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El movimiento estudiantil empezó a ponerse de pie. Desde la rebelión del 2001 que no se veía en las calles de la ciudad de La Plata una movilización estudiantil tan masiva como la que vivimos el pasado 6 de mayo.  La propia prensa da cuenta de la magnitud al constatar que hubo 10 mil personas en la calle. Y el dato más importante: confluimos estudiantes y docentes como hacía mucho tiempo que no pasaba.

Es que la lucha por el boleto educativo está canalizando el malestar que ya se venía sintiendo frente a  todas las medidas anti populares del gobierno de Macri. Y el hecho de haber conquistado una ley el año pasado y que ésta sea lo primero que vetó el PRO, hizo que estallara la bronca del movimiento estudiantil.  Además, a esto se suman el escandaloso 15% de aumento salarial a los docentes universitarios y el más que magro presupuesto que ofrece el macrismo a las universidades.  Puede ser que estemos, después de mucho tiempo, ante la posibilidad de una rebelión educativa nacional contra el gobierno.

Todo esto se reflejó en la movilización inmensa del viernes pasado. Al igual que el pasado 14 de abril, el día empezó con clases públicas en varias facultades, colegios terciarios y secundarios. Desde ¡Ya Basta! nos jugamos a fondo para que fuera una jornada de lucha, y que en todos lados  se realizaran clases públicas. Y así lo hicimos: por primera vez se cortó el tránsito pesado de Avenida 122, donde están ubicadas las facultades de Humanidades y Psicología, lo cual fue todo un triunfo, ya que tanto el centro que dirige Patria Grande y el centro K se negaban a dicha acción. En Bellas Artes sucedió algo similar, pero sólo hasta el mediodía, ya que a partir de esa hora la gestión K dio la estricta orden a los docentes de que no bajaran más cursadas. Finalmente, en las facultades del bosque (Exactas e Ingeniería) desde el miércoles se lograron sacar clases públicas y cortar Avenida 1. Todas estas acciones de lucha por facultades prepararon el clima de la marcha.  A la hora que estaba llamada la movilización, fue impactante ver cómo iban acercándose  columnas de distintos terciarios, facultades y también secundarios. Iban llegando a la Plaza Moreno con sus banderas, carteles y canciones. A diferencia de la movilización del 14 de abril,  se sumaron no sólo estudiantes, terciarios y docentes-estatales de la ciudad, sino también estudiantes del conurbano. A diferencia de la marcha anterior, el kirchnerismo decidió movilizar con su “frente de estudiantes del conurbano”, siendo varios los centros que se movilizaron por primera vez, aunque su convocatoria fue limitada, ya que en algunos lugares no quisieron movilizar.  También los centros de Trabajo Social y Ciencias de la Educación de la UNLu, dirigidos por nuestra agrupación ¡Ya Basta!, vinieron  con más de 50 compañeros desde Luján en colectivo para participar de la marcha. En la numerosa columna de ¡Ya Basta! marcharon compañeros de la UNQui, y  compañeros de ¡Ya Basta!-UBA. La marcha recorrió varias calles de la ciudad, pasando por el Ministerio de Educación. Sin embargo, pese a lo que estaba previamente acordado, no culminó en gobernación sino en el Ministerio de Obras Públicas, lugar emblemático de “La noche de los lápices”. Más allá de las excusas políticas, creemos que fue un error por parte de la conducción de la FULP y el FEC, que en acuerdo decidieron que no se llenara de estudiantes la plaza de la Gobernación. En el acto de cierre los distintos actores políticos pudimos plantear nuestra posición respecto a cómo continuar la lucha.

