“…el objetivo estratégico para dar vuelta esta ‘nueva etapa distributiva’, que quiere instalar brutalmente este gobierno, es defender el poder adquisitivo del salario”. Con esta célebre frase ATE dio por concluida la pelea por la reincorporación de los miles de despedidos estatales.

El gobierno de Macri asumió con la promesa de deshacerse de los ñoquis del estado cuyos sueldos engrosaban las cuentas del déficit fiscal. Logró imponer el verso de los ñoquis como justificación para los despidos masivos, pero sólo por unos días. La brutalidad del ataque generó una pronta reacción de los y las trabajadoras, no así de las direcciones burocráticas de los sindicatos. Mientras UPCN se acomodó en un minuto a los nuevos jefes, ATE se ocupó de evitar que cada conflicto que estallaba en los sectores se mantuviera aislado y contenido.

La presión por abajo, con asambleas y acciones autoconvocadas, obligó al llamado de dos paros nacionales. El primero fue el 24 de febrero, una jornada histórica, que movilizó a 50 mil trabajadores de distintos sindicatos que se plegaron a la primer convocatoria. El segundo fue el 16 de marzo, éste ya con tres convocatorias, dos actos de cierre y varias movilizaciones: la división cristalizada.

La estrategia del macrismo para lograr hacer pasar los despidos, aún cuando hubo luchas de los trabajadores, fue en todos los casos la misma: despidió mil, reincorporó 500 y la burocracia cómplice festejó “el logro”.

No hay que dejar de decir, que el Macrismo vino por todo, y que la lucha de los trabajadores por abajo logró un “freno parcial”. El 31 de Marzo Ibarra, Ministro de Modernización, había anunciado el despido de 25 mil trabajadores más, y no lo pudo hacer. Claro, lo postergó para Diciembre. Pero la pelea daba para más, porque las movilizaciones masivas que se vieron en cada una de las convocatorias de ATE demostraron que por abajo ganas de salir a pelear sobraba, lo que faltó fue una dirección clara y unificada que llevara al triunfo.

Todavía quedan algunos sectores en lucha por las reincorporaciones, pero la conducción de ATE ya dio por finalizada la pelea. Así lo anunciaron ‘Cachorro’ Godoy y ‘el Colo’ de Isasi en Congreso Provincial, y así lo vienen demostrando también la conducción de ATE Capital. La página se dio vuelta, y ahora la pelea es por paritarias.

Un ejemplo claro de esto es el conflicto de la SAF (Secretaría de Agricultura Familiar). Frente a la efectivización de los despidos anunciados con semanas de anticipación, los compañeros de algunas provincias tomaron las oficinas de sus lugares de trabajo. La línea de ATE Nacional fue un acampe de dos días en Buenos Aires, sin ninguna otra perspectiva más que “aguantar unos días”. Los compañeros volvieron a sus provincias… y el conflicto nacional terminó. En los Ministerios de Economía y Trabajo sigue la lucha por la reincorporación, frente al aislamiento que intenta imponerle la seccional Capital.

Desde la Corriente Carlos Fuentealba lo anunciamos desde un principio: Macri despide primero y después extorsiona para cerrar paritarias a la baja. Si los despidos pasaban, el gobierno iba a venir por más. La tregua que le dio la burocracia al gobierno, le abrió la puerta para avanzar ahora con nuestros sueldos y las condiciones de trabajo. En la provincia de Bs. As. la paritaria la cerró en el 15%. En la Ciudad impuso un aumento del 14% ¡y una segunda cuota del 17% recién en noviembre! Y los compañeros nacionales todavía no tienen ni señales de su paritaria.

Pero esto es sólo una parte, también quiere ‘flexibilizar’ aún más las condiciones en que trabajamos. Poner molinetes para el ingreso, extender la jornada de trabajo, reducir el pago de horas extras, nocturnidad y los plus ministeriales son sólo algunas de las avanzadas que este gobierno quiere imponer.

La preocupación que el gobierno tiene con la ley antidespidos, al decir que es necesario posibilitar los despidos para que los empresarios puedan contratar más gente, encubre la realidad: necesitan despedir para contratar nuevos trabajadores en condiciones más precarias. Y eso no es exclusivo del empleo privado, en el Estado esto significa más empleos tercerizados, sin acceso a la carrera, fuera de las paritarias y de los convenios colectivos.

En estas últimas semanas comenzó a prender el conflicto en el sector salud de la Capital. El Hospital Durand a la cabeza ya lleva 25 días de acampe en el hall del hospital con paros y retenciones de tarea. Los residentes protagonizaron una gran movilización con más de 2 mil trabajadores. Todas estas luchas tienen que ser rodeadas de la más amplia solidaridad, para lograr que esas experiencias logren unificarse con el resto de los luchadores.

Al cierre de esta edición se realizó una importante marcha unificada de los estatales de la Provincia de Bs.As., los judiciales de la AJB, los médicos y residentes de la CICOP, los docentes del SUTEBA, más los trabajadores del astillero que se movilizaron hasta la gobernación para exigirle a Vidal la reapertura de las paritarias.

Pero sabemos que para pararle la mano a Macri hay que imponerle a la burocracia de todas las centrales el llamado a un paro general. El pasado 29 de abril cientos de miles de trabajadores nos movilizamos en rechazo a las medidas de ajuste del gobierno, le dejamos en claro a este gobierno que no vamos a dejar pasar su ataque sin pelear. Pero también se lo dejamos en claro a la burocracia, que está deseosa de poder cerrar un acuerdo con Macri y que a la vez siente la presión de los trabajadores por abajo. En cada actividad, cada acción, cada pancarta que levantemos tenemos que levantar también la exigencia del paro general ya!

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