“Momo” Venegas sacó primera fila

En el nuevo contexto político, post apretado triunfo macrista, para los jefes sindicales esta vez no se dio el lema peronista: “Todos unidos triunfaremos”. La burocracia se alineó en bandos patronales distintos.

Algunos “adelantados” ya dieron algunos pasos. El inefable titular de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, Julio Piumato, fue el precursor, lanzando pre 22 de noviembre un paro y movilización… para exigir la renuncia de la Procuradora de la Nación, GilsCarbó. Como siempre, igual que con el caso Nisman, entre otros, jugando a favor de los intereses de la corpo judicial y de la derecha reaccionaria. Venegas se apresuró a festejar post balotaje, expresando que “su partido (FE) es el peronismo”. O sea, él y Macri un solo corazón peronista.

Los eufóricos triunfadores moyanistas están haciendo fila para pasarle factura de su apoyo a Macri con un listado de todos los cargos políticos a los que aspiran. Parece que son unos cuantos.  “Macri dio su palabra a Moyano que le dará injerencia en la designación de cargos de algunas áreas consideradas vitales por el sindicalismo. Esto es, el Ministerio de Trabajo, el de Transporte y la Superintendencia de Servicios de Salud, el organismo que controla la vida interna de las obras sociales sindicales.” (Infobae,23/11/15)

Es que su  amor no es de un día. «Hay muchas organizaciones gremiales, la nuestra hace muchos años que tiene un trato directo con el gobierno de la Ciudad a través de los trabajadores de recolección de residuos, a través de los trabajadores que hacen los remolques y realmente siempre hemos tenido respuesta a todos los reclamos que se han realizado desde los trabajadores», dijo el camionero. (Tiempo gremial ATE, 24/11/15). Otro dato no menor de su lealtad es que Moyano pasó las cuentas de Camioneros del Banco Provincia al Ciudad.

El joven Facundo Moyano se puso los guantes… para sacárselos enseguida, sin esperar llegar al vestuario: “…Si hay ajuste, vamos a estar en la calle luchando.” (…) “…El sindicalismo va a ser un pilar importante para el gobierno de Macri». (Elancasti.com.ar, 24/11/15)

Al mismo tiempo, las primeras medidas que anunciará el nuevo presidente los tiene que mostrar claramente posicionados para poder ser parte protagonista, no convidados de piedra. No sea cosa que los trabajadores les ganen de mano y encaren medidas por las suyas…

Tarden mucho o poco en reunirse con el nuevo presidente electo para presentarle su agenda, su silencio en algunos casos y sus explícitas declaraciones en otros, ya son síntomas inequívocos de su complicidad con las futuras medidas de ajuste. Continúan desarmando al movimiento obrero para enfrentar los ataques que vendrán y preparando las futuras entregadas.

No pensemos que la CGT de Caló va a hacer algo distinto. Sólo se está tomando su tiempo para ver cómo ubicarse mejor en las negociaciones con el gobierno electo. Al ser los “perdedores” y, al mismo tiempo, dirigir los principales gremios industriales, tienen que barajar bien las cartas, ellos y Macri.

Preparemos desde abajo la agenda de los trabajadores

Junto con el apoyo a las luchas en cursos, como la de los compañeros de Cresta Roja y Metalsa contra los despidos, la izquierda y el activismo independiente debemos salir ya mismo a impulsar la unidad de los de abajo con la realización de un Encuentro obrero que nos permita avanzar en nuestra organización independiente para pasar por arriba a estos sirvientes de la patronal y su gobierno del PRO.

 

Ana Vázquez

 

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¿A quiénes quiere confundir el PO?

 

En el artículo de Prensa Obrera del 19/11/15, “Los “barones” de los sindicatos” endonde los compañeros del PO denuncian a la burocracia sindical, hacen un paralelismo que nos dejó perplejos, pero más aún una propuesta final que nos llenó de confusión. En primer lugar, dicen: “La situación se asemeja en cierto modo a la etapa de los ‘80, que abrió un gran ascenso antiburocrático en los sindicatos.”

Eso fue así en los 80. Producto de la caída de la dictadura, período durante el cual no existía ningún derecho sindical y de la colaboración explícita de la mayoría de la burocracia con el gobierno militar, surgieron activistas antiburocráticos.  Así como también sectores burocráticos que fueron opositores a la dictadura que organizaron listas sindicales, cuerpos de delegados y comisiones internas y disputaron incluso algunos gremios.  Fue una explosión antiburocrática por la base, pero en su mayoría en combinación con elementos burocráticos desplazados o en surgimiento. Por supuesto que no fue lineal ni homogéneo, hubo conformaciones clasistas como fue la de la Lista Naranja de la Construcción, que ganó la seccional Neuquén.

¿A qué viene esa comparación tan extrapolada? No vemos ninguna semejanza. Lo que vivimos ahora es el surgimiento de una nueva generación de luchadores independientes, a la izquierda revolucionaria peleando por lugar de trabajo, conquistando “enclaves” pequeños pero valiosos, en las organizaciones de base, que son puntos de apoyo, mojones. Pero no es un fenómeno todavía masivo, ni hay desprendimientos de sectores de la burocracia “progresivos”. No entendemos el por qué de esta equivocada similitud.

Al mismo tiempo, lo que expresan con estas palabras es una contradicción con lo que sigue a continuación:  “…El desarrollo de agrupaciones clasistas y de la Coordinadora Sindical Clasista debe tomar en cuenta esta realidad, al igual que todos los sectores de activistas y corrientes de izquierda que se reúnen para establecer algún tipo de coordinación. El Frente Único de clase tiene que tener un claro contenido de cara a la etapa. Junto a luchas como la de Cresta Roja, las inminentes elecciones en el Neumático, gráficos, técnicos aeronáuticos, Alimentación y otras pondrán a prueba una política de desarrollo de la izquierda en los sindicatos. Y así preparar la lucha general del movimiento obrero contra la descarga de la crisis sobre nuestros hombros.”

 

Hay que tener en cuenta todo esto, para preparar la lucha en general. Pero el PO, ¿qué propuesta tiene hacia todo ese activismo, hacia los que hacen intentos denodados para establecer “algún tipo de coordinación” (que no dicen quiénes son esos desconocidos), hacia el resto de la izquierda?

Si algo es necesario y perentorio en estos momentos, es tener una propuesta concreta hacia el conjunto del activismo y la vanguardia, no un trabalenguas. ¿Por qué el PO agrega confusión? Puede ser que los compañeros piensen que todos deberíamos ir al pie de la Coordinadora Sindical Clasista y del PO. ¡El Frente Único venerado es el PO con sus colaterales! Consecuentes con su política de no concurrir al Encuentro de Atlanta del año pasado y de hacer caso omiso a cualquier paso hacia la construcción de un espacio democrático y unitario. Porque si ellos no son hegemónicos, no existe la democracia ni la unidad.

Esperamos equivocarnos y que los compañeros enuncien una propuesta clara, que ayude a construir una alternativa antiburocrática y clasista. Como esta historia ya la conocemos, llamamos a los compañeros a que, en este caso, no se repita. Las tareas y las responsabilidades lo exigen.

 

A.V.

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