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“Están empezando las discusiones salariales, les pido prudencia” (Mauricio Macri)

 

Cuando cerramos esta ediciónfaltan pocas horas para la reunión que mantendrá Macri con los sindicalistas de las CGT. Suobjetivo: dibujar un acuerdo que le permitaimponer una reducción del salario como medio para moderar las expectativas inflacionarias.

 

La excusa de la inflación

 

El pedido de Macri es de una hipocresía colosal. Está pidiendo “moderación” en los reclamos de los obrerosdespués de haber operadouna brutal transferencia de recursos en beneficio de los de arriba:devaluacióndel peso del 50%, quita de retenciones a las exportaciones agrarias (que derivó en aumentos generalizados del pan, la carne y la leche), una suba brutal de la luz que será seguida el mes que viene por el gas, sin olvidarnos que se está encaminando la negociación con los fondos buitres por una cifra cercana a los 8000 millones de dólares.

Podría parecer el juego de la perinola, ¡todos toman!, pero no es verdad: ¡Macri sólo ha beneficiadoa los capitalistas, lo que les toca a los trabajadores es pagar la cuenta de la crisis! Vaya casualidad: cuandose vienen las paritarias resulta ser que el gobierno desenfunda su prédica “antiinflacionaria”.¡Los salarios serían los causantes del aumento de los precios, no la devaluación y los siderales aumentos de precios que dejó correr el gobierno en beneficio de los capitalistas!

Se trata de una apenas disimulada formade llevar adelante uno de los pilares del plan de ajuste del nuevo gobierno: ¡reventar las condiciones de vida, salario y empleo de los trabajadores para reducir costos, ganar competitividad, recuperar ganancias empresarias y achicar el déficit del Estado!

Ahora se entiende por qué los dirigentes sindicales venían tan callados: Macri se reunió conMoyano en secreto. José Luís Lingeri (Sec. Gral. del sindicato de Obras Sanitarias) venía negociando bajo cuerda los términos de un posible acuerdo. Esa sería la contribución de ellos a la “gobernabilidad”, la excusa es que no se pueden tomar medidas contra un gobierno que inicia (¡aunque se haya dedicado la campaña electoral a mentir sobre sus verdaderos objetivos!). Un acuerdo que intentará vender sus “bondades”pero que por más maquillado que esténada bueno traerá a los trabajadores.

El contexto de esta negociación lo da un gobierno que viene controlando la coyuntura. La devaluación no se salió de cauces, y si bien el marcoeconómico internacional luce deteriorado, los avances en la negociación con los fondos buitre le permitiría al gobierno endeudarse con el exterior;esto le daríamayor margen de maniobras a su gestión.

De ahí que, por ejemplo, haya afirmado que no le devolverá a las provincias el 15% por coparticipacióndecretado Cristina, pero paralelamente habilite a los gobernadores endeudarse con el exterior.

Se espera que Macri endeude al paíspor 100.000 millones de dólares. Al término de ese plazo se planteará nuevamente una posible bancarrota del país; pero esta es una cuestión para mañana, no para hoy. No es lo mismo una crisis de liquidez como la heredada por Macri (falta de suficientes divisas en el banco central), que una de solvencia: el síntoma de un país quebrado es cuando este no puede acceder al financiamiento externo.

La realidad es que hoy, dado el bajo nivel de deuda respecto del PBI, muchos quieren prestarle a la Argentina. Esta ha sido una de las grandes contribuciones del kirchnerismo: haberle pagado a los acreedores internacionales 200.000 millones de dólares sobre la base del sudor de los trabajadores argentinos, sólo para que el gobierno de Cambiemos pueda comenzar un nuevo ciclo de endeudamiento.

En todo casoel principal punto débil del andamiaje económicoes, precisamente, cómo evitar una escalada inflacionaria quedesequilibre las variables, que licue los efectos de la “ganancia de competitividad” que ha generado la devaluación: de ahí que Macri haya lanzado esta hipócrita campaña para que sean los trabajadores,con su salario y su nivel de empleo, los que paguen los costos de la crisis.

Para imponer esta orientación es clave el acuerdo con Moyano, Caló y Barrionuevopara que las paritarias se desarrollen sin conflictos, dentro del cauce que quiere el nuevo oficialismo.