Ahora es cuando. Se le puede torcer el brazo a Macri

Nuestro compañero, que habló en el acto de cierre, fue claro de cara a todos los que salieron a luchar ese día, de lo que había que hacer para ganar.  Nosotros planteamos que no sólo la demanda del boleto educativo es muy sentida por todos los estudiantes y es una necesidad para poder seguir estudiando, sino que es una oportunidad para pararle la mano a Macri. Fuimos contundentes planteando que  estamos ante una enorme oportunidad  de frenar el avance de las medidas reaccionarias y de ajuste de este gobierno. Que  10 mil estudiantes en la calle son la muestra de que el estudiantado quiere salir a pelear, que no se quiere dejar pisotear. Porque entendemos, que si los estudiantes conquistamos nuestro derecho, es un primer paso para derrotar a este gobierno. Esta oportunidad existe, y, como dijimos en el acto existe ahora: Ahora es cuando. Por eso también fuimos bien claros en que la lucha es hoy y no en el 2017, que el camino es redoblar la apuesta e ir a movilizaciones más grandes; y que para eso es menester que profundicemos la organización. Le exigimos tanto a los centros dirigidos por el kirchnerismo como a los de Patria Grande que llamen a asambleas en todas las facultades y centros de estudio, tanto de docentes como de  estudiantes,  que confluyamos las facultades que estamos cerca en una asamblea común para luego poder construir un gran Congreso de Base para que todos podamos decidir los pasos a seguir. Hay que romper con la inercia. Este camino que empezamos a construir tiene que crecer. Ya la Coordinadora por el Boleto tiene que llamar para fines de mayo una nueva movilización y que ésta vez culmine en Gobernación.

¡Ya Basta!

 

RECUADRO

 

El papel lamentable del FIT

Como decíamos en la nota principal, la marcha contó con la participación de los centros de estudiantes y universidades en las que el kirchnerismo tiene peso. Fue la primera marcha en que la izquierda se moviliza con este sector. En este sentido, se ponía a prueba cuál es el rol que tiene que jugar la izquierda. Y podemos afirmar que el FIT no pasó la prueba. Frente a un gobierno reaccionario, que quiere ir por todo, contra las conquistas de los trabajadores y los sectores populares, el ABC de la política revolucionaria es, en primer lugar, impulsar la más amplia movilización de todos aquellos sectores dispuestos a enfrentarlo. Si no somos miles en las calles, es muy difícil pararle la mano a este gobierno. Desde allí que saludamos que los K hayan querido movilizarse y a la vez les exigimos que lleven la lucha hasta el final. Lo que nos ordena es GANAR. Y para eso necesariamente tenemos que ser miles en las calles. Pero evidentemente, eso no es lo que prioriza el FIT, ya que toda la semana se volcaron a una campaña en contra de que los sectores kirchneristas se movilicen y  sembrando confusión sobre el carácter de la marcha, en lugar de ayudar a que salgan asambleas y  a mover y difundir la marcha. Y consecuentes con esta política, al momento de comenzar la marcha, decidieron retirarse con el argumento de que los K le hacían cordón y empujaban. Sólo pudieron  arrastrar  tras de sí apenas unos 200 compañeros y a   la Franja Morada. A los únicos que lograron convencer de que no sean parte de la marcha de los 10 mil fue a la Franja, que claramente no quiere que seamos miles los que enfrentemos a su gobierno. Al resto de los compañeros, entre ellos terciarios y secundarios, los sacaron de la marcha con mentiras (diciendo que la cabecera era toda K o, peor aún, que la FULP  también había roto la marcha).  Fue tan lamentable lo que hicieron que ni en sus prensas se animaron a decir que había existido otra marcha. Al FIT no lo ordena derrotar a Macri ahora, sino  diferenciarse políticamente con el kirchnerismo para no perder votos en el 2017. La misma actitud tuvieron en la marcha de 200 mil trabajadores convocada por las centrales sindicales, cuando apenas se movilizaron y quedaron a  5 cuadras. Desde ¡Ya  Basta!-Nuevo MAS estamos orgullosos de haber movilizado más de doscientos compañeros y de usar el espacio en el acto para hablarle a los miles de jóvenes y empezar a disputarle ahí mismo la dirección del conflicto a los que no quieren o no ven que se puede ganar.

 

 

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