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El viernes 29 de enero, desde ArteInsurrección y el Nuevo MAS participamos del festival por la reincorporación de los trabajadores del CCK. Allí conocimos a Fernando, uno de los 500 despedidos, a quien invitamos a la asamblea de veedores de la UNA de Artes Dramáticas para que nos cuente en qué situación está el conflicto y que los estudiantes nos sumemos a la lucha.

¿Cómo empezó el conflicto?

A fines del año pasado, los trabajadores del CCK empezaron a organizarse de manera autoconvocada para asegurar la continuidad de sus puestos de trabajo. Tuvieron una reunión con la ministra de Cultura de la gestión anterior, Teresa Parodi. La ex ministra de Cultura armó nuevos contratos que tenía que firmar el nuevo ministro de Cultura PRO, Pablo Avelluto. Este personaje reaccionario, CEO de la multinacional Random House Mondadori, se lavó las manos y desestimó los contratos. Macri pasó el CCK a la Secretaría de Medios Públicos, bajo el mando de Hernán Lombardi, quien cerró el centro cultural dejando a sus 500 trabajadores técnicos artísticos en la calle. Sólo quedaron adentro los técnicos operativos, los trabajadores de seguridad y de limpieza.

Macri y Lombardi miran para otro lado

Los trabajadores despedidos empezaron a organizarse desde ATE y exigieron al gobierno de Macri que se abriera un canal de diálogo y una negociación, pero nadie los recibió. La única respuesta que obtuvieron fue de Lombardi, que en un pasillo le dijo a los representantes gremiales: “Ni bajo las influencias del alcohol voy a garantizar el ingreso de ningún kaka” (!!), mostrando a su vez la peor cara reaccionaria del gobierno. Los trabajadores solicitaron la conciliación obligatoria en el Ministerio de Trabajo pero el mismo todavía no se ha pronunciado.

¡Toda la solidaridad con los trabajadores del CCK!

El cierre del CCK expresa no sólo un ataque a la juventud trabajadora, sino también un ataque directo a la cultura. Es que el CCK daba espacio a cientos de espectáculos, conferencias y clases magistrales totalmente gratuitas. Funcionó también como espacio para la Orquesta Sinfónica Nacional, la cual desde su creación en 1948 nunca tuvo sede propia. El cierre del CCK se suma al desguace del Teatro Colón y el cierre del Complejo Teatral de Buenos Aires y de muchos centros culturales independientes, como fue el caso de la Sala Alberdi con represión y desalojo incluidos.

Frente a este ataque reaccionario, los estudiantes, futuros trabajadores del arte y la cultura, tenemos que ponernos de pie y tejer lazos de solidaridad con los compañeros despedidos del CCK. Si el Centro Cultural está sin los trabajadores, está vacío: “hoy es un corazón cerrado, un corazón que no late”. Desde ArteInsurreccion y el Nuevo MAS estaremos acompañando a los trabajadores del CCK en el paro nacional del 24/2 y en todas las acciones que lleven adelante. Queremos que ese día sea una jornada de lucha que nos encuentre en las calles exigiendo: ¡Basta de despidos! ¡Reincorporación YA!

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