Caló ha pedido (de manera vergonzosa) “una caricia de Macri a los trabajadores”;el gobierno ha respondido metiéndonos la mano en el bolsillo. En vez de sentarse a negociar creándole falsas expectativas a los trabajadorestendrían que ponerse manos a la obra para convocar un paro general contra el ajuste.

 

La ruptura del bloque del PJ

 

Coherentemente con la unánime aceptación entre los de arriba al nuevo gobierno, se está observando un desplazamiento detoda la “superestructura política” hacia el apoyo al mismo. Mientras sus socios en Cambiemos no emiten palabra (sólo Carrió se atrevió a alertar que la elevación del piso de ganancias a la cuarta categoría debería hacerse ya), la novedad es el triunfo político del PROlogrando quebrar el bloque del FpV en diputados.

Los gobernadores del PJ yavenían reuniéndose con el gobierno. Es que todos los integrantes del peronismo con cargos ejecutivos tomaron nota rápidamente de su dependencia del nuevo ejecutivo nacional para su gobernabilidad, por lo que archivaron rápidamente el relato K y comenzaron a correrse hacia los “calores” de Macri.

Muchas de las “figuritas” del peronismo (Urtubey, Insaurralde, Massa desde su espacio) están escenificando una misma ubicación: declararse eufemísticamente como “opositores”, para colocarse en realidad comolos más fieles escuderos del nuevo gobierno.

Lo que se vive en el PJ es una “crisis de orientación”. El kirchnerismo aparece hoy en minoría con su política más opositora; una oposición que es discursiva,sin sacar los pies del plato de las instituciones. Pero, de todas maneras, la contradicción está en que los K sueñan con una oposición institucional y estoaparece en contradicción con lo que desea todo un arcoíris de “sensibilidades” dentro del justicialismo: aparecer lo más cerca que se pueda del nuevo gobierno, hacer una contribución directa a que tenga éxito, subirse al carro de su actual popularidad.  

Esa es la razón de la ruptura del bloque peronista:la negativa a cumplir un papel siquiera de leve oposición; la intensión de casi “mimetizarse” con el oficialismo aunque, claro está, sin formar parte de él. En estas condiciones, era sólo cuestión de tiempo para que una ruptura ocurriese. Estaatañepor ahora a una decena y media de diputados (los más importantes de los cuales es el hasta ayer destacado miembro de los K:Bossio, así como el diputado Romero del SMATA).

Simultáneamente, algo singular ocurre en el senado: el Frente para la Victoriadirigido por Pichetto está mayoritariamente integrado por senadores que responden a la misma línea “dialoguista” con Macri (a los gobernadores); así las cosas,no necesitan romper el bloque (en el cual son mayoría) para ir al acuerdo con el gobierno.

Ironías del destino, los bloques “opositores” K no duraron lo que un suspiro: es que los políticos patronales siguen como la sombra al cuerpo a los capitalistas: y estos dictan hoy el apoyo al gobierno y su gobernabilidad.

Macri se ha asegurado, entonces, condiciones iniciales de “gobernabilidad” en el Congreso, de ahí que ahora se haya decidido a convocar a sesiones extraordinarias para cuestiones puntuales como la designación de dos jueces de la Corte Suprema de Justicia y de los embajadores políticos que nombrópor decreto de necesidad y urgencia (¡demostrándoseque ninguna política revolucionaria puede formularse colocando como centro esta exigencia, tal cual pudimos escuchar de los integrantes del FIT!).

En todo caso, reflejar estos “vericuetos” del PJ, tiene interés como manera de graficar que por arriba Macri viene fortaleciéndose, tiene el apoyo de lo más granado de la patronal y el imperialismo: de ahí que las tendencias de desarrollo en las alturas vayan, hoy por hoy, a su favor.

 

¡Hagamos un gran paro activo de todos los estatales del país!

 

Sin embargo, por abajo, las tendencias comienzan a ir en un sentido contrario a lo que se observa en las alturas de la política. Ya había causado bronca el aumento de la carne y de los precios en noviembre y diciembre. Sin embargo, era fácil endilgarle eso a los K.

Pero a la escalada generalizada de los precios y a los despidos en el Estado (que, de todas maneras, inicialmente aparecieron justificándosepor medio del verso de los “ñoquis”), se les hansumado los aumentos de la luz y próximamente del gas. ¿Qué pasará cuando estos aumentos del 500 o 600% se vean concretados en las boletas?

