Recientemente, un grupo de trabajadoras y trabajadores de los Chiles, en la Zona Norte, ha decidido romper el silencio y dar a conocer una serie de violaciones no solo a los derechos laborales, sino a los derechos humanos.

La patronal, llamada TICOFRUT, se dedica a la producción de piña y naranja, y tiene en su historial diferentes denuncias acerca de la gran contaminación que provoca al medio ambiente; sin embargo, poco se habla de la explotación o, mejor dicho, la esclavitud por la que pasan más de 800 trabajadores y trabajadoras de esta compañía.

No se les paga seguro social a los trabajadores; por lo que en caso de sufrir algún accidente no tienen forma de que la CCSS los cubra y deben pagar medicina privada o buscar cómo arreglárselas sin medicina del todo.

Por otro lado, el salario no llega a los cien mil colones mensuales, dado que se les paga 3500 colones por saca (aproximadamente 12 sacos de naranjas), lo que equivale a 12 horas de trabajo en muchos de los casos; de estos 3500, los trabajadores y trabajadoras deben pagar 3 mil colones por vivir en los llamados “baches”, que son galerones donde viven muchas personas hacinadas en condiciones deplorables, sin agua potable y donde deben dormir en el suelo. Se les dan dos platos de comida al día, la cual en la mayoría de ocasiones consta de arroz, frijoles y medio huevo, y muchas veces esta comida se encuentra en mal estado.

Una de las condiciones para trabajar en TICOFRUT es vivir en estos baches. Una de las cosas más preocupantes es la condición de las mujeres en los baches, ya que los capataces las obligan a tener relaciones sexuales con ellos; según una de las víctimas de abuso, el dueño del bache donde vive ella “tiene lo que quiere” y que, si quiere a una mujer, la consigue, aunque sea a la fuerza. Como vivir en esos baches es una de las condiciones para trabajar con la empresa, muchas mujeres se ven obligadas a ceder ante las amenazas del capataz.

El mismo veneno que genera gran contaminación en toda la zona es regado deliberadamente sobre los mismos trabajadores, sin importar todo el deterioro de salud que pueda ocasionarles. Si los trabajadores quieren tener equipo de protección tienen que comprarlo a la empresa a 16 mil colones.

Por si fuera poco, la forma de pago es totalmente ilegal y abusiva. A los trabajadores y trabajadoras se les paga por medio de un vale, que no es más que un papel impreso con el monto a recibir y se les cobra 200 colones por la transacción. Entonces: Ganan 3500 diarios, de los cuales deben descontar los 3000 del bache y los 200 de la transacción, dejándoles un monto libre por el día de trabajo de 300 colones, menos de lo que cuesta un fresco de 500ml, y no debemos olvidarlos 16 000 del equipo de protección.

A pesar de que las denuncias ya fueron hechas por diferentes medios, el caso no ha sido tomado como es merecido. Las autoridades del Ministerio de Trabajo se presentaron a la zona a realizar una investigación del caso, pero la empresa cerró las calles con montañas de tierra y obligó a los trabajadores y trabajadoras a esconderse, de forma que la investigación no pasó a más. Además, si las y los trabajadores denuncian son despedidos, esas amenazas son conocidas entre todo el personal, e incluso existen amenazas de muerte, en algunos casos.

Son muchos los abusos cometidos por parte de TICOFRUT que se escudan en el hecho de que la mayoría de personas trabajadoras son nicaragüenses, indocumentadas y no tienen la posibilidad de exigir que se les respete los derechos laborales, según las autoridades, aunque son los derechos humanos de estas personas los que son pasados por alto, y el gobierno de debería de intervenir y trabajar para que estas empresas abusivas no tengan cabida en nuestro país, que se jacta con su paz de papel.

A pesar de que el gobierno tiene conocimiento de estas situaciones, que son solo las ocurridas en uno de tantos lugares y en una de tantas empresas explotadoras del país, no ha garantizado que se respeten los derechos laborales de estas personas, demostrando, una vez más, las prioridades del gobierno de Luis Guillermo Solís y al de los anteriores gobiernos, donde se pone por encima los intereses del empresariado y no los derechos de la clase trabajadora.

