitalista, la contradicción fundamental no es entre capital productivo versus capital especulativo. El proceso que constituye la sociedad capitalista es la contradicción capital versus trabajo. Siendo así, o la candidatura de Heloisa Helena se asume como representante de las aspiraciones de la clase trabajadora en su lucha contra el capitalismo o recreará la ilusión reaccionaria del PT y su falacia de conquista de la “ciudadanía”.

Por otro lado, no podemos caer en el canto de sirena de Garotinho: su objetivo al declarar voto y apoyo a Heloisa Helena no es otro que montarse sobre el 19% de intención de voto que ella tiene en Río de Janeiro, el estado de Garotinho. Tenemos que decir bien fuerte que Garotinho no es nuestro aliado: al contrario, es nuestro enemigo, representante de los sectores más atrasados de la política brasileña. Basta preguntar a cualquier trabajador del estado de Río de Janeiro y veremos de qué madera está hecho ese político. Decimos esto porque probablemente Garotinho no será el único caso durante la campaña. Pedro Simon se deshizo en elogios a Heloisa Helena, así como otros políticos burgueses. Necesitamos afirmar una vez más el carácter clasista de nuestro partido. Sólo y únicamente la clase trabajadora, en alianza con los explotados y oprimidos, será capaz de llevar a cabo la lucha por el socialismo. Aliarse a sectores de la burguesía con el objeto de conseguir un atajo nos llevará al callejón sin salida de la conciliación de clase, tal como llevó al PT.