Más en general, hay sectores de los trabajadores que comienzan a intuir que hay algo que no está bien: que todas las medidas van para un solo lado. No ha sido casual el alerta de Carrio (a propósito del impuesto al salario), o los señalamientos colocados por Joaquín Morales Sola expresando la preocupación de La Naciónde que el gobierno no arruine la “luna de miel con la sociedad”…

Se trata por ahora de lo que definimos como el “camino de la experiencia” entre los de abajo, de la intuición de que algo no está bien. No todavía de una experiencia generalizada, en la medida que la “hegemonía del discurso” la sigue teniendo Cambiemos.

De todas maneras, aunque la experiencia con Macri sea aun fragmentaria, aunque su popularidad supuestamente esté en el 70%, el golpe continúo de medidas tan antipopulares habrá que ver en qué punto comienzan a afectarlo: su luna de miel se terminará seguramente más temprano que tarde.

Junto con lo anterior están los conflictos: en nuestra editorial anterior señalábamos que se estaba viviendo una miríada de conflictos tanto en el sector público como en el privado.

En el ámbito estatal, y luego de algunas movilizaciones de importancia, la conducción verde de ATE nacional ha convocado a un paro nacional para el día 24 de febrero. Organizaciones como el PO lo consideran sectariamente como unamedida para “descomprimir”…

Se trata, por el contrario, de una enorme oportunidad para que los trabajadores del Estado lleven adelante el primer paro nacional de un sector contra Macri; para que lo tomen en sus manos, lo hagan votar en asambleas conjuntas de toda la base en las reparticiones (no importa aqué sindicato pertenezca quien), lo ratifiquen pasando por encima de las internas de la Verde (no está clara aun la posición de la dirección de ATE capital, en manos del kirchnerismo), al tiempo que pelean por darle un carácter activo: ¡que el paro sea con movilización!

Es que además de los despidos está la propuesta para las paritarias: una miseria del veintipico porciento repartido en tres o cuatro tramos, algo intragable. En ese punto también podría darse la unificación con los docentes. Todavía no hay propuesta oficial de aumento a nivel nacional; sí están las propuestas en provincia de Buenos Aires y CABA:¡una miseria de 21 o 22% en varios tramos!La docencia todavía no ha vuelto a las aulas por lo que no se sabe cuál será el estado de ánimoen sus filas. De todos modos, nadie estará muy contento con el mísero “aumento” propuesto por Vidal.

 

El 5 de marzo: todos al encuentro nacional de trabajadores

 

Es evidente que el gobierno le teme a las paritarias. La burocracia en vez de utilizar esa carta a favor de los trabajadores, se apresta a entregar nuestros salarios y conquistas en beneficio de la “gobernabilidad”; habrá que organizarse para intentar desbordarla, al tiempo que se rodea de apoyo a los que salgan a luchar.

Es ahí donde coloca su importancia el Encuentro Obrero que se realizará el 5 de marzo: hay que dejar de dar vueltas y convocar de una buena vez al mismo para que de la discusión colectiva pueda la vanguardia obrera y luchadora definir la mejor orientación frente al nuevo gobierno.

La lucha contra los despidos entre estatales y privados, la exigencia de reincorporación de los cesanteados, la pelea por un aumento de salarios del 40% indexado regularmente acorde a la inflación, el impulso de asambleas en los lugares de trabajo para votar el porcentaje y paritarios desde abajo, el rechazo al pacto de los sindicalistas con el gobierno, el repudio a medidas reaccionarias como la generalización del presentismo y el rechazo a los aumentos por productividad deben ser medidas parte de un pliego de reclamos que debería hacer suyo el encuentro del 5 de marzo.

Camino a este importante evento es que nuestro partido realizará este sábado 13/02 un segundo encuentro preparatorio convocado por los compañeros de la interna de Pilkintong y la lista Marrón del neumático.

Mientras se llevan adelante estas iniciativas, hay quecomenzar a preparar la movilización por el día Internacional de la mujer el próximo 8 de marzo, así como también empezar a preparar una multitudinaria movilización unitaria en el 40 aniversario del golpe militar. Esto bajo el programa independiente de Memoria, Verdad y Justicia plantándose para frenar en seco, entre otras reivindicaciones, los intentos cada vez menos sutiles del nuevo gobierno de volver a colocar “la teoría de los dos demonios” con el objetivode volver a intentar la absolución de los genocidas.

La militancia del Nuevo MAS jugará todos sus esfuerzos en esta intensa agenda que está por delante las próximas semanas.

 

 

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