Por esto, desde el NPS exigimos a las autoridades gubernamentales; Ministerio de Trabajo, INAMU y gobierno central; hacerse cargo de las diferentes denuncias; hacemos un llamado a todas las agrupaciones de izquierda, sindicatos, movimiento estudiantil, partidos políticos, agrupaciones feministas y demás movimientos sociales a la organización solidaria y a impulsarlos sindicatos en las empresas privadas, sindicatos que funcionen como medio de organización obrera y de exigencia de derechos de los y las trabajadoras de Los Chiles, en específico, y de la clase trabajadora en su conjunto.

 

Pamela Castro y Yuleysi Segura

 

 

Costa rica

El trabajo político del NPS con la clase obrera en la empresa privada

 

En Costa Rica hay 1 millón 700 mil trabajadores y trabajadoras en la empresa privada, los cuales representan al 86% de la fuerza laboral total. Estos fueron engañados por los partidos patronales, los cuales prometieron empleo, mejores salarios, servicios de salud de calidad si se aprobaba el TLC. Varios años después está sucediendo todo lo contrario.

A partir de 2009 muchas empresas se fueron del país, por cuestiones que los trabajadores no tenemos culpa. Las crisis económicas del capitalismo son responsabilidad de los empresarios y las patronales, no de los trabajadores. ¿Porque tenemos que ser nosotros quienes paguemos los costos de la crisis?

El desempleo está en crecimiento desde ese momento, el aumento del costo de la vida no se detiene, los alquileres ni para qué. Conseguir trabajo es cada día más difícil: las filas en las ferias de empleo son interminables.

Además de esto, quienes tienen empleo lo hacen bajo malas condiciones y tratos por parte de las patronales. Hay muchísimos derechos laborales establecidos en el Código de Trabajo que se violentan, como son las horas extra, salarios mínimos, cotización de seguro social y pensión, aumentos salariales semestrales, vacaciones, aguinaldos, liquidación completa (preaviso, cesantía), acoso laboral y humillación a los trabajadores por parte de las patronales. En resumen, muchísima explotación laboral a costa del enriquecimiento de las empresas y sus dueños.

¿Cómo hacemos para que se respeten nuestros derechos laborales? Para esto es necesario organizar sindicatos en la empresa privada que sean luchadores, anti-patronales y clasistas, lo que quiere decir que sean organizaciones de trabajadores y para los trabajadores, que defiendan nuestros derechos, intereses y condiciones de vida dignas, contra gobiernos, empresarios y burócratas que solo buscan su beneficio propio. Esto queremos dejarlo en claro: ¡no queremos formar sindicatos vendidos, donde hay dirigentes con salarios millonarios, aliados del gobierno y quienes ni siquiera trabajan!

Por esto, desde el Nuevo Partido Socialista (NPS) realizamos volanteos en varias fábricas y plantaciones de San José y Cartago, para entablar conversación con trabajadores sobre sus problemas dentro de las empresas. También utilizamos nuestra campaña de inscripción electoral como un medio para discutir nuestras propuestas con muchos trabajadores de la empresa privada.

Nuestro partido quiere convertirse en una herramienta que apoye e impulse la formación de sindicatos en la empresa privada, asesorando política y legalmente a los trabajadores para que nos organicemos colectivamente y hagamos denuncias frente al Ministerio de Trabajo, y las empresas se vean obligadas a cumplir.

Los trabajadores no podemos confiar en el Ministerio de Trabajo, pues en muchísimas ocasiones demostró estar en favor de las empresas. Solo podemos confiar en nuestra fuerza como trabajadores organizados en sindicatos y en partidos que verdaderamente luchen por los derechos de la clase trabajadora, como lo hace el NPS. Invitamos a nuestros lectores y lectoras a marchar con el NPS este 1° de mayo y organizarse con nuestro partido.

 

Jaime Solano

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