El sábado 14 la Corriente Carlos Fuentealba realizó una exitosa charla en el local del Nuevo MAS Villa Crespo, que contó con la presencia de un panel destacado. Participaron Alberto Blanco, delegado del Hospital Durand y referente de la inmensa pelea que allí se desarrolló por más de 25 días por la reapertura de las paritarias; Graciano Rey, delegado del Ministerio Nacional de Economía, donde están peleando la reincorporación de más de 100 compañeros; y Marcelo Giecco, ex candidato a Secretario General de la AJB, quienes vienen llevando un plan de lucha por paritarias, y dirigente de la Corriente Carlos Fuentealba.

La charla se centró en el análisis de las medidas que el gobierno de Macri viene tomando, y las respuestas que se están desarrollando desde distintas experiencias de trabajadores.

En relación a lo primero quedó planteado, que si bien el gobierno nacional comenzó su gestión con un bombardeo de medidas antipopulares, de ataque directo contra los y las trabajadoras, en las últimas semanas la dinámica se ha modificado. En ese sentido la movilización del 29A y la marcha educativa, dos jornadas muy masivas en menos de 15 días, junto con la crisis que se abrió por el debate parlamentario sobre la ley antidespidos y la negativa del gobierno a admitir que aumentó la desocupación, parte de un malhumor creciente, dejó al gobierno más a la defensiva. A la vez demostró el entusiasmo de las y los trabajadores para salir a defender sus condiciones de vida frente a los ataques brutales del macrismo. El rol que la burocracia juega a favor del gobierno, ya sea como aliado directo o bien planchando las luchas que se desarrollan, fue también un elemento del análisis.

En ese marco se contaron las experiencias de lucha que se están sosteniendo. En el caso del hospital Durand, los compañeros y compañeras se organizaron por abajo, entre afiliados a distintos gremios y no afiliados frente al cierre de la paritaria al 14%. De las primeras asambleas se resolvió realizar una carpa en el hall del hospital, como medida de protesta. A la vez, ésta funcionó organizador constante, al ser un punto de encuentro. Esta carpa fue levantada y sostenida por el conjunto de compañeros y compañeras organizados en sus asambleas, teniendo que defenderla de los aprietes de los directivos del hospital (que amenazaban con descuentos, despidos y todas las maniobras que se les ocurriera), pero también de la propia conducción de ATE que intentó una y mil veces levantarla para “negociar”. Después de 25 días de lucha, con maniobras la burocracia impuso el levantamiento de la carpa, pero la experiencia dio paso a todo un nuevo sector de activistas dispuesto a seguir peleando.

Graciano contó la experiencia del MECON. Ahí los despidos llegaron hacia finales de marzo. En el Ministerio ya se venían preparando para esas medidas, por lo que se pudo organizar rápidamente la reacción del conjunto; en primer lugar garantizando el ingreso de todas las compañeras y compañeros despedidos (algo que la burocracia de UPCN quiso evitar a toda costa, mandando a cada laburante a su casa a la espera de un llamado telefónico), y también con medidas como la ocupación, ruidazos, conferencias de prensa, paros y movilizaciones. La pelea aún se sostiene con gran esfuerzo, estando muy aislados por la negativa de la directiva de ATE a dar la pelea por las reincorporaciones hasta el final. Al igual que en el Durand, la nueva camada de activistas inundó las medidas del MECON.

El cierre del panel estuvo a cargo del compañero Marcelo, quien comenzó definiendo al gobierno de Macri como un gobierno reaccionario que viene a atacar directamente todas las conquistas arrancadas por los trabajadores. Asimismo planteó los límites de la burocracia para organizar las peleas de los trabajadores hasta el final, que cuando no entregan todo a la patronal, se quedan en discursos que no pasan a la acción llamando a confiar en las “gestiones”.

Así retomó las experiencias contadas anteriormente, resaltando la emergencia de nuevos compañeros que salieron a las calles como reacción al ajuste del gobierno (incluso aquellos compañeros que votaron al macrismo). En este punto se hizo evidente la necesidad de la unidad, pero no la unidad por arriba, sino la unidad de los trabajadores que quieren salir a pelear, porque las peleas son las mismas.

Para cerrar remarcó la importancia del paro general, como herramienta para unificar todas las peleas que se están desarrollando contra el gobierno de Macri, medida a la que la burocracia de las 5 centrales se niegan constantemente a llamar pero que por abajo se hace cada vez más sentida.

Con una concurrencia de más 30 compañeros y compañeras estatales nacionales y municipales, docentes, bancarias, de la salud y estudiantes, que aportaron con las experiencias de sus propios lugares de trabajo, la convocatoria dejó planteada la necesidad de llevar la pelea por el paro general a todos los lugares donde intervenimos, realizando además agitaciones, pintadas y toda otra iniciativa para propagandizar la necesidad de un paro general para derrotar el ajuste de Macri.

 

Corresponsal

 

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