Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 85, 17/08/06
 

 

 

 

 

 

Hospital Francés

Retomar la lucha con un programa claro

Trabajadores/as independientes y del MAS de Sanidad

La situación del hospital es crítica. Estamos en terapia intensiva y el responsable hoy tiene nombre y apellido: Gobierno Nacional. En primer lugar, recordemos que el gobierno tuvo que intervenir el hospital porque así los trabajadores lo exigieron con su movilización independiente, con el legítimo reclamo de que del hospital dependen más de 1.400 familias. Tanto el Ministerio de Trabajo como otras dependencias del Estado hicieron oídos sordos ante las denuncias permanentes de los trabajadores.

En segundo lugar, a más de 90 días de que el Hospital Francés esté intervenido por el Gobierno Nacional, la intervención, lejos de solucionar los problemas del hospital y de los trabajadores, vino, y de esto no quedan dudas, a imponer un nefasto plan de achique para llevar a cabo una reestructuración de personal, que incluye masivos despidos, suspensiones, topes y reducción de salarios. Hasta el momento, se nos debe a los trabajadores la mitad del sueldo de junio, la totalidad de julio y el aguinaldo. Como si esto fuese poco, y para cambiar el eje de la discusión, echaron a la compañera Andrea Martínez, de medicina laboral, de manera arbitraria e injustificada.

Quedó demostrado que la reactivación que iba a hacer la intervención era un verso para ganar tiempo y avanzar con el plan de achique contra los trabajadores. Por eso nunca reflotaron el plan de salud, que tenía 160.000 afiliados y ahora no llega a 20.000; tampoco el resto de la Asociación. Sin embargo, insistieron con PAMI porque es un negocio político que les conviene, a costa del Hospital, ya que PAMI paga por paciente 23 pesos y hay que cubrirles todo, desde el ambulatorio, medicamentos costosos y la internación con estudios complejos. Además, Salvatierra y Cía. hicieron negocios personales en la compra de insumos, comprando productos de menor calidad y pactando sobreprecios a puertas cerradas con proveedores “amigos”.

El Dr. González y Mingrone, los grandes “técnicos” de la intervención que vinieron a salvar el hospital, recorren el hospital con un escribano para vigilantear a los trabajadores que se movilizan. Pero de los ataques de estos burócratas depredadores que mandó el gobierno de Kirchner no se salva nadie. Así fue como mandaron suspensiones hasta a trabajadores que estaban de vacaciones. A eso se dedican estos señores, mientras el hospital pende de un hilo, como lo demuestra la difícil situación de enfermería (ver aparte).

Los “gordos” de Sanidad miran para otro lado

Sabemos que desde que la intervención K está en el hospital los representantes del sindicato siempre han mantenido reuniones con Salvatierra, por lo general a escondidas. Lógicamente, nunca hicieron nada por la grave situación de los trabajadores del hospital, y siempre quisieron meternos por la ventana política acuerdos de paz social, mesas de trabajo con los patrones –como si éstos no tuvieran claro su plan–, y hasta en alguna oportunidad repartieron un boletín con los grandes logros de la patronal.

Daer y West Ocampo, conducción del sindicato, tuvieron que rechazar en el Ministerio de Trabajo el acuerdo de crisis que quiere firmar la intervención, presionados por la votación unánime en asamblea general de los trabajadores del Francés. La verdad es que no les quedaba otra, aunque esto no cierra la posibilidad de que nos abrochen en una “negociación” entre la patronal, el sindicato y el Ministerio de Trabajo. Los gordos de Sanidad se siguen haciendo los distraídos y miran para otro lado ante los atropellos de la intervención K contra los trabajadores. Y de movilizar el resto del gremio por el problema del Francés ni hablan.

Hace falta un programa claro

Para realmente salvar la fuente de trabajo, es necesario que los trabajadores retomemos un plan de lucha y tomemos la solución del hospital en nuestras manos. Para nosotros, la salida del hospital es la estatización con control de los trabajadores, ya que, como quedó demostrado, Salvatierra achica para entregar el hospital al mejor postor. Por supuesto que tenemos que seguir reclamando la falta de pago de los sueldos, el aguinaldo y denunciar los despidos, pero lo que va a garantizar los puestos de trabajo para todos y que cobremos los sueldos es que el hospital se estatice. Y esta es una propuesta que se enmarca en la actual crisis que tiene la salud a nivel nacional y en la Ciudad de Buenos Aires. Sabemos, y los propios compañeros que trabajan en los hospitales públicos y apoyan nuestra lucha nos lo cuentan, de los problemas que hay en los hospitales públicos, que en su gran mayoría están relacionados con la falta de satisfacción a la demanda de los pacientes. Así es que se dan turnos para cirugías a más de 90 días o el caso del Hospital Ramos Mejía, que tiene que derivar las resonancias al Hospital Fernández. Nuestro hospital podría dar ese servicio a la comunidad y todo lo que su capacidad instalada y la capacidad técnica permite.

Pero decimos estatización con control de los trabajadores porque somos los trabajadores los únicos realmente interesados en que el hospital funcione. Así los trabajadores evitamos el vaciamiento y el cierre del hospital; también durante de la intervención evitamos con nuestros controles por abajo nuevos vaciamientos. Si el hospital se estatiza también va a ser necesaria nuestra acción, unidos y organizados, como lo demostraron luchas como la del Hospital Garrahan, donde queda claro que el estado es un patrón más.

Por esto, tenemos que dar este debate que está pendiente, en todos los sectores y con todos los compañeros. Los trabajadores del Hospital Francés tenemos que dar un gran debate democrático sobre la solución de fondo para el hospital. No nos podemos quedar solamente, aunque hay que hacerlo, con el reclamo de que no nos pagan los sueldos y la denuncia de las persecuciones sindicales, porque es consolidar la política de desgaste que esta llevando a cabo la intervención.