Sob entrevistó a Guillermo Fernández, trabajador despedido de la metalúrgica Motorarg en Valentín Alsina. Desde el 28 de marzo, fecha en que se efectivizó su despido, el compañero la viene peleando ante la negativa del sindicato de defenderlo, y con el apoyo de comisiones internas y organizaciones políticas, ha llevado adelante varios actos en la planta y en la delegación Lanús del Ministerio de Trabajo exigiendo su reincorporación.

Sob: Contanos de tu caso del despido de Motorarg

Guillermo: El despido de Motorarg fue una situación bastante arbitraria. La razón principal de esto es que yo era una persona muy participativa en las asambleas, pero a nivel laboral siempre he cumplido con mis tareas. La empresa compra productos importados listos ya para la venta, fabrica bombas sumergibles de 4, 6 y 8 pulgadas. Ahora se está dedicando también al comercio de grupos electrógenos y amplió su negocio con otros dos depósitos que tiene en Barracas de línea blanca, que vienen a ser electrodomésticos. Y la empresa alega que, dentro de la nueva estructura que tiene, no tiene una posición para mí, siendo esto totalmente falso. La empresa, al dejar de fabricar, automáticamente se deshace de todas las personas que estén en máquinas. Eso no quita que la persona sea capaz de realizar otras funciones.La empresa apunta, que ya lo ha venido haciendo, a tercerizar el trabajo. Los despidos los encara desde un ángulo legal, entre comillas, que son los retiros voluntarios, que es un sistema que lo viene implementando ya desde hace varios meses, años. Hasta llegar al resultado del vaciamiento general de la empresa. No arreglando las máquinas que se encuentran en funcionamiento en tiempo y forma. Cuando el compañero no acata el retiro voluntario, automáticamente ya lo despide. Le hace el depósito ya general en la cuenta.

La empresa se viene manejando así ya hace bastante tiempo. Ha estado esperando el cambio de gobierno para que se le facilite mayormente la situación.

SoB: ¿Pensás que esto se inscribe en el nuevo contexto político?

G: La empresa ha estado esperando el cambio de gobierno para que se le facilite la transición de la decisión política interna de dejar de fabricar para pasar a ser importadora. Desde allí ya había empezado a hacer todo este trabajo previo con el anterior gobierno. Así, ya sabiendo que este gobierno venía a facilitarle el apriete al obrero, lo que lograría con esto sería el fin comercial que tiene, que es comprar productos extranjeros y marcarlos como productos de fabricación nacional.

SoB: ¿Cómo ves vos al gremio en el caso de tu despido y más en general?

G: En el caso de mi despido, el gremio a mí me transmite muchas dudas con respecto a cómo va a manejarse. El 28 del mes pasado, cuando me despiden, fuimos al gremio esa misma tarde, dicho por uno de los dirigentes, después de plantearle la situación, nos termina mirando a la cara y diciéndonos: “Muchachos, tenemos la orden directamente de arriba de no participar de ninguna lucha a favor del trabajador”.

SoB: ¿Cómo se llama (…)?

G: Ponce. Por otro lado, ante la situación mía de plantarme ante la empresa y que todo esto haya llegado al Ministerio de Trabajo, lo cual termina con un juicio de parte mía hacia la empresa, uno de los representantes del gremio expresa su oposición a mi despido y el hecho de que va a luchar por mi reincorporación. Pero desde mi punto de vista, desde lo que me toca vivir, veo que las palabras terminan en un vacío total, porque no encuentro ninguna expresión de parte de ellos de decir de qué forma me van a defender, más allá de la vía judicial, o sea, con algún tipo de medidas. Yo supongo que un gremio como la UOM, que ha luchado durante tantos años, alguna medida, algún tipo de lucha podría llegar a tomar. Por eso no me queda claro y me genera dudas, si la UOM va a luchar por mi reincorporación en la planta. Eso en lo que hace al ámbito gremial, desde mi punto de vista y lo viví en la UOM el día del reclamo y en las audiencias en el Ministerio de Trabajo en Lanús. No he visto… sólo he escuchado palabras, nada más que eso.

SoB: ¿Quisieras agregar algo más, algún mensaje o pedido?

G: A nivel mensaje, que, por lo que dijeron los de la UOM, la mano está muy jodida, que los despidos van para año, año y medio, no paran acá nomás. En estos días estuve en la movilización que hizo la UOM con los delegados de distintos sectores en Capital, he escuchado a Caló decir frente al Congreso que “a los que ya despidieron, despidieron, que los siguientes despidos los iba a pelear”. Y vengo de estar en una reunión fuera de la empresa SIAT acá en Valentín Alsina, que me hace pensar y reflexionar, ante el discurso de Caló en el Ministerio de Trabajo hace unos días atrás que los despidos que se viniesen en estos días, los iba a pelear, y al no ver a nadie de la UOM, viendo los despidos que se están realizando en este momento en SIAT, la verdad es que son bastante vacías las palabras. Entre lo que se dice y la realidad hay un abismo total.

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