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En las reuniones de organización del 8 de marzo, Día internacional de la Mujer trabajadora, se desarrollaron intensos debates alrededor de dos puntos: movilizarnos a Capital Federal y la confluencia con el movimiento LGTTBI. El Frente de Izquierda (PO-PTS) se negó rotundamente a que todo el movimiento feminista y LGTTBI de la ciudad se movilizara a Plaza de Mayo a repudiar al gobierno de Macri. En segundo lugar, dividió la lucha por los derechos de las mujeres de la lucha por los derechos de los compañeros y compañeras Gays, Lesbianas y Trans.

Desde Las Rojas, junto a las compañeras de la Campaña por el Derecho al Aborto y la Campaña contra la Violencia de Genero, planteamos -en las dos reuniones que se realizaron- la importancia que tenía que este 8 de marzo las mujeres podamos ser protagonistas de un hecho político contundente contra el gobierno de Macri. Explicamos la nueva situación política que hoy enfrentamos en nuestra lucha contra el patriarcado, en la que no denunciamos políticas públicas precarias e insuficientes como era bajo la era k, sino que directamente estamos viviendo el cierre de programas de políticas de género, lo que deja sin ninguna atención a las mujeres víctimas de violencia o del aborto clandestino, a la vez que implica que las trabajadoras de estos programas se queden en la calle. Sumado a esto, el protocolo contra la protesta social implica que no podamos salir a manifestarnos cada vez que hay un femicidio.

El NiUnaMenos se fue gestando por abajo, cuando muchas familias junto a las organizaciones empezamos a salir a la calle por cada caso. Al principio éramos pocas las que cortábamos la calle y poníamos en evidencia cómo el sistema nos viola y nos mata. Con el protocolo, Macri está más preocupado por acallar esas voces (como la de cientos de trabajadores que cortan calles contra los despidos) que por darle respuestas y soluciones a la violencia que sufrimos. En su acto inaugural del Congreso de la Nación no dijo ni una palabra sobre la realidad que sufrimos las mujeres: que en menos de dos semanas se sucedieron 15 femicidios!. Y encima sus ministros como Ritondo, ante los ataques neo-nazis en Mar del Plata, declaran que hay que “ser tolerantes y convivir en paz”.

Frente a esta realidad las compañeras del FIT junto al PCR, se opusieron a que vayamos con fuerza y seamos miles las mujeres en Capital con argumentos meramente “organizativos”, como que las maestras “no se pueden movilizar 50km”. O que en La Plata también es importante movilizarnos contra la gobernadora y el intendente. En cuanto al primer argumento, queda desmentido con la inmensa movilización convocada por CTA-ATE el pasado 24 de febrero, donde en nuestra ciudad no alcanzaron los micros para llevar a toda la gente que se quería movilizar a Plaza de Mayo. Incluso les planteamos que podíamos exigirle micros a ATE y a SUTEBA. En lo que respecta al segundo argumento, se les explicó que tanto Vidal como Garro reciben órdenes directas del Gobierno Nacional. No sabemos bien cuáles son las verdaderas causas para que corrientes de izquierda se nieguen a hacer un gran hecho político contra Macri. Pero no es casual que corrientes como el PO, que por ejemplo se viene negando a denunciar abiertamente al gobierno nacional en la convocatoria y en las principales consignas de la multisectorial La Plata-Berisso-Ensenada convocante para el 24 de marzo, hoy no vean la importancia de llenar la Plaza de Mayo para pararle la mano a este gobierno reaccionario.

El otro debate fue alrededor de unificar el movimiento de mujeres con el movimiento LGTTBI. El 7 de marzo es el Día de la Visibilidad Lésbica a 6 años del asesinato de la Pepa Gaitán. Las compañeras de las dos Campañas junto a la Coordinadora antirrepresiva LGTTBI, llevaron la propuesta a las reuniones de marchar en La Plata ese día unificando las dos fechas. No sólo para el mismo 8 poder ir a Capital Federal, sino para que no dividir las luchas cuando el enemigo es el mismo sistema capitalista y patriarcal. Las Rojas entendíamos la importancia de la propuesta, teniendo en cuenta que durante 12 años de gobierno k, ambos movimientos fuimos separados, divididos y enfrentados. Que desde los sectores LGTTBI nos planteen la unidad, era muy progresivo de cara al enemigo que enfrentamos. No obstante, el FIT se negó a unificar, y remarcaba permanentemente la particularidad de cada lucha.

Finalmente, en La Plata marchamos el lunes por la visibilidad lésbica y el martes por los derechos de las mujeres. Desde Las Rojas, más allá de haber peleado por marchar de forma unificada a Plaza de Mayo, vamos a apostar con fuerza a las movilizaciones. Pero llamamos a la reflexión de corrientes que se dicen de izquierda, para que rompan con el sectarismo y la inercia, y en las próximas luchas del movimiento podamos enfrentar unificadas y con fuerza a este gobierno reaccionario, patriarcal y capitalista.

Las Rojas La Plata.

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