Resultó que la inseguridad y el “nos están matando” tenían mucho de sensación instalada por los medios, nomás. Así lo demuestran las estadísticas del Ministerio de Seguridad difundidas por Patricia Bullrich: la tasa de víctimas de homicidios dolosos bajó un 12% entre 2003 y 2015, de 7,5 víctimas cada 100.000 habitantes a 6,6 víctimas. En el mismo período, también bajó un 15% la tasa de delitos contra la propiedad. La tasa de hechos delictivos en general subió un 10%, algo mucho más moderado de lo que sugería la histeria de los medios gorilas. Como era de esperar, la tasa de homicidios culposos en accidentes viales es bastante mayor a la de homicidios dolosos, cerca de 10 cada 100.000 habitantes. Conclusión: el tránsito es más peligroso que los chorros. Pero claro, para los grandes medios alimentar el pánico con fines políticos es mucho más conveniente.
Pucha que son bravos los neoliberales “puros” (los que no se “contaminan” haciendo política). Macri se rompe todo para complacerlos, pero no hay caso. Otro crítico implacable de las “insuficiencias” de la gestión PRO ahora es Daniel Artana, economista jefe de FIEL, la más conocida de las usinas neoliberales. No le cree a Prat Gay cuando dice que el déficit estatal bajará un 1,5% del PBI en 2017 porque “es un año electoral”, y para eso faltaría “otra vez una suba de tarifas del 90 o 100% por arriba de la que ya pasó. ¿Van a insistir con eso o van a hacer otra cosa? Necesitamos tener más precisiones”, reclamó con tono de gerente retando a sus empleados. Encima, mostró un escepticismo cercano a la burla sobre la supuesta baja de la inflación al 1% mensual en el segundo semestre. Y después dicen que a los trotskistas nada nos viene bien…
Otro caso de escepticismo liberal con el macrismo: cuando el gobierno deslizó la posibilidad de vender las acciones de grandes compañías en manos de la ANSeS, la Bolsa se derrumbó. ¿Es que esos especuladores defendían el Fondo de Garantía de Sustentabilidad? Claro que no. Pasa que temen que el gobierno reviente esa plata no para pagar juicios a jubilados, como adujeron, sino simplemente para tapar el agujero fiscal. Es decir, quemar fondos estratégicos para cubrir gastos corrientes. Si los amos de la Bolsa desconfían de las intenciones del gobierno, qué queda para el resto.
¡Por fin uno que reconoce algo! “Macri es el campeón de la reforma económica. Ha llevado a la Argentina a reintegrarse a la economía global, buscando inversión privada del exterior. Ha logrado remover los controles monetarios en la Argentina, permitiendo más libertad de comerciar”. Lo dijo Paul Singer, el campeón de los buitres. Los dos a la final de la Garcas’ Champions League.
En la reciente mega emisión de deuda, el bono más requerido, a pesar de que era el que menos interés pagaba, era el más corto, a tres años. ¿Por qué? Veamos: “Una explicación que daban los agentes es que se trata del único bono que no tiene el riesgo electoral incorporado. Como vence en abril de 2019, será el gobierno de Mauricio Macri el que tendrá que pagarlo al vencimiento. Las dudas de que eso sucederá son bajísimas” (Ámbito Financiero, 21-4-16). Hacen bien los especuladores en creer en la buena voluntad del macrismo. Pero hacen mal en tener en mente sólo el “riesgo electoral”. Como esto es Argentina, deberían considerar también el “riesgo helicóptero”. ¿O acaso ninguno se clavó con bonos emitidos por De la Rúa?
Se conoció el índice de precios de San Luis, uno de los considerados “confiables” por el propio gobierno: un 10,2% en el primer trimestre. Recordemos que la inflación del interior es más baja porque allí el impacto del tarifazo fue mucho menor que en Capital y el Gran Buenos Aires. De todos modos, ese índice, si se anualiza, da el 47,5%. En cuanto a la “baja del segundo semestre”, ya se habla ahora de “último trimestre” o “fin de año”. A tenerle paciencia a Prat Gay.
Más makrismo (macrismo con prácticas K): las transferencias del BCRA al Tesoro previstas para 2016 alcanzan los 160.000 millones de pesos, alrededor de 11.000 millones de dólares. Es más: mientras Vanoli, el anterior director K, le dio a Cristina en los primeros tres meses y medio de 2015 un total de 11.300 millones de pesos, la asistencia de Sturzenegger a Macri en el mismo plazo fue el doble, 23.300 millones. ¿Se acuerdan de cuando el PRO criticaba furiosamente la “falta de independencia del Banco Central”? ¿Y de cuando toda la oposición gorila bramaba cuando el kirchnerismo se financiaba “dándole a la maquinita y fabricando inflación”? Tanto lío con las pérdidas que generó el “dólar futuro” para terminar generando pérdidas mucho mayores con el “peso futuro”, es decir, tomar deuda en pesos al 38% anual.
Justamente, respecto de la asistencia financiera del BCRA al Tesoro y el crecimiento del stock de Lebac (letras del BCRA), que ya es mayor que el circulante total de pesos (466.000 millones de pesos a 453.000 millones), oigamos otra voz crítica. Nadin Argarañaz, del IARAF (consultora garca) critica “la importancia de la fuente monetaria [el BCRA] para las finanzas públicas nacionales, con el conocido riesgo de permanecer en el círculo de emisión para sostener el gasto y su vínculo con la inflación”. Lo curioso del caso es que este diagnóstico tan archineoliberal viene de alguien que ahora es funcionario: Prat Gay lo designó asesor en la Unidad Ministro del Palacio de Hacienda. El ministro le paga para que lo critique (o más bien, no a él sino a Sturzenegger). Nos gustaría creer que es asesor ad honorem, pero lo dudamos.
¡Llegan las obras públicas! Bueno, al menos la idea: el ministro de Transporte Dietrich anunció un plan de obras viales por 100.000 millones de pesos en cuatro años. Son unos 6.700 millones de dólares para “hacer en cuatro años la misma cantidad de autopistas que tuvimos en 65 años”. Imposible no acordarse de los “10 kilómetros de subte por año” que prometía Macri en 2007 (hizo menos de 2 kilómetros en 8 años) o del jamás concretado Plan Laura del menemismo. Pero aun si fuera cierto, pinta de cuerpo entero las prioridades del capitalismo macrista. Quieren autos y camiones, no ferrocarriles, que hoy transportan apenas el 5% de las cargas totales. El director del Belgrano Cargas calculó que sólo para reactivar ese servicio (esencial para todo el norte argentino) hacen falta 4.400 millones de dólares, dos tercios del “Plan Dietrich” para autopistas. En suma: obras no para lo que necesita el país, sino para los amigos. El Grupo Macri sabe de qué se trata.
Frase PROtuda de la semana: como siempre, hay muchas candidatas (este gobierno es inagotable en ese sentido). En solidaridad con la gente que la está pasando mal en el Litoral, nos quedamos con ésta:
“La inundación se va a resolver cuando pare de llover” (Mauricio Macri, candidato al premio Nobel en ingeniería hidráulica).
M.Y.